Análisis

Mantenerse en competencia, el otro objetivo de Gallardo

Al DT de River le interesa superar esta serie ante Chapecoense no sólo para acercarse a la conquista de un nuevo título y conservar en alto la moral del equipo sino para no perder ritmo de cara al Mundial de Clubes.

Por Diego Borinsky ·

26 de octubre de 2015
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Después de seguir sumando horas de vuelo para ganar de taquito el campeonato mundial de kilómetros en el aire durante 2015, River ya está en Chapecó. Ha sido una verdadera amansadora la travesía que le tocó protagonizar este año al equipo del Muñeco: dos viajes a Monterrey (ni siquiera al DF), uno al norte de Perú (ni siquiera a Lima), otro a Quito, uno a Japón más otro que se suma a fin de año, y hasta los cortitos a Brasil implican un desgaste impensado porque en la ciudad de destino no hay migraciones (y hay que ir un poco más lejos y seguir sumando millas) o porque una tormenta lo obliga a hacer tiempo en el aeropuerto donde han ido a hacer migraciones. O porque ocurren las dos cosas, como en este caso. Cuando después se hace el análisis de un partido, estos factores no se tienen en cuenta, parecen olvidarse. Y no está bien. Porque influyen. River ha perdido muchísimos días de entrenamiento en el año, acumuló una pila de horas en las que no pudo aprovechar el descanso. Y la sumatoria termina siendo devastadora.

Este miércoles, River irá en busca de una nueva semifinal internacional. Le ganó 3-1 la ida al Chapecoense, así que el empate, la derrota por un gol y hasta una caída por dos goles, siempre que River convierta al menos dos, le garantizará la clasificación (2-4, 3-5 o más). Si pierde 3-1 habrá penales y si cae por 2-0 quedará afuera de la Copa Sudamericana. Gallardo intentará conservar el invicto en estas series mata-mata: hasta aquí no ha sido eliminado en un cruce directo por torneo internacional. Ha salido airoso en sus cinco emparejamientos de la Sudamericana pasada (Godoy Cruz, Libertad, Estudiantes, Boca y Nacional de Medellín), superó a San Lorenzo por la Recopa, se impuso en los 4 cruces directos de la Libertadores (Boca, Cruzeiro, Guaraní y Tigres), ya pasó a Liga de Quito en la actual edición y, si lo logra con Chapecoense, sumará su 12ª. serie invicta, desde que Gallardo dirige al equipo.

Seguir avanzando en esta Sudamericana es fundamental para el DT. No sólo para continuar aceitando el funcionamiento de su formación, que ha decaído desde el regreso de la Suruga, y para que sus hombres recuperen la confianza con buenas actuaciones. No sólo por el valor de ganar un nuevo trofeo que incremente la cosecha internacional de este tiempo mágico en la historia del club, sino porque para el DT es fundamental mantenerse en competencia. En caso de ser eliminado de esta Copa, como el campeonato doméstico concluye el 8 de noviembre, si River se queda sin Sudamericana, tendrá por delante 38 días sin competir hasta la semifinal del Mundial de Clubes (16/12). Y por más que ya se haya planificado una minipretemporada en el exterior con amistosos, no es lo mismo que un partido por los puntos. Y Gallardo quiere que sus dirigidos lleguen afilados y con el roce competitivo.