EL PUEBLO SIEMPRE CON DIEGO
Maradona ya está en su morada final, junto a "Don Diego" y "Doña Tota". En el camino, la gente que disfrutó sus logros y epopeyas, lo despidió como un héroe. Pelusa, el pibe de Fiorito es eterno.
El último viaje de Diego Maradona se inició a las 17.47 horas desde la Casa de Gobierno, punto de partida del cortejo fúnebre que salió por la zona del Bajo y tomó por la Autopista 25 de Mayo para seguir por la Perito Moreno y luego el Acceso Oeste.
Allí, multitudes se afincaron sobre los guard rail e inclusive, con consecuente peligro, por delante de ellos, al punto de que una moto policial estuvo a punto de atropellar a un hombre que saltó al asfalto.
Los puentes peatonales también fueron improvisados como potenciales tribunas desde las que se descolgaban banderas argentinas por doquier, mientras la gente vitoreaba a Diego y lanzaba papelitos sobre el vehículo fúnebre que trasladaba su féretro.
Inclusive, desde los edificios linderos a la autopista, que permitían en sus alturas una buena visión de la circulación del cortejo, sus habitantes agitaban brazos, banderas y pañuelos, mientras fotografiaban el paso final de Maradona hacia la eternidad.
Un contratiempo tuvo el cortejo cuando en su recorrido se pasó de largo la entrada al Camino del Buen Ayre, por lo que debió retomar por una colectora y entonces quedó trabado por la estrechez de la calle y el público se abalanzó sobre el coche fúnebre y por espacio de un cuarto de hora impidió que avanzara.
Pero una vez sorteado este inconveniente, el viaje continuó por el Camino del Buen Ayre hasta la bajada en la Avenida Julio Roca y desde allí un kilómetros más hasta la entrada al cementerio privado Jardín Bella Vista, en la avenida Mayor Irusta 5.631, siempre con gran cantidad de público saludando su paso.
Allí Estaban Dalma, Giannina, Jana y Diego, junto a Claudia Villafañe y Verónica Ojeda, así como su exrepresentante Guillermo Cóppola y el Ministro de Seguridad, Sergio Berni.
Diego, es eterno.