Descubriendo a Guido Vadalá

Es la gran esperanza de las inferiores de Boca. El pichón de crack llamado a explotar en los próximos años. Se llama Guido Nahuel Vadalá, nació 8 de febrero de 1997 en Rosario, está por cumplir 18 años, y quienes frecuentan los partidos de los juveniles xeneizes en La Candela saben muy bien de lo que estamos hablando.

En 2014, fue capaz de una pequeña hazaña: metió 7 goles en un mismo partido, cuando la Sexta de Boca goleó a Argentinos 8-2. Volante ofensivo con panorama y también con mucho gol, la metió 330 veces en 14 torneos infantiles jugados para Provincial de Rosario. Eso llamó la atención de clubes de Buenos Aires y también del Barcelona, que lo tuvo dos semanas entrenando en La Masía. No tardaron en apodarlo “el nuevo Messi” y hasta tuvo otra experiencia similar en el Atalanta, pero el rosarino quiso crecer en el país y aceptó una propuesta de Boca, que no sólo contemplaba la formación como futbolista, sino también su educación.

Desde que puso un pie en la Novena demostró ser un distinto. Encara y pasa a velocidad, define con voracidad y precisión, al mejor estilo Messi. A fines de 2013, luego de convertir 32 goles en la Séptima y transformarse en el máximo goleador de la temporada de todos los torneos juveniles de AFA, le firmaron su primer contrato profesional. Y ahí nomás, en el verano de 2014, Carlos Bianchi lo llevó para la pretemporada con la Primera y lo hizo debutar en Mar del Plata, cuando los xeneizes cayeron 1-0 ante Estudiantes. Fueron 45 minutos, tiempo suficiente para que Guido le tomara el gustito al gran escenario y reafirmara sus convicciones para triunfar. Tras ese aperitivo, siguió todo el año en Reserva, listo para dar el salto y afirmarse. Ahora está en la mira del Vasco Arruabarrena, que evalúa su crecimiento. Tal vez 2015 sea el año de su gran despegue.

Nota publicada en la edición de febrero de 2015 de El Gráfico