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Santiago Mangoni, un Hulk suelto en el TC

Con la imagen del increíble personaje verde en el buzo y en el auto, el balcarceño subió al podio en Viedma y anhela con clasificarse a la Copa de Oro. Está donde siempre soñó estar.

Por Redacción EG ·

12 de mayo de 2016
Imagen El Torino N° 14 de Mangoni es preparado por la estructura de Laboritto Jrs., con sede en Dolores.
El Torino N° 14 de Mangoni es preparado por la estructura de Laboritto Jrs., con sede en Dolores.
Durante su infancia no importaba cuántas idas y venidas podía realizar por la calle de boxes de La Barrosa, en su Balcarce natal, porque con los ojos iluminados atendía hasta el más mínimo detalle cómo se preparaban los autos y seguía con suma curiosidad cada movimiento de los pilotos antes de salir a pista en la siempre convocante fiesta del TC.

Ese chico, que disfrutaba como nadie la visita de la máxima categoría argentina a su ciudad, era justamente Santiago Mangoni, quien hoy, a los 26 años, la vuelta de la vida lo ubicó al volante de un Torino como protagonista de ese mismo TC que él tanto admiraba.        

-Me imagino que te debe ser difícil describir en palabras lo que significa subirte al podio en el TC en la primera carrera del año...
-Sí, tal cual. Tuve la suerte de hacer dos podios en la segunda mitad del año pasado, pero arrancar la temporada con podio no lo podés creer. Cuando se te da una cosa así, hay que tratar de disfrutarla al máximo porque nunca se sabe cuándo lo vas a volver a repetir. Terminar entre los de adelante y subir a la premiación son cosas que se viven con tanta intensidad que parece que todo se desarrollara en pocos segundos. Es algo inolvidable que me emociona solo al recordarlo.

-Y hacer la pole también debe tener su gustito…
- Sí, es algo fantástico. Lo conseguí el año pasado en Comodoro Rivadavia. Fue la primera y hasta ahora, espero que no por mucho tiempo, la única. Es una satisfacción muy grande ser el mejor en la clasificación, porque ahí todos se exigen al máximo y les gané a muchos de los consagrados que hasta hace poco tiempo los miraba por televisión. Ver tu nombre en lo más alto del Turismo Carretera es bravo, te preguntás si será verdad. Cuesta asumir que estás en ese lugar, rodeado de tantos pilotos importantes. Alcanzar el podio o lograr la pole te hacen sentir que siempre querés estar en el lote de adelante. Pero es muy difícil y más en esta categoría, por eso hay que valorar y disfrutar mucho cuando se consigue.

-El arranque del 2016 parece que es para ilusionarse...
-Y sí, porque la buena racha que comenzó a fines del año pasado continuó en este 2016. Me mantengo como protagonista. En Viedma anduvimos muy bien y alcancé el segundo puesto, y en Neuquén si bien me encontré un poco más complicado, también mostramos cosas positivas. Lo importante es ser siempre competitivos. La verdad es que a mí me llena de felicidad hacer este trabajo-pasión, que si bien obliga a un sacrificio muy grande, cuando los resultados acompañan se disfruta muchísimo. Este es un momento muy lindo que me toca vivir y a la vez un compromiso para seguir adelante de la mejor manera.

-Lo difícil que es el TC se refleja en que venías de pelear por la victoria en Viedma y en Neuquén largaste 30...
-Exactamente, eso te marca lo complejo que es el TC. Ves pilotos de renombre peleando desde atrás o en el medio del pelotón, por eso siempre hay que aprovechar las oportunidades que aparezcan. Creo que es muy llamativa esa competitividad y muestra a las claras lo difícil que es esta categoría. Yo debuté en Neuquén en la primera carrera de 2014 y choqué contra una realidad, porque no logré ser protagonista en todo ese año e inclusive me costó mucho afrontar el tema presupuestario y tuve que ausentarme en algunas competencias. Dejé pasar algunas carreras porque no me quedaba otra. Y cuando empezás a tener buenos resultados, la vara se eleva y el entusiasmo es enorme. Querés estar presente en todas las fechas con ansias de dar pelea y soñando con alcanzar la primera victoria y meterte en el grupo que se clasificará al play-off para luchar por el campeonato.

