¡Habla memoria!

Chile-Argentina: la trágica final de hace 60 años en el Estadio Nacional

En la Copa América de 1955 ambas selecciones llegaron al último partido como punteros, y un empate le daba el título al local por mayor diferencia de gol. Hubo avalanchas y 6 muertos en la previa. Pese a todo, el partido se jugó.

Por Diego Borinsky ·

02 de julio de 2015
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No es la primera vez.

No es la primera vez que se disputa una Copa América en Chile. Es la séptima. De hecho, sólo un país la supera como anfitrión, y es Argentina, que ha recibido la Copa en nueve ocasiones. Y Uruguay la emparda, con 7.

Y se da con una curiosidad estadística que invita a ilusionarse: de las 6 veces que la Copa se desarrolló en Chile, las 2 primeras veces las ganó Uruguay (1920 y 1926) y las cuatro siguientes, que son las cuatro últimas, quedaron en manos de los nuestros: 1941, 1945, 1955 y 1991.

Se sabe que Chile no obtuvo nunca la Copa América ni ningún otro campeonato oficial. De hecho, aún no pudo vencer a Argentina en la máxima competencia de clubes del continente: 19 caídas y 5 empates en 24 cruces. La primera victoria oficial de la Roja sobre la Albiceleste se produjo recién hace 7 años, en octubre de 2008, durante las Eliminatorias para Sudáfrica 2010: 1-0 con gol de Orellana. Bielsa era el entrenador de Chile (argentino y santafesino como Sampaoli); Alfio Basile el de Argentina, quien renunció tras la derrota.

En la historia, Chile sólo disputó 2 finales de Copa América y las perdió ambas (1979 ante Paraguay y 1987 frente a Uruguay), pero en la edición de 1955, aunque técnicamente no fue una final, sí se la puede considerar como tal. Se enfrentaron todos contra todos y quedó como último partido el duelo entre los dos primeros del certamen, Chile y Argentina. Ambas selecciones habían ganado 3 partidos y empatado 1 (no participaron Brasil, Bolivia ni Colombia; Venezuela aún no había ingresado) pero con la ventaja de un gol para Chile. Los locales habían superado 7-1 a Ecuador, 5-4 a Perú y 5-0 a Paraguay, además de igualar 2-2 contra Uruguay (a todos menos a Paraguay los enfrentó también en la actual edición), con lo que llegó a 7 puntos y + 12 de diferencia de gol (19-7). Argentina, dirigida por Guillermo Stábile registró en su campaña un 5-3 a Paraguay, 4-0 a Ecuador, empató 2-2 con Perú y apabulló 6-1 a Uruguay, máxima diferencia histórica en el clásico rioplatense. Curiosamente, en la actual edición, también enfrentó a Paraguay y a Uruguay. El saldo, en aquella ocasión en la que Argentina volvía la Copa tras 8 años de ausencia por motivos políticos, le dio 7 puntos, como a Chile, pero con 17 goles a favor y 6 en contra, es decir, una diferencia de + 11.

A Chile le alcanzaba con el empate ante su gente para levantar por primera vez el trofeo. Insólitamente las entradas se vendieron el mismo día del partido y el estadio abrió sus puertas 2 horas antes del comienzo. Era tal la expectativa que la tragedia no pudo evitarse: hubo avalanchas para conseguir alguno de los 70 mil los tickets y 7 muertos por asfixia. Luego, se desplomó una tribuna provisoria y se registraron 500 heridos, 8 de ellos de gravedad. Pese a todo, la doble jornada del 30 de marzo se llevó a cabo como si nada hubiera pasado. El lema de “El show debe seguir” no es un invento de la modernidad. Todo está inventado.

Imagen El equipo argentino, que se consagró campeón en Chile tras vencer 1-0 al local en el cierre.
El equipo argentino, que se consagró campeón en Chile tras vencer 1-0 al local en el cierre.

En el primer turno, Perú se impuso 2-1 a Uruguay y se aseguró el tercer puesto. Y luego, como plato principal, Argentina ganó 1-0 con un tanto de Rodolfi Micheli a los 60 minutos y se consagró campeón. Nunca, Chile había estado tan cerca de obtener el trofeo. Porque era con su gente, en su país, y porque le alcanzaba el empate. Sesenta años después se le presenta esta gran oportunidad de revancha. Es bravo el fútbol, bravísimo: los aficionados chilenos debieron esperar “apenas” 60 años para estar ante una situación similar.