De la A a la Z

La Torre Azul: Nemanja Matic de la A a la Z

Rechazado en Serbia, su país natal, el zurdo de 1,95 hizo carrera en Eslovaquia hasta que lo descubrió Ancelotti y se lo llevó al Chelsea, pero allí la suerte no mejoró: al poco tiempo lo cedieron a préstamo a Holanda y más tarde lo mandaron como parte de pago al Benfica. Tres años después, el Chelsea lo volvió a comprar en 21 millones de libras a pedido de Mourinho, que lo considera un guerrero imprescindible en el medio.

Por Alejandra Altamirano Halle ·

19 de noviembre de 2015
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ADN. El deporte es un culto familiar. Su papá, Dragan, fue jugador de fútbol en la Segunda División de Yugoslavia. Su mamá, Biljana, jugaba al básquet. Su hermano menor, Uros, también es futbolista profesional. Su abuelo materno, Trifun, fue campeón de tenis de mesa. Los tíos paternos, Mirko y Miroslav, fueron futbolistas, al igual que su tío materno, Konstantin, que jugó para el Spartak Subotica. Si con todos esos antecedentes no salía futbolista...

BELGRADO. Nació en la ciudad de Sabac, creció en Vrela y se mudó a la capital serbia, Belgrado, con 12 años para jugar en el Estrella Roja. Después de cinco temporadas en el club le dijeron que debía irse. Probó suerte en el Partizan y no le fue bien: lo rechazaron por considerarlo demasiado frágil. Terminó en el Kolubara Lazarevac, pero allí tampoco era imprescindible. Le llegó la oportunidad de una prueba en el Kosice de Eslovaquia y no dudó.

CARRERA. Debutó con el Kosice en 2007, con 18 años. Carlo Ancelotti lo descubrió en la Euro Sub 21 de 2009 y lo compró para el Chelsea en 1,5 millones de libras. Sin chances de jugar, fue cedido al Vitesse Arnhem, de Holanda. Cuando terminó el préstamo, fue moneda de cambio en el pase de David Luiz del Benfica. Pero en 2014, Chelsea lo recontrató por 21 millones de libras,  14 veces la suma que originalmente había abonado por su pase.

DRAGAN. “He visto algunos de sus partidos en video y le dije que no era buen jugador”, opinó sobre las habilidades de papá Dragan, con quien no puede hablar de fútbol porque nunca está contento con sus actuaciones: “Si hago algo grandioso, no lo ve. Sólo nota mis errores. Ve todos los partidos por televisión con sus amigos y después del partido me manda un mensaje: ‘Felicitaciones, pero…’”, contó en una entrevista al Daily Mail.

ESTRENO. “Sé que no soy conocido. Tengo potencia física, soy zurdo y bastante técnico. Le mostraré a todo el mundo por qué estoy en el Chelsea”, declaró en su primera entrevista para el sitio del club. No pudo. Al menos, en su primera etapa. Apenas participó en tres partidos, ninguno como titular. Debutó el 21 de noviembre de 2009, cuando ingresó por Malouda en el minuto 69, en el triunfo ante Wolverhampton Wanderers.

FRACASO. Con grandes jugadores como Frank Lampard, Michael Ballack y Michael Essien, no tuvo muchas posibilidades para insertarse en el mediocampo del Chelsea. Encima, había llegado lesionado y tardó cuatro meses en recuperarse. Revivió en el Vitesse durante la temporada 2010/11, con un gran desempeño en sus 27 partidos. Pero el Chelsea nunca le abrió la puerta de regreso y aprovechó la compra de David Luiz al Benfica para dárselo en parte de pago a los portugueses.

GIGANTE. No todas fueron malas en su carrera. Su capacidad para cortar el juego aéreo del rival, su habilidad para cubrir grandes espacios y su tackle tan tenaz como efectivo le dieron un lugar en la lista de jugadores favoritos de Mou: “En este momento, es un gigante. No por su tamaño, pero por el modo en que juega”, opinó el DT el año pasado. Aunque tenga corte defensivo, Matic se convirtió en un gran distribuidor y también colabora en el ataque.

HERMANO. Uros, su hermano menor, tiene 25 años, se inició profesionalmente en el Kosice, pasó por el segundo equipo del Benfica y desde hace dos años juega como mediocampista en el NAC Breda, de la Segunda División de Holanda. “Tiene calidad, pero debe mejorar un montón. Le digo que debe trabajar duro y pelear por su posición. Tiene que hacerlo mejor si quiere pasar al siguiente nivel”, declaró Nemanja, en un tono muy crítico, casi como el que tiene su padre con él.

