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CINCO PARTIDOS MEMORABLES DE NOVAK DJOKOVIC, EL NIÑO QUE SOBREVIVIÓ A LA GUERRA

El número uno del mundo cumple 34 años. Repasamos sus inicios en plena Guerra de los Balcanes y las actuaciones más destacadas de una carrera para la historia.

Por Pablo Amalfitano ·

22 de mayo de 2021

NOVAK DJOKOVIC construyó su leyenda en la era más competitiva de todos los tiempos; irrumpió durante la década pasada en pleno dominio del binomio conformado por Roger Federer y Rafael Nadal, los dos hombres que edificaron la rivalidad que cambió el tenis para siempre. 

El mito, sin embargo, no nació diez años atrás. Surgió mucho tiempo antes, cuando Djokovic era muy chico y debió sufrir el peor de los males: la guerra. Durante sus inicios en Kopaonik, una de las cadenas montañosas más importantes de Serbia, con una pequeña porción al norte de Kosovo, lo tocó de muy cerca la Guerra de los Balcanes. En aquellos tiempos Srdjan y Dijana, sus padres, le transmitieron la pasión por el esquí, un dato no menor que explica la flexibilidad que tiene Djokovic en sus articulaciones. Por algo hoy parece un "tenista elástico" que puede patinar en todas las superficies.

Allí, en Kopaonik, a más de 1700 metros de altura, el pequeño Nole también empuñó una raqueta por primera vez cuando tenía siete años. Haber aprendido a jugar muy por encima del nivel del mar también lo ayudó a convertirse en un jugador más rápido y explosivo por la velocidad con la que viaja la pelota. En ese lugar el número uno del mundo empezó a forjar su leyenda, el mismo espacio que fue bombardeado en 1999 durante los ataques de la OTAN a Yugoslavia. Djokovic sólo tenía doce años. Casi dos décadas después, en 2016, cuando ya era un tenista consagrado, visitó el lugar donde permanece el frontón en el que aprendió a jugar.

Imagen Djokovic, en 2016, en el frontón de Kopaonik en el que aprendió a jugar
Djokovic, en 2016, en el frontón de Kopaonik en el que aprendió a jugar
 
Aquel niño, un escapista que sobrevivió a la guerra, este sábado cumple 34 años. Y los celebra en plena pelea por la historia, con una carrera todavía en construcción que lo coloca en la mesa en la que sólo se sientan los mejores tenistas que atravesaron los tiempos. Desde su aparición como profesional, el crecimiento en el circuito y el camino recorrido lo convirtieron en un jugador completo, sin fisuras, capaz de entrometerse en la hegemonía del tándem Federer-Nadal y de desafiar a la historia con un cúmulo de logros que asusta: número uno del mundo durante 321 semanas -récord absoluto-, ganador de 18 títulos de Grand Slam -a dos del récord de Federer y Nadal-, campeón 36 veces en torneos de Masters 1000 -único en conquistar los nueve diferentes-, ganador de 82 trofeos de nivel ATP -quinta marca histórica- y medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Djokovic transitó una carrera de ensueño, en pleno desarrollo, con una perspectiva importante para destrozar los récords que aún no le pertenecen. Si bien resulta muy difícil escoger, por la cantidad de logros que registra, repasamos una selección de cinco partidos memorables en la vida del serbio, de esos que, según el momento, torcieron su propia historia.

 

US Open 2011. Semifinales.
Djokovic a Federer: 6-7 (7), 4-6, 6-3, 6-2 y 7-5

En agosto de 2011 el serbio ya había derribado todas las barreras y se había convertido en el número uno del mundo. Después de ganar la Copa Davis a finales del año anterior, lo que significaría un punto de inflexión en su carrera, había conquistado por segunda vez el Abierto de Australia y había levantado su primera corona en Wimbledon.

