De la A a la Z

El croata Ivan Rakitic, de la A a la Z

El jugador del Barcelona no vive en los barrios más exclusivos, odia las fiestas y prefiere ver una película de vaqueros en familia antes que pasear su fama por un boliche.

Por Redacción EG ·

17 de marzo de 2015
Imagen
ARQUITECTO. Cuando terminó la escuela ya había debutado en la Swiss Super League con el FC Basel, y se presumía que su futuro podría estar asociado al fútbol profesional, sin embargo, aún conservaba el anhelo que lo acompaña desde chico: estudiar arquitectura. Por eso, se anotó en la carrera y cursó el primer año en la Universidad de Basilea, pero su peregrinaje académico se truncó en junio de 2007, cuando fue transferido al Schalke 04 alemán.

BESO. Luego de ganar la UEFA Europa League con el Sevilla, a Rakitic y a Carriço los inmortalizaron en una foto en la que se están besando en la boca, con la Copa, en primer plano, como único testigo. Según el croata, fue parte de un festejo accidental: “Me quería dar un beso normal, en la cara, pero ha salido así y justo lo pillaron. Mala suerte”. Sin embargo, Carriço no fue tan esclarecedor: “Beso apasionado, ¿no? Fue producto de la emoción y no puedo describirlo”. Dudoso.

COMPARACION. Desde que llegó al Barcelona la prensa no para de compararlo con Xavi. Harto de las preguntas sobre el tema, se encargó de aclarar que no sólo no se parece en el juego al español, sino que tampoco será el encargado de continuar su legado cuando este abandone el club. A Rakitic también se lo suele asociar con Xabi Alonso y Luka Modric, su compañero en la selección de Croacia. No obstante, está claro que él se empeña en moldear su propio estilo.

DECLARACIONES. “Respeto a los homosexuales, pero no quiero a esa gente en el vestuario. No me iría de un equipo por eso, porque respeto igual a un homosexual que a un negro, un gordo o un enano, pero de ser posible, prefiero no tener gays en mi vida. Afortunadamente, el fútbol sólo lo juega la gente sana”, aseguró Rakitic en una entrevista con Offside Magazine en 2012.  Sus palabras se le volvieron en contra dos años después, con la difusión de una polémica imagen (Ver B).

ESPAÑA. Tras un exitoso periplo de cuatro temporadas por el Schalke 04, en 2011 Rakitic fue adquirido por el Sevilla, que pagó por su pase tres millones de euros. En poco tiempo se convirtió en un referente del club andaluz y no tardó en transformarse en el capitán futbolístico del equipo. Sus excelentes actuaciones en la Liga española le valieron el reconocimiento mundial, y en el invierno europeo de 2014 le posibilitaron llegar al Barcelona.

FAMILIA. Luka Rakitic, el padre de Ivan, fue jugador de fútbol y se desempeñó en ligas regionales de Suiza y Croacia, pero nunca pudo dar el salto a un equipo profesional. Su camino lo siguió también Dejan, el hermano mayor del volante, quien continúa jugando de manera amateur. Por eso no sorprende que los anhelos de la familia se hayan depositado en el actual futbolista del Barcelona y que todo el clan lo haya apoyado en sus inicios. La tercera, esta vez, fue la vencida.

GOL. En la temporada 2006/2007, la segunda de su carrera profesional, anotó once goles en 33 partidos en la Swiss Super League. Uno de ellos, el de la quinta fecha contra el FC St. Gallen, obtuvo el premio al Mejor Gol del Año. El galardón fue merecido: Rakitic arrancó unos metros detrás de la mitad de la cancha y, en su recorrido triunfal hacia el arco contrario, dejó cinco rivales en el camino y burló la salida del arquero colocando, de emboquillada, la pelota en el ángulo.  Golazo.

HUMOR. A pesar de que por momentos transmite la sensación de ser un jugador serio, Rakitic tiene un gran sentido del humor. Desde que llegó a Barcelona, se hizo muy amigo de Messi, a quien incluyó en uno de sus divertidos tweets: “Cuando me piden autógrafos hago un garabato ficticio, para evitar problemas posteriores, pero ya no sé cómo firmar los balones de Lio. Desde que estoy aquí, ya me trajo cinco. Debe estar buscando el momento adecuado para vaciarme la cuenta bancaria”.