Imagen Junto a su novia, Julieta.
Junto a su novia, Julieta.
-¿Cómo nació lo del increíble Hulk?
-En realidad nunca fui fanático de la serie o de las películas, pero como siempre me gustó el color verde, cuando tuve la posibilidad de pintar el auto de ese color, lo hice. Además, como soy grandote, lo que empezó como una broma se fue agrandando y como me decían Hulk se me ocurrió bautizar al auto con ese nombre y me puse la imagen en el buzo antiflama. De entrada me gustó la idea porque simbolizaba la fortaleza, estaba presente el verde que siempre fue mi color preferido y veía que resultaba divertido. Así que de que me llamaran el grandote de Balcarce pasé a ser el increíble Hulk y me causa gracia cómo pegó. Cada vez que dicen Hulk en el TC, aunque parezca mentira, están hablando de mí.

-¿Por qué te sentís tan identificado con el TC?
-Porque desde chico soñaba con correr en esta categoría. Toda mi familia siempre fue muy fierrera y de hecho mi tío Miguel Angel corrió en el TC en la década del 90. Es una pasión hereditaria, sobre todo de mi papá. Yo no me perdía por nada del mundo una carrera en Balcarce. Me recorría de punta a punta los boxes y consideraba a los pilotos como verdaderos ídolos. Y cuando corrían en otro lado, estaba prendido a la tele, no me perdía ninguna. Siempre tuve una fascinación especial por esta categoría. Soñaba con subirme a estos autos y como conozco cada rincón de La Barrosa ojalá algún día se vuelva a correr en Balcarce. En los zonales gané con un Fiat 128 allá por el 2008 en el Turismo Especial de la Costa y también participé en el 2011 en el TC Pista, así que me queda pendiente hacerlo en el TC.

-¿Qué recordás más de aquellas carreras de TC cuando eras chico?
-Tengo flashes y me quedó grabado ese recorrido por los boxes. Y como yo era hincha del Patita Minervino, cada vez que venían a Balcarce hacía todo lo posible por conseguir su autógrafo. Cuando me lo cruzo ahora al Patita (sigue en la categoría como motorista) y le cuento esa anécdota se ríe y me quiere firmar de vuelta. Es sorprendente que ahora lo vea todo desde adentro. Es una satisfacción enorme y sobre todo porque lo disfruto con mi viejo, que él siempre fue un apasionado de esta categoría.

-¿Tu familia te acompaña a las carreras?
-Sí, ellos siempre me acompañan. Nosotros tenemos una empresa familiar de camiones y acoplados, atendida por mi papá (Tulio) y mi hermano mayor (Pablo). A ellos se suman mi novia, Julieta, mi mamá (María Inés) y cuando puede, se prende mi hermana (Camila) que tiene un local de ropa en Balcarce. Siempre fuimos muy unidos y el automovilismo es como que nos unió aún más. Con mi hermano corríamos en los zonales e inclusive en el 2008 los dos salimos campeones, él en el TC2000 del Atlántico y yo en el Turismo Especial de la Costa. Era un momento ideal para pegar el salto y cuando lo hicimos en el 2009 yo me inicié en el TC Pista Mouras y él optó por no correr más para ayudarme a que yo lo pudiese hacer.

-¿Te gustaría sumarte a otra categoría?
-Me encantaría, pero deberían convocarme, porque hoy por hoy estoy muy justo con el presupuesto para correr en el TC y no podría afrontar ese gasto para sumarme a otra categoría. Ahora, si me llaman, allí enseguida estaré, esto es lo que más me gusta hacer y estaría buenísimo probar también en otros autos. Yo, como tantos otros pilotos, me encargo de buscar mis sponsors y reunir el dinero para poder correr en el TC. Muchas veces lo defino como que hago un trabajo abajo del auto para después poder subirme a correr. El desgaste es grande, porque hay que viajar bastante y moverse para conseguir los sponsors. El esfuerzo es cada vez mayor, pero las ganas siempre están. Y los buenos resultados, cuando se dan, por supuesto que ayudan mucho, porque la repercusión te abre puertas. Vale la pena intentarlo y la motivación es participar en todas las carreras que se pueda. En Neuquén, por ejemplo, durante varias vueltas estuve peleando el puesto con pilotos de renombre como Ledesma y Rossi, que hasta hace poco yo los miraba por televisión y ahora estoy codo a codo con ellos. Cómo no lo voy a disfrutar.

