Primera División

CRÓNICA DE UN PRESENTE ANUNCIADO

La categórica eliminación de River en Belo Horizonte puso de manifiesto un deterioro futbolístico y de jerarquía que ha ido creciendo, año tras año, desde la epopeya de Madrid y, puntualmente, tras la final de Lima contra Flamengo.

Por Juan Más ·

19 de agosto de 2021

Durante años se ha escuchado decir que Gallardo solucionaba todo en River, que no importaban las ventas de los jugadores más importantes "total está Gallardo" como si esa permanencia en el cargo del DT garantizaba éxitos continuos.

Y la realidad indica que Gallardo es un excelentísimo entrenador, el mejor de Argentina y, posiblemente, del continente, pero no es un mago.

El River de Gallardo se ha ido reiventando constantemente pero eso no significa que haya mejorado su nivel, sobre todo si le van sacando las mejores herramientas de trabajo año tras año, que son sus figuras.

 

 

River ha pasado de ser dominador casi absoluto del continente (2018/19) a ser muy competitivo (2020), hasta finalmente reconocer la abrumadora superioridad de un conjunto más calificado en el presente como el Mineiro de Cuca, quien lo barrió de los cuartos de final por un global de 4-0.

Por el contrario, tras la final que perdió en Lima frente a Flamengo, el Millonario ha bajado considerablemente el nivel de sus actuaciones año tras año y tan solo ganó dos títulos desde entonces (la Copa Argentina en diciembre de ese 2019 ante Central Córdoba y la Supercopa contra Racing en marzo de este año tras un 2020 en blanco).

La primera venta que le generó un hueco gigante a Gallardo en el mediocampo fue la de Exequiel Palacios, vendido por cláusula a Bayer Leverkusen a fines de 2019 y por la cual a River le ingresaron más de 13 millones y medio de Euros.

 

 

Gallardo modificó su esquema clásico de 4-4-2 y pasó a defender con 3, soltando a Casco y Montiel como carrileros. River dispuso en el segundo tiempo de la final de Madrid un mediocampo de lujo (Palacios, Enzo Pérez, Nacho Fernández, Pity Martínez, Juanfer Quintero) y durante gran parte de 2019 (incluso en la final contra Flamengo) su medio era su marca registrada: Palacios, Pérez, Nacho Fernández y Nicolás De la Cruz.

Es decir que la baja del Pity Martínez la supo suplir pero la de Palacios, no. Es cierto que River ha tenido grandísimos partidos durante 2020 e incluso en 2021, pero lejos de lo mostrado años atrás. 

Sus suplentes también han bajado en calidad. Llegó un momento en que Gallardo se daba vuelta para buscar soluciones y ya no encontraba los rostros de Ignacio Scocco, Juanfer Quintero o Lucas Pratto, por citar algunos casos. Es decir, jugadores que daban soluciones y modificaban resultados para mejor.
 

Imagen Pratto y Armani llegaron el mismo día a River a principios de 2018 para ganar la Libertadores y cumplieron con el objetivo.
Pratto y Armani llegaron el mismo día a River a principios de 2018 para ganar la Libertadores y cumplieron con el objetivo.
 
River apostó fuerte a principios de 2018 con el objetivo de ganar la Libertadores tras el cachetazo propinado por Lanús en las semis de 2017. Y por eso desembolsó fortunas por Pratto, Franco Armani, Quintero y Bruno Zuculini.

Tres de esos cuatro fueron claves para lograr el objetivo final. A mitad de ese 2018 perdió a Marcelo Saracchi (gran venta al Leipzig alemán) y confió en que Casco finalmente estuviera a la altura como lateral izquierdo y respondió satisfactoriamente

Para defender el título a principios de 2019 Rodolfo D'Onofrio contrató a Matías Suarez, Fabrizio Angileri, Robert Rojas y Jorge Carrascal. River mantuvo la base campeona de 2018, ganó la Recopa Sudamericana, fue finalista de América y obtuvo la Copa Argentina en otro gran año (en junio sólo incorporó a Paulo Díaz pero mantuvo a sus figuras).

Luego dejó pasar 2 mercados de pases durante 2020 sin incorporaciones. Sumado a la baja clave de Palacios, a mediados de 2020 (en plena pandemia) se desprendió de Quintero y perdió a una pieza vital en el fondo: Lucas Martínez Quarta.  