INICIOS. Debutó en la Swiss Super League jugando para el FC Basel, contra el Neuchatel Xamax y con apenas 16 años. En la campaña 2005/2006 sólo jugó tres partidos, pero a lo largo de la siguiente temporada se convirtió en un jugador fundamental en el armado de la mitad de la cancha de su equipo. Antes, se había formado en las categorías inferiores del Fussballclub Basel. Durante su infancia, tuvo ofertas para emigrar, pero su familia decidió que se quedará en Suiza.

JUEGO. Rakitic se destaca por su estilo polifacético. No sólo es un mediocampista central muy ordenado y aplicado a tareas defensivas, sino que también es muy inteligente para desdoblarse y pasar rápidamente a formar parte del bloque de ataque de su equipo. En la selección croata es uno de los futbolistas que comanda la contraofensiva, y en el Barcelona cumple labores en la contención. Además, tiene un guante en su pierna derecha (Ver R).

KOVAC. Es el entrenador que le dio la titularidad en la selección de Croacia y que lo convirtió en uno de los capitanes del equipo. Desde que el elegante Niko Kovac aceptó su cargo como DT de los balcánicos, Rakitic se convirtió en un futbolista indiscutible en la formación titular. En el partido del debut del Mundial de Brasil 2014, el volante fue una de las figuras croatas a pesar de la derrota 3-1.

LEGADO. Cuando llegó el momento de repartir los números en el plantel del Barça, a Rakitic le tocó el 4, el mismo que antes utilizaron, entre otros, Guardiola y Fábregas. “Es un honor llevar la camiseta que alguna vez vistió Pep, me encantaba cómo jugaba e intentaré conservar el buen nombre de su legado”, declaró el volante. Desde que los números son fijos, además de Guardiola y Cesc, ese dorsal del Barça también fue asignado a Rafa Márquez y Patrick Andersson.

MUNDIAL. Jugó las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010, pero Croacia no clasificó y tuvo que retrasar su debut en una Copa del Mundo. El estreno llegó el 12 de junio de 2014, contra el anfitrión Brasil. La Selección croata empezó ganando con un gol en contra de Marcelo, pero no pudo mantener la diferencia y terminó cayendo 3-1. Luego, derrotó 4-0 a Camerún y en tercer partido perdió 3-1 con México. Así, de mayor a menor, se despidió en primera ronda.

NACIONALIDAD. Rakitic nació en Mohlin, en el cantón suizo de Argovia, en el seno de una familia compuesta por su padre croata y su madre bosnia. Sus progenitores dejaron Croacia cuando la violencia en los Balcanes recrudeció luego de la muerte del Mariscal Tito, en mayo de 1980. Suiza, por aquellos años, era un destino muy común entre los exiliados de la península, ya que, por su condición neutral, no obligaba a los recién llegados a abandonar la práctica de sus costumbres originarias.

ORGULLO. “Felicitamos a Rekete por su reciente incorporación a uno de los mejores equipos de Europa y del mundo. Le deseamos el mayor de los éxitos”, fue el mensaje que publicó la Federación Croata de Fútbol en su página oficial, cuando Rakitic confirmó su traspaso del Sevilla al Barcelona. En Croacia es uno de los futbolistas más admirados, y la mayoría se refiere a él por su apodo, que no es más que una rara variante de su apellido

PAREJA. En Sevilla, Rakitic encontró mucho más que su consagración futbolística, porque en abril de 2013 se casó con Raquel Mauri, una peluquera española que conoció en el barrio. Sí, como en los viejos tiempos, porque cuando llegó a España el volante no se instaló en el sector residencial de Montequinto, sino en Tomares, un suburbio común y corriente en el que se cruzó con su futura esposa. Tres meses después de la boda, nació Althea, la única hija de la pareja.

QUIEBRE. En la temporada 2013/2014 su nivel no pasó desapercibido y el Sevilla empezó a recibir ofertas a rabiar por su pase. Lo pretendieron de Italia, Inglaterra y Francia, pero Rakitic eligió quedarse en España para no movilizar a su familia. Luego del Mundial 2014, fue el Barça el que se decidió por su contratación y el volante se trasladó a Cataluña. En su mejor año, jugó 52 partidos, convirtió 15 goles y dio 18 asistencias.

