De la A a la Z

De la A a la Z: Leonardo Bonucci, el gran soldado

El defensor emblema de la Juventus y de la selección de Italia es uno de los jugadores más ponderados del fútbol mundial. Ocupa el selecto grupo de futbolistas preferidos por Pep Guardiola, al que le dijo que no, por priorizar a su familia. El año pasado mientras se lo disputaban Chelsea, United y el City, casi abandona la actividad por la enfermedad de uno de sus hijos. Come ajo para espantar rivales y también hace huir a los ladrones.

Por Alejandra Altamirano Halle ·

02 de marzo de 2017
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ADN. Nació el primer día de mayo de 1987. Hijo de Dorita y Claudio, quien se tatuó ‘LB19’ en su muñeca derecha. Hermano de Riccardo, 4 años y medio más grande que él. Creció en la ciudad de Viterbo, en la región de Lazio. “Cuando Leo jugaba en las infantiles del Pianoscarano, el club del barrio, me decía que de grande iba a jugar en la selección y yo sonreía sin que me viera. Jamás le impedí cultivar su sueño. Lo más importante era la educación, y siempre le fue bien en los estudios”, declaró Dorita.

 


BOCA. En el 2000, empezó a jugar en el Viterbese, a veces como volante central y otras como externo. Cuatro años después, jugando para el primer equipo (en Serie C), el DT Carlo Perrone le cambió el rol y lo puso a jugar de defensor central. Llegó a préstamo al Inter Primavera (equipo Sub 19 del club) y fue de pretemporada a Abu Dhabi. Su recuerdo más memorable: un amistoso ante Boca y otro ante el Feyenoord. El Inter quedó conforme con su desempeño y compró su pase por 30.000 euros. 

 

CARRERA. Debutó con el Inter en la Serie A en el último partido de la temporada 2005/06, ante Cagliari. Pero volvió a jugar con el equipo Primavera hasta julio de 2007, cuando recaló en Treviso (33 PJ en Serie B). Después de un paso a préstamo en el Pisa (18 PJ, 1 gol), llegó al Bari, donde formó una dupla consistente en defensa con Andrea Ranocchia. En julio del 2010, firmó con la Juventus. Lleva ganados cinco títulos de Serie A, dos Coppa Italia y tres Supercopas.

 

DIEZ. Por muchos años, Bonucci jugó en la posición de cinco y como enganche. Según él, es por eso que la gente lo considera un defensor con buen pie. En la última Eurocopa sorprendió la gran efectividad y el poder incisivo de sus pases. “Nunca usé la diez, porque me la hubiera creído. Pero al final, uno más nueve es diez, supongo que terminé usándola”, bromeó el defensor que usa la 19 tanto en la Juventus como en la selección de Italia.

 

EURO. En la clasificación a la Euro 2016, Bonucci fue el defensor que más pases hizo. Completó 767. Siguió luciéndose en el torneo europeo: primero, ante Bélgica, al neutralizar a Hazard y a De Bruyne. Además, se destapó con una asistencia magistral (a más de 40 metros) para Emanuele Giaccherini. Repitió un gran rendimiento ante Suecia y fue el capitán en la derrota ante Irlanda. Fue elegido el hombre del partido en el triunfo 2-0 ante España, con una solidez absoluta en defensa.

 

FUORI.  Ante Alemania, por el pase a semifinales de la Euro 2016, Bonucci había hecho un gran papel. A 12 minutos del final, marcó el empate, de penal, que le dio otra vida a Italia frente a los campeones del mundo. Nunca antes había pateado penales, excepto en tandas. Tras el empate 1 a 1 , ya en la definición por penales, Bonucci pateó al palo derecho de Neuer; pero, esta vez, el arquero alemán le tapó el remate. Alemania ganó 6-5 e Italia quedó afuera.

 

GIGI. El mejor amigo que le dejó el fútbol es Gianluigi Buffon. “No es humano. Gigi tiene la desgracia de darse cuenta sólo en los partidos. Yo tengo la suerte de respirarlo, vivirlo, mirarlo en los entrenamientos; tanto en el vestuario, como en la mesa. Respiro la actitud de un ganador y un campeón. Es mi mejor amigo del fútbol y un ejemplo para mí. Siempre tiene la palabra correcta en el momento adecuado, me comparo con él en todo. Es inteligente y preparado”, elogió al arquero de la Juventus.

 

HALITOSIS. Totti y Gervinho recordarán de por vida la marca de Bonucci en el partido Juve- Roma en 2014. Por consejo de su coach motivacional, Alberto Ferrarini, el defensor comió dientes de ajo y les respiró en la cara a los delanteros. “Los soldados de hace cientos de años comían ajo para mantenerse fuertes, saludables y lúcidos en una batalla. Leo es un soldado”, declaró Ferrarini. En un partido caliente (tres penales en el PT y tres expulsiones), Bonucci marcó de volea el 3-2 definitivo.

