Primera División

El triunfo no le alcanzó: finalmente Nueva Chicago descendió a la B Nacional

A pesar del 2-1 a Quilmes, los respectivos empates de Huracán (1-1 con Belgrano) y Temperley (0-0 con Argentinos) lo dejaron sin chance de ilusionarse con un desempate.

Por Redacción EG ·

09 de noviembre de 2015
Imagen El equipo de Mataderos se fue al descenso.
El equipo de Mataderos se fue al descenso.
Nueva Chicago se fue al descenso. A pesar de haberle ganado 2-1 a Quilmes, la ilusión no alcanzó: los empates de Huracán (1-1 con Belgrano) y Temperley (0-0 con Argentinos) sellaron su suerte. 

Era una parada difícil para los de Mataderos, que igual llegaron a esta final con Quilmes con la esperanza intacta de que ocurriera algún milagro. Es que si Belgrano o Argentinos Juniors le ganaban a Huracán o a Temperley, respectivamente, y el equipo de Rubén Forestello ganaba su partido, hubiese habido un desempate histórico para ver quién jugaría la próxima temporada en la Primera B Nacional.

Nada de eso sucedió. Chicago empezó rápidamente ganando su partido con el gol de Gagliardi, y más tarde, el estadio República de Mataderos festejó el gol de Lucas Zelarrayán, para que Belgrano le ganara transitoriamente a Huracán. Hasta ahí, había desempate. Pero la alegría se pinchó con el gol en contra del Chiqui Pérez, que decretó la igualdad en el Ducó. Por otro lado, en la cancha de Temperley, ninguno se sacaba ventaja.

Quilmes consiguió igular a través de Braña, pero Chicago, el que nunca se rindió, volvió a ponerse en ventaja . Una ventaja que no fue suficiente: en las otras canchas, todo quedó igual.

“Hay que darle un aplauso a los jugadores por todo lo que entregaron, por no haber bajado nunca los brazos. La verdad es que luchamos con mucha dignidad. Estoy muy orgulloso de este plantel”, esbozó con los ojos vidriosos a punto de explotar Rubén Forestello, el técnico de Chicago, luego de la victoria, la quinta en forma consecutiva, que no le alcanzó para mantener un lugar en la máxima categoría.

La algarabía la vivieron los hinchas quemeros, que toda esta semana estaban preocupados por las dos caras diferentes que exhibió su equipo: uno en el torneo local y otro en la Copa Sudamericana. Ahora, podrán aguardar tranquilamente y con ansias el partido contra River, que definirá a uno de los finalistas del certamen sudamericano.

“Hemos logrado el objetivo principal que teníamos para este año, que era la permanencia. Ahora se va a poder disfrutar un poco más el presente en la Sudamericana”, deslizó Cristian Espinoza, el artífice del gol que selló la victoria en el Monumental por las semifinales de la Copa. “Es difícil llevar tres competencias a la vez, esto nos va a servir de experiencia de cara al año que viene”, concluyó el pibe de 20 años.

Quienes se fueron contentos también fueron Argentinos, que se clasificó a la Pre Sudamericana, y Temperley, que jugará un año más en la Primera. Pipo Gorosito le puso un poco de pimienta a sus declaraciones pospartido: “No pateamos ni nos patearon. El empate nos convenía a ambos”, manifestó el técnico que abandonará su cargo a fin de año.

Matías Escobar