Gallardo trató con Paulo Díaz y Robert Rojas para suplir esa baja, incluso con ambos (junto a Pinola en una línea de 3) pero no fue lo mismo. La dupla MQ-Pinola daba garantías pero perdió a uno de ellos en la mitad de la Libertadores. 

Imagen Gallardo consuela a Nacho tras la eliminación ante Palmeiras. Sería su último partido con la camiseta de River antes de partir al Mineiro.
Gallardo consuela a Nacho tras la eliminación ante Palmeiras. Sería su último partido con la camiseta de River antes de partir al Mineiro.
Tras la eliminación a manos de Palmeiras a principios de este año, River se autopropinó un golpe aún más potente: le vendió a Nacho Fernández a un competidor directo: Atlético Mineiro. 

El volante, considerado por propios y extraños como "el mejor jugador del fútbol argentino", necesitaba una venta, River no se la negó y Nacho siguió compitiendo, como él quería, en el fútbol brasileño.

¿Qué hizo Gallardo para contrarrestar semejante pérdida? Apostó por Palavecino y Paradela, quienes hasta ahora continúan en proceso de adaptación. Le dio la '10' a Carrascal para darle un golpe anímico favorable (aún no lo logró) y le dio la manija del equipo a De la Cruz.
 

Imagen Gallardo y D'Onofrio junto a todos los refuerzos de River en el primer mercado de pases de 2021
Gallardo y D'Onofrio junto a todos los refuerzos de River en el primer mercado de pases de 2021
 
Además, contrató a otros 4 futbolistas en el primer mercado del 2021: Agustín Fontana, Alex Vigo (suponiendo una futura venta de Montiel), y repatrió a Jonatan Maidana (lejos del nivel del campeón de América 2015 y 2018) y a David Martínez, tras su buen paso por Defensa y Justicia.

Salvo Martínez y los primeros partidos de Palavecino, el resto (con Palavecino incluido) siguen en proceso de adaptación al Mundo River. Maidana vino a sumar desde "el lugar que le toque" y la realidad indica que el nivel futbolístico de River ha bajado considerablemente.

Si bien terminó encontrando una buena defensa con Montiel, Díaz, Martínez y Angileri, tras el primer semestre sufrió dos bajas más de dos pesos pesados: Rafael Santos Borré (el goleador de la era Gallardo) se fue libre a Frankfurt y Montiel ya firmó con Sevilla.

 

 

Es decir, perdió a dos futbolistas de selección e históricos de un ciclo ganador y formidable, nuevamente, en la mitad de la Copa. Es cierto que repatrió a Enzo Fernández para reforzar la zona que más se resintió como el medio (Pity, Palacios, Nacho, Juanfer, etc) y a Braian Romero (reemplazo directo de Borré), pero el entrenador los tuvo que soltar a la cancha con pocas prácticas encima.

River ha bajado considerablemente su nivel en este 2021 (el más flojo desde que asumió Gallardo a mediados de 2014, sin dudas) y siguió perdiendo jerarquía (Nacho Fernández, Borré y Montiel).

La contracara es Mineiro y el fútbol brasileño en general. A pocos días de River vender a Montiel, el Galo incorporaba a un delantero de notable jerarquía como Diego Costa para encarar la recta final del año con más potencial.
 

Imagen La final que River perdió increíblemente en Lima con Flamengo fue el principio del decaimiento del Millonario.
La final que River perdió increíblemente en Lima con Flamengo fue el principio del decaimiento del Millonario.
 
Flamengo, por su parte, ha seguido creciendo tras vencer a River en Lima a fines de 2019 mientras que el Millonario ha ido decayendo año tras año después de aquellos minutos finales y fatales en donde se le escapó una Copa que "ya tenía ganada"

Brasil le está sacando una diferencia notable al fútbol argentino (en materia de equipos y competencia local) en cuanto a presupuestos y resultados. La derrota de River con Mineiro fue la primera que sufre de manera categórica (en una serie) desde que asumió Gallardo.

River ha perdido jerarquía en su plantel de manera gigante, no ha sabido reemplazar a varias de sus últimas figuras y el éxodo pareciera que se no se termina en Montiel. Gallardo y compañía deben cruzar los dedos para no "perder" en estos pocos días que aún le quedan al verano europeo a Angileri, De la Cruz y Álvarez.

Gallardo apuntará ahora como nunca sus cañones al torneo local, una competencia que le ha sido esquiva desde el vamos. Buscará coronar sus últimos meses de contrato con el título que le falta tras no poder estar a la altura, por primera vez, en el plano internacional.

 

FOTO E PORTADA: Fotobaires