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Marcos Siebert invita a soñar

El presente de este piloto marplatense de 19 años, que logró a mediados de julio último en Mugello en la Fórmula 4 Italiana su primer éxito europeo, renueva las esperanzas de que otro argentino consiga proyectarse.

Por Redacción EG ·

23 de agosto de 2015
Imagen El auto azul N° 7 de Siebert se lanza al triunfo en Mugello por la F4 italiana. Una conquista que revaloriza su potencial.
El auto azul N° 7 de Siebert se lanza al triunfo en Mugello por la F4 italiana. Una conquista que revaloriza su potencial.
-¿Creés que hay un antes y un después en tu campaña con el triunfo en Mugello?
-Puede ser, porque en Imola y en Monza estuve muy cerca, pero siempre aparecía alguna circunstancia que no me permitía redondear una victoria. Hasta que por fin llegó. En Mugello la fui a buscar de entrada y a asegurarme el triunfo pase lo que pase. Y la verdad el ganar es una mochila que te sacás de encima. Además, el equipo necesitaba un éxito y se lo pude dar. Trabajamos mucho para lograrlo, imaginate que yo vivo con el equipo y veo cómo de lunes a viernes están desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche sin parar.

-Además, los resultados en el automovilismo son fundamentales para la continuidad de los proyectos…
-Y sí, porque por más que uno haya hecho buenas clasificaciones, una victoria es lo que en realidad te justifica el trabajo. Dicen que lo que cuesta se disfruta más y la verdad no es para nada fácil ganar una carrera en Europa. En el momento uno no se da cuenta del logro, pero después empezás a caer cuando ves en lo más alto la bandera y se entona el himno argentino. Fue una sensación única y se me hace difícil describirla.

-Después de un 2014 complicado, ¿te tenías fe para este 2015?
-En realidad, la ausencia de las competencias del año pasado por falta de presupuesto me despertaba una gran incógnita por cómo podía ser esta temporada. Si bien las ilusiones de andar bien estaban intactas, varias cosas tenían que sincronizar. Ya en los test hice buenos tiempos y el equipo se esmeraba por brindarme un auto competitivo. Y el triunfo ratifica que estamos por el buen camino.

-¿Cómo te sumaste al proyecto de la escudería suiza Jenzer Motorsport?
-Fue a través de Luciano Crespi, porque él tenía una amistad con la gente de este equipo que está radicado en Lyss, a unos 30 kilómetros de Berna. Yo estoy viviendo ahí con ellos y la idea es seguir en la Fórmula 4 Italiana, también correr en la Fórmula Alemana y realizar a fin de año una prueba en un auto de la categoría GP3 en Abu Dhabi. El proyecto apunta en el 2016 a competir en los dos campeonatos, el italiano y el alemán, para sumar la experiencia suficiente para dar el salto a la GP3 en el 2017.

-¿Y cómo fue tu integración al equipo?
-Realmente fue como adaptarse a otra vida, sobre todo en una estructura donde todo es puntual y correcto. Tenés que ser igual que ellos o más serio todavía. Hay que demostrar permanentemente que te considerás un profesional y no es solo correr, porque se fijan en todo. Mi comunicación tanto por radio como en carrera y en la charla con los ingenieros es siempre en inglés y hasta ahora no tuve inconvenientes.

-¿En el equipo hay distintas nacionalidades?
-Sí, inclusive tres somos argentinos. Fue una gran sorpresa para mí encontrarme al llegar con Daniel Mespules, jefe de mecánicos y uno de los responsables del Jenzer Motorsport en la F4 Italiana, y con el balcarceño Horacio Ros, que conduce uno de los camiones cuando el equipo participa en la GP3. También hay varios franceses y alemanes. 

-¿Con qué te encontraste en la Fórmula 4 Italiana?
-Con autos modernos y rápidos que pueden alcanzar los 250 km/h, realizados por Tatuus (Race Car Manufacturer), la famosa marca italiana. Esta categoría se ha convertido en la nueva escuela europea, desplazando a la Fórmula Renault que siempre era la más reconocida. La F4 es muy competitiva, con unos 30 coches en pista. Hay brasileños, mexicanos y colombianos y más que italiana es internacional, con el objetivo de todos de poder mostrarse. La principal ventaja que le veo con respecto a la Fórmula Renault es su gran sistema de suspensión. Es muy similar a la de los GP3, algo que entusiasma mucho en nuestro equipo. Son autos dóciles, a los que por mi forma de manejar me pude adaptar rápido. Tienen motores turbo, lo que les da mucha potencia de abajo, así que hay que modular bastante y las gomas son Pirelli, por eso es importante saber cuidarlas, porque al igual que en la F1 y GP3 estos neumáticos apuntan a hacer carreras más entretenidas.