IVANOVIC. Es íntimo amigo de su compatriota y compañero Branislav Ivanovic. “Es un gran hombre. Todo el mundo lo quiere, en el Chelsea y en Serbia. Tenemos muchos jugadores jóvenes en la selección y todos lo ven como un ídolo. Somos un país pequeño, pero para nosotros, los serbios, podría decir que Branislav Ivanovic es como nuestro David Beckham. En Serbia, es como un rey”, bromeó sobre la importancia del defensor en su país.

JORGE. Jorge Jesus, el DT del Benfica, fue clave en su formación. Lo sacó de la posición de 10 y lo moldeó hasta convertirlo en uno de los mejores mediocampistas defensivos de Europa. “Me explicó cuándo debía defender, cuándo atacar y cómo mantener la posición. Me enseñó a estar alerta tácticamente, algo que trabajé todos los días con él, para mejorar. El creyó en mi calidad. Me decía que hiciera lo que me pedía y lentamente jugaría mejor”, confesó el serbio.

KONE. El griego Panagiotis Kone hizo un gran papelón en una jugada contra Matic durante un amistoso entre Grecia y Serbia. El mediapunta cayó al piso tras un choque con el serbio, se levantó rápidamente, lo encaró con el puño cerrado como para darle una trompada, pero cuando estuvo frente a frente, bajó la mano y se agarró la cara: simulación para llorar. A Matic lo que se le escapó fue una sonrisa pícara, al no poder contenerse ante semejante actuación del griego.

LARGUIRUCHO. En su primera etapa en el Chelsea, su fisonomía distaba mucho de la actual: Nemanja era un flaquito más parecido a Di María que a Yaya Touré. Hoy, convertido en una roca, tiene más musculatura, ya que trabajó mucho en su físico durante su estadía en Portugal. Igualmente, Mourinho aseguró que si él hubiera estado en el club, Matic jamás se habría vendido. “Un jugador que mide 1,95 y zurdo, es imposible dejarlo ir”, dijo el portugués.

MIDDLESBROUGH. Un dato poco conocido de su carrera profesional es su fallido paso por el Middlesbrough. En diciembre de 2008, estaba haciendo una prueba en el equipo inglés, cuando recibió el llamado para un amistoso con la selección mayor de Serbia. “No sé qué pasó, yo me sumé a mi seleccionado y se suponía que iban a resolver entre los clubes, pero nunca supe nada de ellos”, rememoró. Un golpe más que no le hizo bajar los brazos.

NEGATIVA. En diciembre de 2012, anunció que renunciaba al seleccionado serbio porque el entrenador, Sinisa Mihajlovic, no le había dado la oportunidad de entrar ni un minuto en los últimos cinco partidos. Matic recién aceptó volver a representar a su país en septiembre de 2013, 15 meses después de su último partido internacional. Reapareció con la camiseta de Serbia en el empate 1 a 1 ante Croacia y hoy es un intocable en la mitad de la cancha.

OMID. El comediante británico y gran fanático del Chelsea, Omid Djalili, contó que al compartir una cena con Michael Ballack en 2010, el alemán le confesó que Matic sería diez veces mejor que él. “Le pregunté qué opinaba sobre Matic y no dudó en contestar ‘Es como yo, está moldeándose para ser como soy en el campo. En unos años, va a ser yo por diez’”, declaró Omid en un programa de televisión.

PREMIOS. El reconocimiento le había resultado bastante esquivo en su carrera, pero su despegue se dio con la salida de Javi García del Benfica, en agosto de 2012. Desde entonces, se convirtió en un pilar en el equipo de Jorge Jesus. Su gol ante el Porto fue nominado para el Puskas y ganó el premio al mejor jugador de la temporada 2012/13 de la Primeira Liga.

QUEBRADO. “Estoy feliz porque puedo caminar”, confesó después del patadón que le dio Ashley Barnes del Burnley. “Pensé que me había quebrado la pierna, por eso reaccioné mal”. Después del tackle que Mourinho tildó de “criminal”, Matic empujó al piso al delantero (que no fue castigado ni con una amarilla) y fue expulsado: le dieron dos fechas de suspensión y se perdió la final de la League Cup.