Imagen El rostro intimidante del increíble Hulk en el buzo antiflama.
El rostro intimidante del increíble Hulk en el buzo antiflama.
-¿Y qué significa tener como compañero de equipo a un ex F1 como Norberto Fontana?
-Para mí es un crecimiento enorme, porque él siempre se mostró predispuesto a ayudarme tanto en lo deportivo como en lo personal. Y eso, la verdad, es para destacarlo, porque el ambiente del automovilismo es muy competitivo e individualista, pero con Norberto solo tengo palabras de agradecimiento y lo considero un gran amigo por cómo se comportó conmigo desde que lo conocí. Tiene una experiencia tremenda y cada consejo lo trato de aprovechar al máximo.

-Después de tu segundo puesto en Viedma, Marcos Di Palma te envió felicitaciones vía twitter.
-Sí, porque las redes sociales permiten que se amplifiquen un montón de cosas, entre ellas esto de las felicitaciones. En mi primer podio el año pasado en Paraná varios pilotos consagrados me enviaron sus saludos vía twitter así como lo hizo esta vez Marcos, una figura destacada de nuestro automovilismo. Imaginate que a la satisfacción propia del podio le agregás que mucha gente se alegra porque te está yendo bien, más no se puede pedir.       

-Por edad, habrás seguido atentamente la campaña del también balcarceño Bocha Ciantini.
-Sí, por supuesto, crecí viendo las carreras del Bocha y también tengo una gran amistad con la familia del pelado Calamante, otro símbolo de Balcarce y del TC.

-¿En el TC siempre estuviste con Torino? 
-Exactamente, empecé en 2014 y me mantuve con la misma marca. En cambio, en el TC Pista Mouras y en el TC Pista corrí con Chevrolet.

-Y por último, recordá alguna anécdota…
-Las que más recordamos son de cuando tenía equipo propio en el 2011 en el TC Pista, y yo viajaba con un camión que ya tenía sus años. Nos pasó de todo, hoy nos reímos, pero en su momento la sufrimos, porque quedamos varias veces tirados en la ruta a la espera de que alguien nos ayudara. Es bueno recordar aquellos tiempos para entender todo lo que se hizo para llegar al lugar donde estoy hoy.

Imagen Mangoni valora el incondicional apoyo familiar y los consejos de su compañero Fontana en el Laboritto Jrs.
Mangoni valora el incondicional apoyo familiar y los consejos de su compañero Fontana en el Laboritto Jrs.


Su sueño en el automovilismo
“Desde que arranqué a los 7 años en el karting, esta actividad me atrapó y ojalá pueda vivir en algún momento del automovilismo, convertirme en un piloto destacado dentro del TC, con posibilidades de ganar carreras y pelear campeonatos. Y no descarto el llegar a ser piloto oficial de alguna terminal en otra categoría. Si bien corro en el Turismo Carretera, los demás fines de semana estoy prendido a la tele viendo las otras carreras. Me encanta todo lo relacionado con los fierros. Y ser profesional implicaría poder participar en más de una categoría. Cuando tenía equipo propio siempre estaba atento a todo lo que pasaba en el taller y ahora, cada vez que puedo, me doy una vuelta por lo de Laboritto en Dolores, que por suerte me queda cerca de Balcarce. Es muy importante y a la vez me gusta saber todo lo que se va haciendo en la preparación del auto”, describió con entusiasmo Mangoni.

Por Walter Napoli

Nota publicada en la edición de abril de 2016 de El Gráfico