Primera División

El fútbol argentino se despide de 94 goles

Ocho de los 13 máximos goleadores del último torneo cambiaron o están muy cerca de cambiar de equipo. Ser goleador es casi un sinónimo de ser transferido. Las joyas, los históricos y por qué hay excepciones.

Por Redacción EG ·

10 de julio de 2017
Sebastián Driussi (17): peleó palmo a palmo por ser el máximo goleador del torneo, pero en las últimas fechas se cayó como también le pasó a su club, River. La salida al Zenit, turbulenta por el caso del dóping, se concretó en US$ 26 millones, en lo que será la transferencia del mercado de invierno. Para el Millonario, que tenía aspiraciones de mantener el equipo en vistas a la Copa Libertadores fue una baja sensible, que buscaron reemplazar con otro delantero del fútbol local.

Imagen Mariano Pavone
Mariano Pavone
Mariano Pavone (13): Vélez zafó y mucho influyeron los goles del Tanque, pero a fin de temporada manifestó que quería cambiar de aire. Tenía casi todo arreglado con Estudiantes, club que lo vio nacer. Para él será una nueva oportunidad a los 35 años. En el Pincha no reemplazará a un jugador especial, sino que peleará un puesto.  

Ignacio Scocco (12): para cubrir la ida de Driussi, el rosarino dejó Newell´s y se mudó a Núñez. Llegó libre por la deuda que tenía el club con él, pero tuvo que resignar una buena cantidad de dinero. A los 32 años, sigue vigente y tendrá un nuevo desafío en su carrera. Su puesto lo ocupará el armenio Guevgeozián, proveniente de Temperley.

Fernando Zampedri (11): el delantero está a un paso de Rosario Central a cambio de 2 millones de dólares. Atlético Tucumán despide este martes en el partido de Copa Sudamericana a su figura. En su nuevo equipo compartirá delantera con Marco Ruben, Germán Herrera y Fabián Bordagaray. En cambio, el que se fue en ese puesto es Teófilo Gutiérrez.    

Gustavo Bou (11): ya se había enfrentado con los dirigentes en otro mercado de pases, pero esta vez en Racing no lo pudieron contener. A cambio de 8 millones de dólares, seguirá en la escudería del representante Bragarnik, ya que su futuro es en el Xolos de Tijuana mexicano. Era previsible que cambiara de aire y en la Academia confiaron que era el momento justo para darle lugar a Lautaro Martínez.

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Emiliano Rigoni (11): en Independiente combinó muy buenas actuaciones con otras más deslucidas. Sus goles valieron millones. En las próximas horas se espera una oferta grande de Europa, que podría ser del Ajax. Holan ya le avisó: “si se va que, que sea a un club del exterior de primer nivel”.

Fernando Coniglio (11): no es fácil ser figura en Olimpo y el delantero surgido en Rosario Central lo logró. Tras jugar en el ascenso, dio el salto a Primera y fue fundamental en la permanencia del equipo. Si todavía no se confirmó su salida es porque en Bahía Blanca piden mucha plata, pero en Avellaneda los dos equipos se pelean por tenerlo.

Sebastián Palacio (10): no lo confirmaron desde Talleres, pero en México lo dan por hecho. La compra del Pachuca del 50% del pase no hace más que avalar el buen rendimiento del delantero en el último torneo. Y como buen goleador del fútbol argentino, emigrará rápido.

Imagen Darío Benedetto
Darío Benedetto

¿Por qué no se van los otros?



La duda es qué sucedió con los otros cinco y las hipótesis varían. En el caso de José Sand (15) y el Chino Luna (12) se sienten en su casa y no tienen deseos de cambiar de club. Lo de Benedetto (21) y lo de Alario (12) es más fácil: sus entrenadores lo quieren, al menos, para el próximo semestre. Mientras que el quinto mosquetero es Nicolás Blandi (11), quien recibió ofertas, pero se quedaría para jugar la Copa Libertadores.