ROMANTICO. Toda una novedad: le propuso matrimonio a Aleksandra, su noviecita del pueblo, mediante una entrevista en la revista serbia Alo! “¿Te casarías conmigo?”, le preguntó desde la tapa del semanario rosa no bien se mudó a Londres, en su primer contrato con el Chelsea. Ella aceptó, pero antes de seguirlo debió terminar la escuela secundaria. Finalmente se casaron y ya tienen dos hijos: un nene y una nena. Un matrimonio de revista...

SPEECH. No le gusta estar en contacto con la prensa y tampoco disfruta de hablar en el túnel antes de salir a la cancha. “Siempre se me ríen, debo ser muy malo dando arengas”, asegura. Sin embargo, Mourinho le pidió que hablara con sus compañeros antes de la final de League Cup ante el Tottenham, el partido que no pudo jugar. “Expresó su dolor y les pidió a los jugadores que disfrutaran por él”, contó Mou. Ese día, ninguno soltó una carcajada.

TRISTEZA. “Perdimos tres títulos en dos semanas. Fue muy difícil de aceptar. Eso sucede una vez en mil años. Jugamos muy bien toda la temporada y mantuvimos el invicto muchísimo tiempo. Nunca podés estar seguro de nada”, comentó sobre la mala racha que tuvo con el Benfica. Recién perdió en la fecha 29, la penúltima de la Liga, y vio festejar al Porto, que también ganó la Copa de Portugal. Y además, cayó en la final de la Europa League, ante el Chelsea.

UNO. Un minuto fue todo lo que necesitó para pensar su regreso al Chelsea. Su representante lo había llamado para informarle del interés del equipo que lo había dejado ir. “Hablamos un minuto y ya estaba listo. Sabía que era lo mejor para mí. No tuve ni una duda en volver”, declaró a The Guardian en 2014. No hubo espacio para preguntar si lo tendrían en cuenta como titular ni para consultarlo con su familia. “Mi esposa se fue llorando de Portugal”, confesó.

VERMEZOVIC. Vladimir Vermezovic, un ex entrenador del Partizan que trabajaba con el Spartak Trnava en Eslovaquia, lo vio jugar en el Kosice y lo recomendó al DT del seleccionado Sub 21 de Serbia, Slobodan Krcmarevic. Matic debutó en la selección juvenil el 1 de octubre de 2008, en el triunfo 1 a 0 ante Dinamarca. Dejó una impresión tan grata, que dos meses después, en diciembre, integró la selección mayor en un amistoso ante Polonia.

WEMBLEY. El estadio de Wembley no le dejó buenos recuerdos en 2010. En la final de la FA Cup, ante Portsmouth, Ballack sufrió una patada de Kevin Prince Boateng y salió lesionado al final del primer tiempo. En el banco, Nemanja esperaba la chance de jugar, pero Ancelotti eligió al lateral brasileño Juliano Belletti, un cambio que nadie esperaba. Ese partido pudo haber sido clave para él, que sintió “una gran decepción” al no poder ingresar.

XRAY. En sus registros médicos hay dos lesiones casi ridículas. La primera fue la que cortó su aparición en la Euro Sub 21 de Suecia en 2009. En el partido ante Italia, chocó con el diminuto Sebastian Giovinco (al que le saca 30 cm de altura) y se fracturó un metatarso del pie derecho. Otra, mucho menos grave, se la produjo al festejar en Wembley el título del Chelsea en la League Cup ante el Tottenham. Se dobló el tobillo y hasta Mourinho se burló de él en una conferencia de prensa.

YAYA. Una vez declaró que el jugador con el que menos le gustaría enfrentarse era Yaya Touré. “Es muy fuerte”, dijo. Pero en su primer partido como titular, en febrero de 2014, Matic anuló completamente al volante del Manchester City en el estadio Etihad. Fue un auténtico duelo de torres en la mitad de la cancha. Por su gran desempeño, Matic fue elegido el Jugador del Partido, y los hinchas del Chelsea le regalaron un nuevo apodo: La Bestia.

ZURDO. Su padre supo que sería zurdo en octubre de 1989. “Tenía 14 meses y recién aprendía a caminar. Le tiré la pelota y me la devolvió con la pierna izquierda. Después, lo hice trabajar mucho para que también pudiera darle de derecha”, contó Dragan. Siempre autoexigente, Matic recorría el kilómetro de distancia entre la canchita donde jugaba y su casa haciendo jueguitos. Si la pelota se llegaba a caer, volvía a empezar de cero.

Por Alejandra Altamirano Halle

Nota publicada en la edición de octubre de 2015 de El Gráfico