DIEGO SCHWARTZMAN Y UNA ENTREVISTA ESPECIAL: "CON NADAL ENTRÁS A LA CANCHA UN POCO MÁS DERROTADO"

DIEGO SCHWARTZMAN es uno de los mejores jugadores del mundo. Número uno de la Argentina y 13° del ranking ATP, finalizó una de las temporadas más destacadas de su carrera y en 2022 apuesta a más.

En 2021 registró 38 triunfos y 23 derrotas, sostuvo su condición de top 15 (finalizó 13°) y se sacó una espina que le dolía: ganar en su país, cuando se consagró en marzo en el Argentina Open, el cuarto título de su carrera profesional.

En una extensa entrevista con Julio Leiva, por el canal de Filo News, el Peque repasó gran parte de su historia, sobre todo los recuerdos de un bisabuelo que debió escapar de la Primera Guerra Mundial. Hoy, luego de muchos años, encuentra la tranquilidad y estabilidad para ser fuerte de la cabeza y consagrarse como uno de los mejores tenistas del planeta.

"A medida que me convertí en profesional y fueron pasando los años me fui convenciendo de que podía cumplir un montón de objetivos y sueños que quizás años atrás no se me ocurrían", contó quien alcanzara el 8° puesto del ranking en 2020.

Los inicios, en su familia, fueron duros: "Era una familia de clase alta en los '90 pero la cosa empezó a ir un poco mal y costó mucho más. Cuando yo era chiquito mis hermanos ya estaban casi iniciando la secundaria y no teníamos nada, no teníamos ni dónde vivir. Nos movíamos de un lugar al otro, nos iban prestando dónde quedarnos y era un poco complicado todo".

"Realmente cuando a los nueve años te dicen que hay deudas no sabes de qué se trata. Yo creía que estaba en una familia, que iba todo color de rosa, que estaba todo perfecto y era todo lo contrario pero es parte del proceso de una familia", rememoró.

Ahora Schwartzman es una de las grandes sorpresas por su estatura -mide 1,70' en un mundo de gigantes- y en el tenis se hace notar: "Hay mucha diferencia física y quizás no se ve por la tele, pero hay cosas como la potencia, la movilidad y un montón de cuestiones que las tengo de suplantar con un montón de otras cosas".

"Tampoco vivimos en un país en el que la gente sea gigante, pero sí del lado del deporte. Era como si decir que este enanito que no va a poder hacer mucho. Y por ese lado sí se sufría un poco", recordó respecto del bullying en sus primeros años.

Su camino de ascenso lo puso delante de los tres grandes jugadores de la era contemporánea. Entre otras cosas Schwartzman revivió cómo fue ese vestuario con Roger Federer antes de jugar en Roland Garros, en su primer cruce, el "joystick" que tiene Novak Djokovic en la mano y la presencia de Rafael Nadal: "Es como que entras a la cancha un poco más derrotado".

La vida del Peque también le permitió relacionarse con grandes figuras mundiales. Su relación de amistad con Ben Stiler, el actor que le pide consejos de como mejorar su tenis y al que le prometió un asado en su casa, y obviamente Diego Armando Maradona, que lo sorprendió y con quien tuvo una enorme relación.

"Me cuesta bastante hablar de Diego. No te digo que me voy a emocionar ahora, pero normalmente cada vez que pasa algo con el Diego me pongo a llorar. Tengo muchos audios en los que me seguía después de un partido por una victoria o una derrota de Copa Davis. Siempre hablaba y y la verdad que formó una relación espectacular, pero me arrepiento y me voy a arrepentir toda la vida de no haberla podido llevar a lo personal. Físico porque nunca nos pudimos juntar", expresó, emocionado.

En una de sus últimas incursiones, y pensando en lo que podría ser su futuro como empresario, habla del desarrollo de Stone, su equipo de eSports: "Fue creciendo el proyecto y nos fue entusiasmando y sabíamos que iba a ser muy difícil porque teníamos que armar una estructura y un equipo y gente que que sepa del tema".

"Creemos que podemos dar ese soporte para que para que crezca después del lado de las academias y de la educación", sentenció Schwartzman sobre un mundo que crece y en el que se metió como uno de los grandes fundadores en el deporte en Argentina.