De la A a la Z

El faraón rojo: Mohamed Salah, de la A a la Z

Fue el héroe de la clasificación de Egipto al Mundial de Rusia y también la rompe en el Liverpool de Klopp, al que llegó tras ser la venta más cara de la historia de la Roma. Su carrera en Europa comenzó gracias a una tragedia que dejó 74 muertos, se destacó en los Juegos Olímpicos de Londres, aunque en el Chelsea nunca pudo brillar. Sus polémicas contra Israel no opacaron su impacto en las redes sociales, donde tiene más de 16 millones de seguidores.

Por Alejandra Altamirano Halle ·

04 de diciembre de 2017
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ALA. Su padre no quería que jugase al fútbol y pretendía que se enfocara en sus estudios. Cuando lo vio jugar, tuvo una revelación y le permitió continuar. “Fue como seguir una voluntad del más allá”, dijo Ghaly Salah, musulmán devoto, sobre las señales que sintió. Lo acompañó y se esforzó para pagar los cinco colectivos diarios que Mohamed tomaba rumbo a El Cairo para llegar a los entrenamientos del Al-Mokawloon, su primer  equipo, más conocido como Arab Contractors.

BABY. Tenía mucha competencia en las inferiores de Al-Mokawloon. Al principio, jugaba como lateral. “En un partido difícil con el ENPPI ganamos 4 a 0. Estábamos todos festejando menos Mohamed, que estaba llorando porque no había metido un gol. Entonces le dije que lo iba a cambiar de posición por su velocidad y pasión por marcar. Cuando pasó al ataque, metió 35 goles en una temporada con la Sub 16 y Sub 17”, contó Al Shesheni, su DT de aquel momento.

CATASTROFE. Llegó a Primera y marcó su primer gol en la Navidad del 2010 (1- 1 ante el Al Ahly). Jugó todos los partidos en la campaña 2010/2011. La liga se suspendió en marzo del 2012, tras el trágico enfrentamiento entre los hinchas del Al-Ahly y del Al-Masry con la policía, que dejó 74 muertos. El Basel organizó un partido  homenaje con la Sub 23 de Egipto. Salah entró en el ST y metió dos goles para el triunfo 4-3 de los egipcios.

DEBUT. Luego del partido solidario, los dirigentes del Basel le pidieron a Mohamed que se quedara una semana para entrenarse en el club. Quince días después, firmó su contrato con ellos. Debutó en agosto de 2012, en un partido preliminar de la Champions League ante el Molde FK de Noruega. Cuatro días más tarde, jugó su primer partido en la liga de Suiza ante el Thun. Una semana después, marcó su primer gol en el triunfo 2-0 ante el Lausanne. Nacía un ídolo.

EUROPA. Metió su primer gol en una competición de UEFA contra el Tottenham por Europa League. Fue clave para que el Basel eliminara a los ingleses y accediera a las semifinales ante el Chelsea. Logró marcar un gol ante los Blues, en el Stamford Bridge, que no alcanzó para evitar la eliminación. Finalmente, el Chelsea de Rafa Benítez terminó levantando el trofeo. Tuvo su premio consuelo: el Basel ganó el torneo local y llegó a la final de la Copa de Suiza.

FIGURA. Fue uno de los jugadores revelación de los Juegos Olímpicos 2012. Comenzó en el banco contra Brasil (que empezó ganando con gol de Neymar), pero entró en el segundo tiempo y le metió el gol del descuento (2-3). Marcelo le salvó otro tiro en la línea. Ya como titular, le hizo el gol a Nueva Zelanda (1-1) y otro a Belarús (3-1). En cuartos de final, Egipto perdió 3-0 con Japón, pero Salah quedó entre los goleadores del torneo.

GASTO. En 2014, el Chelsea compró su pase por 14 millones de libras, aunque tenía jugadores de sobra en su puesto. José Mourinho ponía a Hazard y a Willian por los costados, y para compensar en la parte defensiva, elegía a Ramires. No lo ayudó la llegada de Fábregas en la temporada siguiente. Estuvo dos años y medio en los que apenas jugó 6 veces como titular. Pasó a préstamo a la Fiorentina, como parte de pago para la llegada de Juan Cuadrado al Chelsea. Y enamoró a la Serie A.

HEROE. Metió el penal con más presión de la historia de Egipto (ver P), contra Congo a los 49 del segundo tiempo, que le dio la clasificación al Mundial y lo terminó de convertir en un héroe nacional. Uno de los empresarios más poderosos del país, Mamdou Abbas (ex presidente del Zamalek), le regaló una mansión como premio, pero Salah la rechazó y le pidió que donara dinero para su pueblo, Nagrig. La escuela industrial donde estudió, en Basyoun, ahora lleva su nombre.

