Tenis

Quién es Schwartzman: su amistad con Mónaco, un ídolo y otras perlitas

Con 25 años se metió en cuartos de final del US Open en uno de sus logros deportivos más importantes. Extractos de una entrevista de 2015 para conocer mejor a la revelación del torneo.

Por Redacción EG ·

03 de septiembre de 2017

Su amistad con Mónaco



"Hace unos cinco años, su entrenador, Gustavo Marcaccio, vino a la academia en la que yo entrenaba. Estaba buscando chicos para llevarlos a hacer una pretemporada. Yo tenía 16 años, y me dijo que le gustaría que yo viajara con ellos. Era para irnos dos semanas a Pinamar. Fue algo increíble para mí. Al toque dije que sí y en ese viaje lo conocí a Pico. Después, cada vez que estaba en Buenos Aires, entrenaba con él o con Machi González (actual 94º del ranking), que es otro referente para mí. Son dos personas muy influyentes en mi carrera. Siempre hablo con ellos, les pido consejos, me ayudaron mucho. Desde esa vez, en todas las pretemporadas me voy una o dos semanas con Pico y Machi. Con Pico comparto muchas cosas extradeportivas. He ido a Tandil, estuve dos semanas viviendo en su casa, conocí a toda su familia... Eso fue fortaleciendo la relación".

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Una anécdota con Pico


Hubo un año en el que estuvimos en Punta del Este y paramos en edificios distintos. Un día, Pico me llamó y me dijo: “¿A las 5 nos juntamos a jugar un partidito de fútbol?”. Cuando llegué, estaban el uruguayo Chevantón, el Tano Gracián y varios jugadores de fútbol más. Yo tenía 17 años, no lo podía creer. Jugamos tenistas contra futbolistas y encima les ganamos por un gol. Soy muy fanático del fútbol, así que cada vez que puedo compartir algo con un futbolista, la paso muy bien.

Sus reacciones después del partido


Cuando termina un partido, si no me fue bien, hay cuatro o cinco horas en las que no quiero que me hable nadie, no respondo los mensajes. Maltratarme mentalmente no es lo mejor, pero a veces lo hago. Pero, fuera de eso, sí, soy alguien muy divertido. Me  gusta joder, hacer bromas todo el tiempo.

Un referente


Nalbandian. Me encantaba verlo jugar, me fascinaba. Su forma de jugar era hermosa. Tenía todos los golpes, jugaba de todas las formas, les ganaba a todos, devolvía, corría. Era lindo sentarse a verlo porque te divertías, era la hora del show time, como decimos ahora.

El recuerdo de enfrentar a Federer, Nadal y Djokovic


Es increíble la diferencia, las cosas que hacen. Agradezco haber jugado contra ellos para verlos desde adentro. Me sirvió mucho. Contra Federer, en Roland Garros 2014, me fui con un poquito de bronca porque creo que podría haberle ganado un set. Y con el que peor la pasé fue contra Djokovic, en el US Open; no encontraba aire por ningún lado.

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Aspectos a corregir


Un montón de cosas. Siempre digo que hay que mejorar todo un poco. El saque es algo que tengo que seguir practicando todo el tiempo, aunque lo haga bien en un par de torneos. Tengo que seguir para molestar más a los rivales. Lo físico, lo mental, la movilidad, hay que seguir trabajando porque adentro de la cancha todos regalan muy poco.

Extractos de la entrevista publicada en la edición de mayo de 2015.