REMATE. En su estilo de juego (Ver J) sobresale su buena pegada. Tiene una calidad notable en el pie derecho, y es capaz de poner la pelota en donde lo desee. Por eso, no es raro que en sus clubes sea el encargado de las pelotas paradas y, a su vez, el jugador que más asistencias otorga. También suele convertir goles de media distancia, ya que además de sus atributos no tiene demasiadas inhibiciones a la hora de pegarle al arco desde cualquier sector de la cancha.

SELECCION. A los 19 años debió optar entre jugar para Suiza, su país de nacimiento, o Croacia, su nación de origen según la procedencia de su padre. Al principio se decantó por el conjunto helvético, y llegó a disputar cuatro partidos con el seleccionado Sub 21, pero más tarde se inclinó por la selección croata y desde entonces jugó 68 partidos y convirtió nueve goles. Además, con los balcánicos disputó las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de Brasil 2014.

TITULOS. A los 26 años ya ganó una Copa de Suiza con el FC Basel y una Copa de Alemania con el Schalke 04, además de la UEFA Europa League con el Sevilla. En la final del torneo continental fue elegido mejor jugador, y fue incluido en el equipo ideal de esa edición del campeonato. Su objetivo es, algún día, consagrarse en la Champions League, un anhelo al que ahora puede aspirar tranquilamente desde su sitio en el Barcelona.

UNAI. Emery asumió como entrenador del Sevilla en enero de 2014, y lo primero que hizo fue devolverle la titularidad a Rakitic, asentarlo en la mitad de la cancha y nombrarlo capitán. A partir de entonces, se convirtió en el emblema del vestuario y en el referente del equipo. Su aporte fue clave para la obtención de la UEFA Europa League y para la excelente campaña liguera del conjunto andaluz, que cerró la temporada en posición de competiciones continentales.

VILLANO. En pocas semanas Rakitic se convirtió en una mala palabra para los hinchas del Real Madrid. Es que el club merengue intentó contratarlo (a través de la influencia de Luka Modric) al término del Mundial 2014, pero el croata, al ver que los blancos también sumaban a Toni Kroos, pensó que tendría más oportunidades en el Barcelona. Fue entonces cuando hizo público su deseo de jugar con la camiseta blaugrana y, ni lerdo ni perezoso, dedicó alguna chicana a los madridistas.

WESTERN. Es fanático del cine, y uno de los géneros que más disfruta es el western, que desarrolla las historias de vaqueros en el viejo Oeste estadounidense. Suele repetir que prefiere quedarse en su casa viendo una película que salir de gira por los boliches de Barcelona, esos que tanta fama le granjearon a Ronaldinho. También le gusta el teatro y la literatura. Sin llegar a ser un intelectual, se diferencia del grueso de los futbolistas gracias a su vida tranquila y poco ostentosa.

XENOFOBIA. A pesar de que en su documento diga que nació en Suiza, sus orígenes son balcánicos. Su padre croata y su madre bosnia lo educaron en el marco de la Guerra de los Balcanes, conflicto que, a lo largo de los noventa, desnudó el odio que se tenían las distintas culturas que habitaban la península. Lamentablemente, las diferencias entre los pueblos balcánicos siguen existiendo, y más de una vez Rakitic desbarrancó con declaraciones discriminatorias hacia los serbios.

YAYA. “Tengo el mayor de los respetos por Xavi, y le admiro mucho, pero si me van a comparar con alguien, por favor háganlo con Yaya Touré. Es uno los futbolistas más sensacionales que me tocó enfrentar”, aseguró Rakitic en una de sus primeras conferencias de prensa como jugador del Barcelona. El croata se enfrentó con el marfileño en la UEFA Europa League, y no dudó en intercambiar su camiseta con él.

ZAGREB. La capital croata es la ciudad en la que nació su padre, y también el lugar que eligió el volante para involucrarse socialmente con la situación de su país adoptivo. Allí, instaló escuelas de fútbol para los chicos que no tienen acceso a los principales clubes, y también asiste económicamente a hospitales y a veteranos de guerra, que en muchos casos quedaron discapacitados o imposibilitados para trabajar.

 

Por Matías Rodríguez

Nota publicada en la edición de febrero de 2015 de El Gráfico