 

INTERCAMBIO. En 2009, cuando finalizó su préstamo en el Pisa (que terminó descendiendo a la Serie C en la última jornada), Bonucci quería seguir en el Inter. Sin embargo, fue moneda de cambio en la negociación entre los dirigentes interistas cuando sumaron a las dos figuras del Genoa: Diego Milito y Thiago Motta. Bonucci no jugó un solo partido en el equipo genovés y fue transferido directamente al Bari, donde se reencontró con su ex DT del Pisa, Giampiero Ventura.  

 

JUVENTUS. Tras una gran campaña con el Bari, la Juventus lo compró en 15 millones de euros. En su primera temporada cometió muchos errores, que le costaron varios puntos a la Juve. Los hinchas comentaban en los foros que el defensor del Bari que debían haber comprado era Ranocchia. Conte les probó lo contrario, potenciando todas sus cualidades. Trabajó junto al coach Ferrarini, quien lo encerró, lo insultó y, si respondía, le daba un puñetazo a Bonucci en la panza. Se hizo a las piñas.  

 

K9. Leonardo Bonucci no escatimó en gastos para su casamiento con Martina Maccari, la madre de sus hijos Lorenzo Filippo (4) y Matteo Marco (2). El festejo para un centenar de invitados se hizo en un resort de lujo en Montalcino, Siena. A pedido del novio, contrataron un servicio de cuidado canino. Una persona se encargó del cuidado de su pinscher miniatura, Lubi, durante la ceremonia religiosa, el baile, la cena y el show de fuegos artificiales que tiraron cuando cortaron la torta. 

 

LAVADO. Su festejo insignia cuando marca algún gol es el gesto de lavarse la boca, que surgió de las discusiones futbolísticas con sus amigos. “Son del Inter, Milan, Lazio. Cuando discutíamos nos decíamos ‘lavate la boca’. No es un insulto para ninguno. A los hinchas les gusta, cuando me saludan por la calle no me dan la mano, hacen el gesto de festejo. Tengo respeto por los hinchas de la Juve y de todos los otros equipos, porque quien ama este deporte merece sólo respeto”, explicó. 

 

MATTEO. “Eres nuestro campeón, has ganado el partido más difícil”, es la frase que le repite a su hijo Matteo, quien se recuperó de una enfermedad que lo tuvo seis meses en tratamiento. “Le habían removido una pequeña hernia inguinal, una tontería. Pero nos quedó la sensación de que se había convertido en un nene diferente, entonces lo vio una doctora maravillosa que encontró una patología aguda. Lo operaron al día siguiente por 8 horas. Pensé en dejar el fútbol", confesó Bonucci.

 

NESTA.  “Alessandro Nesta siempre fue el jugador al que admiré, pero ahora todos me llaman ‘Bonnie Bauer' por Beckenbauer, incluso los fans. Me llegan mensajes en Twitter sobre eso, me hacen sonreír, pero para llegar a ese nivel todavía tengo mucho trabajo por hacer”, confesó Bonucci. No solo los hinchas lo ponderan. La Gazzetta dello Sport lo definió como un “mix de Franz Beckenbauer y Franco Baresi”, otro de los mejores defensores centrales de la historia del fútbol. 

 

OBJETIVO. Todavía tiene la espina clavada por la eliminación de la Juventus ante el Bayern Munich en la Champions League 2016, cuando la Vecchia Signora quedó afuera en octavos de final. Por eso, se puso como meta llegar mínimamente a semifinales en esta edición, para transformar esa desilusión en una gran victoria. “Queremos alzarla en el cielo. Lo intentaremos”, se esperanzó en una entrevista con Tuttosport. 

 

PEP. Guardiola confesó que Bonucci era uno de sus jugadores favoritos de todos los tiempos cuando todavía dirigía al Bayern Munich. Cuando el catalán armó su plan de acción para el Manchester City, pidió a los dirigentes que hicieran el mayor esfuerzo para comprar su pase. Bonucci, en plena lucha por la salud de su hijo, prefirió quedarse en Italia. Aunque reconoció la tentación de tenerlo a Pep como DT: “Sería un hipócrita si dijera que no me interesa”. 

 

QUIMICA. El ex DT de la Juve, Antonio Conte, fue el primero en posicionar juntos a la BBC: Barzagli, Bonucci y Chiellini. Trabajó duro con ellos hasta que logró que se movieran y funcionaran en defensa como relojitos suizos. “Nos conocemos tan bien que en la Selección no tenemos que practicar tantos movimientos defensivos.   Mis compañeros son dos bulldogs”, los definió Bonucci. 