Para coronar aquella maravillosa temporada 2011, sin embargo, debió sortear un partido de cuidado con Federer en las semifinales del US Open: salvó dos match points cuando el suizo sacó 5-3 y 40-15 en el quinto set, el primero de ellos con una devolución de drive que quedaría grabada en la memoria, y se impuso 6-7 (7), 4-6, 6-3, 6-2 y 7-5. En la final superaría a Nadal y festejaría su primer título en Flushing Meadows.

 

Abierto de Australia 2012. Final.
Djokovic a Nadal: 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 (5) y 7-5

Líder indiscutido del ranking mundial, Djokovic buscaba su tercera corona en el Abierto de Australia 2012. Venía de dejar en el camino a jugadores de peligro como David Ferrer y Andy Murray, pero debió trabajar horas extra para superar a un durísimo Nadal en la que se convertiría en la final más larga de la historia de los Grand Slam en singles.

El serbio ganó 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 (5) y 7-5 después de cinco horas y 53 minutos de batalla física y mental, lo que obligó a que ambos jugadores debieran sentarse en plena entrega de premios porque ya no podían sostenerse en pie.

 

Roland Garros 2016. Final.
Djokovic a Andy Murray: 3-6, 6-1, 6-2 y 6-4

La espina que faltaba. El escollo que quedaba por superar. Después de varios intentos, entre ellos dos finales ante Nadal (2012 y 2014) y la más reciente contra un indomable Stanislas Wawrinka (2015),Djokovic completó en 2016 el póker de los cuatro trofeos de Grand Slam: ganó Roland Garros, hasta el momento la única corona que ostenta en París, y se metió en el olimpo de unos pocos privilegiados.

El serbio superó 3-6, 6-1, 6-2 y 6-4 en la final a Andy Murray y se convirtió en el octavo hombre entre los que ganaron los cuatro grandes en toda la historia: antes lo habían conseguido Fred Perry (1936), Don Budge (1938), Rod Laver (1962, único en lograr dos veces los cuatro títulos el mismo año), Roy Emerson (1964), Andre Agassi (1999), Roger Federer (2009) y Rafael Nadal (2010).

 

Cincinnati 2018. Final.
Djokovic a Federer: 6-4 y 6-4

El Masters 1000 de Cincinnati había sido, de los nueve de ese calibre, el torneo más esquivo para Djokovic. Tres derrotas en finales ante Federer y dos contra Murray lo habían privado de festejar en Ohio. En la edición de 2018, no obstante, llegó con un doble premio por delante: quitarse la mochila de no ganar allí y convertirse en el primer jugador que ganara los nueve torneos de Masters 1000.

"Jugué cinco finales antes y varias de ellas las perdí con este gran hombre. Roger, gracias por por dejarte ganar una vez acá en Cincinnati", bromeó el serbio en la entrega de premios tras derrotar al suizo por 6-4 y 6-4 en la definición que agrandó todavía más su leyenda.

 

Wimbledon 2019. Final.
Djokovic a Federer: 7-6 (5), 1-6, 7-6 (4), 4-6 y 13-12 (3)

Wimbledon 2019. Una de las grandes finales de todos los tiempos. Quizá el partido más importante que haya ganado Djokovic en toda su carrera. Aquel choque fue tan increíble como memorable. El sueco Stefan Edberg, ex coach de Federer, lo recordó como el mejor partido que haya visto en su vida. El suizo fue superior de principio a fin y se impuso en todos los aspectos del juego, en el desarrollo y en la estadística: sumó 14 puntos más (218-204), conectó 40 winners más (94-54), concretó 15 aces más (25-10) y logró cuatro quiebres más (7-3), pero el campeón fue Djokovic.

El serbio apretó los dientes en los momentos relevantes, no cometió errores no forzados en los tres tie breaks y se mantuvo vivo ante un Federer que, más allá de un repertorio arrollador con casi 38 años, también estuvo al borde de su conquista número 21 de Grand Slam: sacó 8-7 y 40-15 en el parcial definitivo y no pudo cerrarlo. Djokovic fue el ganador: festejó su quinto título en La Catedral tras imponerse 7-6 (5), 1-6, 7-6 (4), 4-6 y 13-12 (3) en casi cinco horas de batalla.