Primera División

BORRÉ Y GOLES NUEVOS

La partida del goleador de la era Gallardo no tomó por sorpresa al entrenador, que se movió rápido y encontró en Braian Romero el reemplazante. Repasamos la historia del nuevo atacante ”Millonario”.

Por Pablo Bomarito ·

06 de julio de 2021

Braian Romero puede ser considerado uno de los “laburantes” del fútbol argentino. Su carrera comenzó en el ascenso, escalando peldaño a peldaño el camino a primera esperando “La” oportunidad.

El golpe al mentón

En noviembre del 2012 todos los sueños de Brain Romero parecían opacarse por una pesadilla. Por una serie de dolores en el cuerpo hizo una consulta médica, y después de varios estudios el diagnóstico era demoledor: artritis reumatoidea. De allí en más pasó por todos los estados, hasta el extremo de no poder moverse de la cintura para abajo. En esa época, la de Acasusso en el inicio de su carrera, fue la prueba de fuego. Los tratamientos no funcionaban, la medicina no le daba respuestas y se aferró a Dios. Después de esa decisión y de un año y medio sin poder patear una pelota, volvió a caminar, trotar y jugar. La vida le había dado una segunda oportunidad, de allí en más se convirtió en un hombre de fe.

Los goles de acá

A modo de “spoiler” aclaramos que Braian Romero se “destapó” como goleador de la mano de Hernán Crespo en Defensa y Justicia, hasta ese momento era un “delantero por afuera” o extremo, como la modernidad manda denominarlos.

Su carrera comenzó en Acassuso donde jugó 78 partidos, convirtió 9 goles y llegó a un promedio de gol no tan bueno, 0,12 por partido, un tanto cada 10 encuentros.
En el año 2014 pasó a Colón de Santa Fe, donde jugó 20 partidos convirtió 5 goles y llegó a un promedio de 0,25 por partido, un tanto cada cuatro encuentros.
En el 2016 arribó a Argentinos Juniors que pugnaba por volver a primera división y allí se convirtió en referencia de ataque. Jugó  68 partidos, convirtió 22 goles y llegó a un promedio de 0,32 por partido, un tanto cada tres encuentros.

Una chance grande

Ariel Holan posó sus ojos en él e Independiente apostó por sus servicios. Llegó en el 2017 por sus buenas actuaciones como extremo tanto en el ascenso como en primera. A Braian no le fue del todo bien, más allá de jugar con continuidad su rendimiento no fue el mejor. Jugó 38 partidos, convirtió 5 goles llegando a un promedio de 0,16, un tanto cada 10 encuentros.
Del “Rojo” saltó a Paranaense donde convirtió un gol en la final de la Suruga Bank 2019, en la victoria por 4 a 0 frente al Shonan Bellmare de Japón.
Su estadía en Brasil duró 24 partidos, donde convirtió 3 goles y un promedio de 0,13. un tanto cada 10 encuentros, sus números habituales.

Varela, tierra de oportunidades

Después de Brasil, y jugar un puñado de partidos en Independiente, nuevamente le tocó emigrar, esta vez a Defensa y Justicia, donde encontró a la persona que cambió su vida futbolística: Hernán Jorge Crespo.

El entrenador vio lo que otros no vieron o no supieron, lo cambió de posición , sacándolo de las bandas y ubicándolo al centro de ataque, un lugar que “Valdanito” conoce de memoria.

En los torneos de Conmebol 2020/21 logró lo que ningún otro jugador pudo en ambas competencias, acumulando 18 tantos en 18 partidos jugados:

Desde su llegada a Defensa y Justicia registra 21 goles en 34 partidos jugados. Lo que da un promedio de 0,62, un gol cada partido y medio aproximadamente.

Braian Romero sigue escalando en su carrera, alguna vez estando casi postrado en una cama y con la posibilidad de no poder volver a caminar se convirtió en un hombre de fe, los cuales según la liturgia cristiana son los que afrontan las dificultades más grandes; esas que dan los premios más importantes.