FEDERER NO DIGIERE LA FINAL DE WIMBLEDON 2019: "LOS FANÁTICOS AÚN ME HABLAN DE ESA DERROTA"

ROGER FEDERER, uno de los tenistas más destacados de todos los tiempos, mantiene una lucha por la historia con sus dos grandes rivales: Rafael Nadal y Novak Djokovic. Los títulos más relevantes del circuito son los que deciden quién graba su nombre en lo más alto para la posteridad, por eso el suizo todavía no consigue digerir una de sus derrotas más duras: la caída en la final de Wimbledon 2019 ante el serbio, después de contar con dos match points.

“Los fanáticos todavía me hablan sobre esa derrota en internet. Me sigue pasando y pienso: '¿En qué están pensando todavía?' Pero yo lo entiendo. Es de las derrotas de las que más he aprendido", destacó Federer, quien tuvo en sus manos el noveno título en La Catedral del tenis y no pudo cerrarlo: sacó 8-7 y 40-15 en el quinto set pero Djokovic se recuperó y alzó la copa. Aquella caída duele bastante más que otras porque Federer habría llegado a 21 títulos de Grand Slam y hoy todavía permanecería con el récord en soledad; por el contrario, comparte la marca con Nadal, que tiene 20, y ya siente cómo Nole le respira en la nuca con 18 trofeos.

 

"Lo más importante es no darle demasiada importancia emocional. Algunas personas piensan durante días y noches en los errores que cometieron. Elegí analizar muy rápido. Ayuda yo para seguir adelante”, dijo el suizo, aunque casi dos años más tarde todavía sigue latente el tema. 

El suizo regresó al circuito semanas atrás en el torneo de Doha tras más de un año alejado de las canchas por dos cirugías en la rodilla derecha. El 8 de agosto cumplirá nada menos que 40 años y la vuelta a las grandes ligas configura un todo un reto: “Mantenerse alejado de la competencia durante mucho tiempo es difícil. Estoy trabajando muy duro, aunque no hablo mucho de eso. Espero que la gente entienda lo duro que trabajo, de lo contrario no habría llegado tan lejos”.

Se espera que Federer pueda regresar en las próximas semanas para jugar algunos torneos de la gira europea de ladrillo, aunque su gran meta tendrá lugar en Wimbledon, el certamen que pretende volver a ganar para tener revancha grandar todavía más su leyenda.