La Selección

“Messi es un líder silencioso que manda mucho sobre la directiva y sobre el vestuario”.

Juan Castro, periodista español del diario deportivo Marca, está en Chile y cuenta detalles de la relación del genio con Luis Enrique.

Por Diego Borinsky ·

08 de junio de 2015
Ya no sorprende encontrar en una Copa América a periodistas españoles, tal el caso de Juan Castro, reconocido colega del diario deportivo Marca, aunque su selección ni las vecinas participen de la competencia. “Más que por el destino de la Copa en sí, incluso con partidos que se juegan a la madrugada de Europa, nuestro interés está enfocado en los jugadores, sobre todo en qué hacen Messi, Neymar y James o Cavani, posible fichaje del Atlético”, reconoce Castro, quien visita Argentina dos veces por año para entrevistar a jugadores, entrenadores o familiares de los cracks que se destacan en su país. Es un “argentinólogo” hecho y derecho.
Imagen Juan Castro, reconocido periodista español de Marca.
Juan Castro, reconocido periodista español de Marca.
Y como todavía aquí aún no empezó a moverse el balón, lo aprovechamos, claro, para poner la lupa en la reciente conquista de la Champions en manos de Messi y su pandilla.
-¿Cómo se explica este éxito cuando, en enero, el Barcelona estuvo por echar a Luis Enrique y Messi, tentado por el Chelsea?
-Como ha sucedido con todos los entrenadores que pasaron por el Barcelona había un conflicto entre Messi y Luis Enrique, que todavía existe. Ellos no tenían una relación armónica, diría que se hablaban muy poco, eso no significaba que el funcionamiento del equipo no pudiese mejorar cinco meses después.
-¿Cuál es el conflicto?
-Messi siempre quiere tirar para su lado y Luis Enrique es un técnico que no va a rehuir ni una pizca de su personalidad y su protagonismo, por lo tanto son dos personalidades muy fuertes en el mismo vestuario. Como allí Messi tiene todas las de ganar, Luis Enrique ha sido inteligente e intentó mantener su personalidad pero siempre dentro de los deseos de Messi, que al final es el que juega, el crack y el N° 1, el que decide en la cancha.
-¿Cuál era el eje del conflicto entre ambos?
-Podemos tirarnos media hora aquí sobre ese tema y no decir nada (risas) porque hay mucho “off the record”, pero evidentemente Messi tiene una personalidad muy particular dentro y fuera del campo que le hace N°1. Evidentemente es un líder silencioso clarísimo, un líder que manda mucho, manda mucho sobre la directiva, manda mucho sobre el vestuario y sobre sus jugadores. No lo digo de mala forma, yo creo que es el N° 1 con la pelota y por lo tanto siente su derecho a reivindicarse como líder en todas las esferas.
-¿Cómo es la relación entre ellos ahora?
-Correcta, no se van a ir de celebración juntos ni van a felicitarse por la Copa América, no van a mandarse mensajes del tipo “Hola, Luis, ¿cómo estás?” (risas).
-Me pareció ver que se dieron un abrazo en el estadio, en Berlín…
-Bueno… si después de un triplete no te das un abrazo, estamos complicados (risas), pero la relación es la que es y el Barsa debe cohabitar con eso, puesto que ambos son muy inteligentes y son cracks en sus oficios, y no tengo ninguna duda de que van a tirar para el mismo lado.
-¿Estuvo Messi realmente para irse al Chelsea en enero o fue toda una movida mediática?
-Messi no se irá nunca del Barsa hasta que él no quiera y no me parece que él quiera irse al Chelsea, tendría que haber una directiva muy en contra, un público que te silbase como le pasó a Fábregas, un entrenador en contra. No creo que se dé ninguno de esos escenarios porque a nadie del Barsa le interesa estar contra del mejor jugador del mundo y del mejor jugador en la historia de su club.