 

RESPETO. La relación con los hinchas de la Juve no fue amor a primera vista. Pasó de ser resistido a idolatrado. Todo cambió en la temporada 2012/13, cuando estaba suspendido en la visita a la Fiorentina. Prefirió tomar asiento con los fans en la popular, sacarse fotos con los hinchas y alentar a sus compañeros. Los videos de Bonucci festejando desencajado los dos goles de la Juventus se viralizaron y terminaron por conquistar a los tifosi, que hoy lo tienen de ídolo.

 

SUFRIMIENTO. Cuando era chico tuvo dudas sobre si iba a poder seguir jugando al fútbol por padecer la enfermedad de Osgood-Schlatter, una patología común entre los chicos que practican deporte. Esta dolencia, que se genera cuando se produce sobrecarga mecánica en la zona de crecimiento de la tibia, causa hinchazón. Se perdió casi cinco meses de actividad por el dolor. “Me despertaba en el medio de la noche con dolor en mis rodillas”, contó a La Stampa en 2010.

 

TIFOSI. Bonucci se sentía la oveja negra de su familia llena de interistas. Se hizo hincha de la Juventus por unos tíos juventinos que, según él, “lo desviaron”. A su hijo Lorenzo, lo descarriararon sus compañeros del jardín, que lo hicieron fanático del Torino. “O le prohibía juntarse con sus amiguitos o lo dejaba así. Lo tengo corriendo por la casa haciendo la cresta de Gallo Belloti”, contó a Sky, sobre las andanzas de su hijo mayor imitando al número 9 del rival de la Juve. 

 

UEFA. Con 261.030 votos, Bonucci fue elegido en el once ideal de la UEFA del 2016. El dream team de los 7.1 millones de visitantes que votaron en el sitio uefa.com estuvo compuesto por: Buffon; Sergio Ramos, Boateng, Bonucci, Piqué; Modric, Kroos, Iniesta; Messi, Griezmann y Cristiano Ronaldo.“Estoy orgulloso de ser parte de este brillante 11 y me inspira a seguir mejorando. Todo el crédito es de ustedes por votarme. Gracias”, tuiteó el defensor de la Juve.

 

VALIENTE. En 2012, cuando salía de una concesionaria Ferrari junto a su mujer y su primer hijo, un delincuente con la cara descubierta le apuntó con un arma, lo tomó de una mano y le pidió el reloj. El jugador se quedó inmóvil para desconcertarlo y, con la mano que tenía libre, le pegó una piña al ladrón, que huyó con un cómplice que lo esperaba en una moto. Intentó perseguirlos sin éxito e hizo la denuncia policial. 

 

WEB. Tiene su propio sitio web (www.leonardobonucci.it) con su autobiografía, galerías de fotos, noticias, sus campañas promocionales, las novedades sobre sus acciones solidarias (es padrino de un hospital y cede sus camisetas para subastas). Además, hay un Social Wall con las publicaciones destacadas y acceso a sus perfiles en redes sociales. En su página de facebook tiene 1.711.000 de fans, suma un millón de seguidores en twitter y 1.6 millones en instagram.

 

X. Aunque la síntesis del Bari-Udinese de mayo de 2010 diga que resultó en empate 3 a 3 (una x según las apuestas del prode italiano) para la justicia italiana ese partido no repartió puntos. El defensor Andrea Masiello, compañero de Bonucci en el Bari, confesó haber aceptado sobornos para perder. Masiello admitió el arreglo de los partidos del Bari frente a Palermo, Sampdoria, Bologna y Lecce. Ante este último, marcó un gol en contra por el que le ofrecieron 50.000 euros.

 

YO. “Con Masiello nunca tuvimos ningún tipo de amistad. Imagino que él podía tener cierta envidia del crecimiento de mi carrera futbolística, cuando él ya estaba en su último mejor momento. Tenemos el mismo representante, Davide Torchia, y me ha contado que él decía que le carcomía que yo haya terminado en la Juventus”, declaró sobre sus diferencias con quien lo implicó en el escándalo. La fiscalía había pedido 3 años y 6 meses de suspensión, pero Bonucci probó su inocencia y fue exonerado.

 

ZENIT. Por su explosión en el Bari, estuvo en la mira del Zenit. En 2011, lo pretendía Luciano Spaletti, el DT del equipo ruso, pero no lo convenció la oferta económica. El año pasado, el italiano dejó pasar la propuesta del Manchester City, que le quiso duplicar sus ingresos y ofreció más de 60 millones de libras por su pase. José  Mourinho lo quiso para el Manchester United. Conte también lo pidió en el Chelsea. Mientras tanto, Bonucci sigue agigantándose en la Juve.

 

Por Alejandra Altamirano Halle

 

Nota publicada en la edición de febrero de 2017 de El Gráfico