INCENDIO. Su salida de la Fiorentina fue conflictiva, con cartas documento que se sucedían entre el dueño, Diego Della Valle, y el representante de Salah. En su llegada a la Roma continuaron las llamas: por un incendio en Fiumicino, el avión que traía a Salah de Londres debió esperar más de una hora para aterrizar. Cuando por fin lo hizo, los hinchas de la Roma habían bloqueado la terminal para recibirlo. En su paso por el club también estuvo encendido: 83 PJ y 34 goles.

JUEGO. Al contrario de lo que ocurrió en Chelsea, en donde ya ni siquiera tenía clara su posición, en Italia el equipo se amoldó a su llegada. Vincenzo Montella, su DT en la Fiorentina, cambió el esquema para acomodarlo. “Sinceramente, no estábamos esperando un impacto como este. Sabíamos que Salah era fuerte, pero un inicio como este va contra las expectativas de cualquiera”, aseguró Montella. En la Roma, también sorprendió a Spalletti:  “Quisiera a 4 o 5 como Mo Salah”, dijo.

KLOPP. Mientras que algunos medios cuestionaban la cifra que pagó el Liverpool a la Roma por su pase (ver N), para Jürgen Klopp fue un negocio redondo. “No puedo decir que haya sido barato. Pero es un gran jugador, del que estábamos convencidos. Ojalá siga así”, opinó el alemán, contento por los cinco goles que marcó el recién llegado en sus primeras ocho apariciones con la camiseta del Liverpool. El pase más caro les viene dando frutos.

LISTA. Es un indiscutido en las convocatorias de Héctor Cúper para la selección de Egipto, un equipo que tiene jugadores muy experimentados (como el arquero Essam El Hadary, de 44 años) pero también muchos futbolistas jóvenes que prometen: el delantero Ramadan Sobhi (20, Stoke City), Mahmoud Hassan (23, Kasimpasa) y Mahmoud Abdel-Moneim (23, Al-Ittihad) son las otras figuras de la lista del técnico argentino. Salah, con 25 años, está en su plenitud. Figura total.

MILITAR. En julio de 2014, Salah casi debió abandonar al Chelsea para regresar a su país para completar el servicio militar. Después de que su permiso de residencia por un programa de educación caducase, debía volver a Egipto. Finalmente, el ministro de educación, el primer ministro y el manager de la selección de Egipto tuvieron una reunión para destrabar la situación. Dos días después, confirmaron que Salah iba a quedar eximido del servicio militar.

NUMEROS. En la temporada que marcó el final de la carrera del gran ídolo romanista, Francesco Totti, Salah trascendió por convertirse en la venta más cara de la Roma. Tras el subcampeonato en la Serie A (con 15 goles suyos), llegó la oferta de 45 millones de euros del Liverpool más bonus por objetivos. Con eso superó los 35 millones que el Tottenham había pagado por Erik Lamela (2013) y los 32 del Bayern Munich por Mehdi Benatia (2014).

OBSEQUIO. Uno de los regalos más particulares que recibió a lo largo de su carrera fue un iPhone 7. Es cierto, comparado con los millones que gana, puede parecer poco. Pero lo curioso es que el teléfono no se lo obsequió cualquiera, sino la mismísima Apple. Tenía grabadas sus iniciales y también su nombre completo. Fue después de meterle un gol a Ghana, en noviembre de 2016, con el que Egipto continuó avanzando en su camino rumbo a Rusia 2018.

PENAL. Gracias a él, Egipto jugará un Mundial, después de 28 años. En el partido ante Congo, Salah había puesto en ventaja a Los Faraones. A dos minutos del final del partido, Arnold Bouka marcó el empate. En tiempo adicional, Hassan fue derribado en el área, y el árbitro concedió el penal que nadie quería patear. Salah se encargó de meterlo. Desaforados, los hinchas egipcios invadieron la cancha para celebrar la clasificación a Rusia.

QUEJAS. Cuando le dieron el premio al mejor jugador de la liga de Suiza, recibió una catarata de críticas en Egipto. Sus fans ultraconservadores vieron con malos ojos el saludo con la presentadora. Cuando fue a recibir el galardón, estiró la mano para saludarla, ella lo tomó por sorpresa y lo saludó con tres besos en las mejillas. “Se olvidaron del premio y se concentraron en la dama que me besó”, reclamó.

