Argentinos en el exterior

Diego Perotti: "En Boca me sentí mal"

Diego Perotti, ex atacante del Deportivo Morón, hoy en la filial del Sevilla, cuenta por qué se fue de Boca cuando jugaba en Inferiores. Además, dice que disfruta su presente y que espera una posibilidad para subir al equipo de Primera.

Por Redacción EG ·

17 de noviembre de 2008
La sangre de los Perotti contiene glóbulos de fútbol. Hugo Osmar, el papá de Diego, fue campeón con Boca de la Copa Libertadores 1978 y del Metropolitano 1981. Diego no corrió la misma suerte en el Xeneize, aunque hoy, en el Sevilla Atlético de España, se toma una pequeña revancha. El Mono Perotti, el papá de Diego, fue un puntero izquierdo encarador, veloz y potente. Su hijo también optó por esa punta, a pesar de ser diestro. El Monito -o el Galgo- tiene 20 años y una estadía como jugador profesional en el Deportivo Morón. En una charla con elgrafico.com.ar, repasa su breve carrera, su paso por la Selección Argentina Sub 20 y aquellas tardes donde los clubes grandes le decían una y otra vez que no.
-¿Cómo juega Diego Perotti? En Argentina estuviste poco.
-Mi punto más fuerte es la velocidad. Siempre busco gambetear en velocidad y a veces no paso la pelota, la verdad. Me han achacado que me falta gol. Y es cierto. Lo bueno es que ahora se me dan las ocasiones y antes no. Empecé jugando por izquierda, después por derecha y ahora estoy jugando de media punta. Pero, por izquierda me siento mejor, porque puedo meter la diagonal, enganchar para adentro. Quizá me cuesta un poco por derecha.
-¿Qué diferencias notas entre el Ascenso argentino y el español?
-Todas. Las canchas, las instalaciones, los baños. No te da ganas de salir a jugar, je. A pesar de que el Sevilla no es uno de los mejores en infraestructura. Hace poco fuimos al campo del Murcia y es imponente. Pero como la pase en Morón, a pesar de bañarnos con agua fría, no se compara. Tanto en Inferiores y como después en Primera. Todavía sigo hablando con los chicos de Inferiores y algunos ex compañeros de Primera.
-¿Cómo fue tu paso por Boca?
-A Boca llegué a los 12 años y no jugaba nunca. Jugaba mucho en el campeonato paralelo al de AFA. En Boca me sentí mal; el trato con los pibes era muy frío. No eran buenas personas. Siempre eras uno del montón, el último orejón del tarro. En séptima me fui a probar a San Lorenzo, Racing y Vélez. En Vélez me tuvieron un mes y me dijeron que me querían, pero también en la liga paralela. Entonces ahí me fui al Deportivo Morón con un amigo. En Boca, con los chicos, no hablaba con ninguno.
-¿Qué futbolistas llegaron a Primera de tu categoría?
-Mis compañeros eran Juan Forlín, Nicolás Gaitán, Sebastián Nayar y Luis Ibáñez.
-¿Es verdad que te dijeron que eras bajito y flaco?
-Sí. Me dijeron que era bajito, y lo reconozco. Me dijeron que me querían tener, pero siempre terminaba jugando en la liga paralela.
-¿Cómo te enteraste del interés del Sevilla?
-Después de jugar todo un año en Morón y del llamado de la Selección Argentina tuve una reunión con gente del Atalanta de Italia. Volví a ir a la Sub 20 y seguí teniendo llamados de muchos lados. Hasta que me ofrecieron algo concreto, como venir acá, al Sevilla de España. Me sedujo, además, que el Sevilla Atlético era un equipo recién ascendido y que querían a otros argentinos.
-¿Y tu vida en España?
-Al principio me quedé con mi vieja. Después, cuando se le venció la visa de turista, me quedé solo. Se me hizo duro y extrañaba. Pero ahora tengo amigos y la estoy pasando muy bien.
-¿Te quedaste con bronca por no poder estar en el Mundial Sub 20 de Canadá o ya lo imaginabas?
-Me lo imaginaba. Era el único del Ascenso. Había grandes jugadores, como Agüero, Zárate y otros más. Iba a ser muy difícil. Pero siempre digo que le estoy muy agradecido a Hugo Tocalli. Los chicos me trataron muy bien y nunca me hicieron sentir la diferencia.
-¿En qué momento te encontrás?
-Ahora estoy pasando mi mejor momento. El hecho de no ser comunitario me impide subir al primer equipo. Si no fuera extranjero... El año pasado entrené con el equipo de Primera, antes que terminara la Liga. Aquella vez me sorprendieron Dani Alves, que es impresionante. Como juega, entrena, todo. También Jesús Navas, Luis Fabiano, Kanouté. Y lo mejor fue que nunca me hicieron sentir que son estrellas.
-¿Cómo es Manolo Jiménez como DT, un histórico del Sevilla, que ahora está en el primer equipo?
-Desde un principio me trató muy bien. Yo lo tuve seis meses y ahí jugué sólo un partido. Y más allá de eso nunca estuve enojado. Ahora está interesado en mí para el equipo de Primera.
-¿Qué heredaste de tu viejo?
-La velocidad. Él era más bajito, yo soy más alto. Pero sin duda, la velocidad.

Roberto Parrottino