REDES. Tiene un extraordinario poder de marketing. Con apenas dos temporadas en la Roma, su camiseta fue la segunda más vendida, después de la de Totti. En redes sociales tenía más seguidores que los perfiles del propio club: 16 millones para Salah, 13,1 millones para la Roma, con este desglose: 3,2 millones de @22mosalah contra 1,8 de la Roma en twitter y 5,5 contra 1,1 en Instagram. Solamente perdía en facebook: 7,3 millones de Salah contra 8,8 millones de la Roma.

SOCIO. Al igual que él, Mohamed Elneny llegó al Basel desde El Mokawloon, pero en 2013. Salah, mucho más extrovertido, lo ayudó con la adaptación, ya que Elneny únicamente hablaba en árabe. Justo cuando Salah pasó al Chelsea, Elneny tuvo que empezar a hablar directamente con la gente en el club, mejoró su nivel de inglés y también el futbolístico. Tras una temporada como el mejor de su equipo, Elneny pasó al Arsenal de Wenger.

TOTTENHAM. Mauricio Pochettino lo quiso para el Tottenham en 2015. El DT quedó sorprendido con la actitud arrolladora de Mo Salah cuando le tocó enfrentar a la Fiorentina. El Chelsea se negó a negociar con los Spurs, ya que no quería reforzar a un rival de la Premier y prefería venderlo al exterior. Y, aunque el Inter también lo tenía en mente, terminó a préstamo en la Roma. Después, los romanos compraron su pase y lo revendieron al Liverpool. 

UNIDOS. Salah llegó a la Roma casi al mismo tiempo que Dzeko para la temporada 2015/2016. Mientras que para el egipcio la adaptación fue un trámite, el bosnio sufrió bastante. Después de malas actuaciones, quedó afuera de los titulares. Tuvieron revancha para la campaña 2016/17 y lograron consolidarse como una dupla eficiente. Salah marcó 15 goles en el campeonato italiano y dio 11 asistencias, 7 de ellas a Dzeko, que terminó sacando provecho a esta sociedad. 

VALOR. Antes de que se confirmara el pase de Salah al Liverpool, Steve Nicol, ex jugador del Liverpool en la década de los 90, opinó que el delantero egipcio no valía los 40 millones de libras que se estimaba iba a costar su pase. “Es demasiado dinero para comprar un jugador, que si todos están en condiciones, no va a jugar. ¿40 millones? No lo creo”, opinó el escocés. Pero la sociedad Coutinho-Salah-Firmino se afianza en todas las competiciones.

WAG. Su esposa se llama Magi y todavía no hay imágenes de ella en Anfield. De bajísimo perfil, Salah jamás compartió imágenes de su mujer en las redes sociales. Sí subió algunas fotos de Makka, la hija que tienen en común. La pequeña nació en Londres, cuando él jugaba para el Chelsea. Magi y Mohamed se casaron en 2013 en una fiesta multitudinaria en Nagrig, abierta a todo su pueblo. En la foto, posa irreconocible sin sus rulos característicos.

XENOFOBIA. Antes del partido frente al Maccabi Tel Aviv y el Basel por la Champions, había declarado que no viajaría a Israel. Aunque terminó haciéndolo, dio la nota durante el saludo protocolar, en el que se quedó cambiándose los botines a un costado de la cancha. En la vuelta, les estrechó la mano a los árbitros, pero puso el puño cerrado para saludar a los adversarios y lo chocó contra sus manos. Negó ser antisemita, pero jamás explicó su actitud. Reprochable.

YAKIN. Su DT durante dos años en el Basel, Murat Yakin, opinó que Salah “podría competir en una carrera con Usain Bolt”. El técnico siempre ponderó sus atributos. Por eso, cuando Salah jugaba poco en el Chelsea, lo quiso para el Spartak Moscú, el equipo que dirigía en 2014. “Espero que sea mi regalo de Navidad. Hablé con él. Haría cualquier cosa por tenerlo en el equipo, incluso suplicar”, lo pedía como regalito. Papá Noel no le concedió el deseo.

ZIDANE. “Mi ídolo era Zidane, el francés, porque también está mi compañero de la selección Mohamed Zidan. Admiré siempre a Ronaldo y a Totti. Nunca pensé que podía llegar a jugar en Europa”, confesó Mo. Su primo Hamed Ghaly era uno de los que le tenían mucha fe. “Todo el pueblo esperaba un gran futuro para él porque demostró talento desde muy chico. Quería ser como Zidane y Figo. Sabíamos que llegaría. Acá todos lo aman. Es el Messi de Egipto”, concluyó.  

Por Alejandra Altamirano Halle

Nota publicada en la edición de Noviembre de 2017 de El Gráfico