-¿Cómo son los fines de semana de competencia?
-Son bastante intensos, porque llegás el viernes y después de la práctica ya viene la clasificación para las carreras 1 y 3, mientras que para la carrera 2 (un sprint) es grilla inversa con los 10 primeros de acuerdo a los resultados de la carrera 1. Las carreras son por tiempo, de 28 minutos más una vuelta, y para todo tenés dos sets de neumáticos que te obligan a armar muy bien la estrategia.

Imagen A imagen y semejanza de Pechito López, Siebert también se ilusiona con volar alto.
A imagen y semejanza de Pechito López, Siebert también se ilusiona con volar alto.
-Tus comienzos, como el de la mayoría de los pilotos, fueron en karting...
-Sí, en Mar del Plata a los 6 años, en un entorno muy familiar, con Johnny Ledesma. Nueve años corrí en karting, que es la escuela base de todo piloto y nunca lo abandoné, porque lo sigo utilizando como entrenamiento, ya que todo es tan rápido que ejercitás el poder de resolución de una maniobra. La etapa del karting la disfruté muchísimo y tuve muy buenos resultados que me permitieron crecer en las distintas categorías. Y en el 2012 me vio correr Luciano Crespi y me propuso ir a una prueba de fórmulas en Paraná. Yo no conocía el circuito y sólo una vez en La Plata me había subido a un fórmula, pero hice el tiempo de punta y eso nos ilusionó a todos, a Luciano, a mí y desde ese momento no dejamos de trabajar juntos.

-¿El estaba buscando un piloto para proyectarlo en Europa?  
-Sí, porque a través justamente del equipo Jenzer Motorsport estaba la posibilidad de hacer una prueba en el campeonato europeo de Fórmula Renault 2.0 en Valencia. Y allí fui a mi primera experiencia europea, con autos de mucha potencia, 30 pilotos en pista de 23 países distintos y tuve la suerte de ser el más rápido. Esas dos pruebas, la de Paraná y la de Valencia, marcaron, sin dudas, mi rumbo dentro del automovilismo.

-¿El Jenzer Motorsport tiene una muy buena relación con el equipo Sauber de F1?
-Sí, mi sueño de máxima es llegar algún día a la F1, por eso, aprovechando que los dueños del Jenzer y Sauber son muy amigos, tuve la posibilidad de estar dentro de la estructura Sauber en grandes premios de F1 y aproveché para expresarle a Sauber que me encantaría en el futuro correr para ellos. Todo te maravilla en el gran circo, pero ver de cerca la tecnología que hay en esos autos es increíble, tienen tantas cosas que te perdés al intentar entender lo que estás viendo. Tuve la suerte de ver lo que no se ve comúnmente y relacionarme con gente como Peter Sauber, que me alentó a que con trabajo y dedicación se puede llegar. Cada Gran Premio al que fui se convirtió en una experiencia tan positiva como inolvidable.

-¿Cuándo te sacaste la foto con Pechito López que acompaña esta nota?
-Después de ganar en Mugello empecé unas vacaciones y me volví a la Argentina. Resulta que al llegar a Ezeiza me encuentro con Leo Regueira y la gente de Sigue Girando que me saludan, me felicitan por el triunfo en Italia y me preguntan por Pechito López. La coincidencia era que los dos llegamos casi al mismo tiempo de Europa en distintos aviones. Entonces me encontré con Pechito y tuve la oportunidad de charlar con él e inclusive nos dimos cuenta de que en Suiza vivimos a nada más que 60 kilómetros de distancia, porque él está en Lausanne. Y en la conversación surgió que los dos tenemos la misma pasión de entrenarnos en bicicleta, así que intercambiamos contactos y ojalá podamos salir a andar juntos, sería un orgullo muy grande el poder entrenarme con él.

-¿Y con Esteban Guerrieri tuviste contacto?
-Sí, también, en 2013 en Spa Francorchamps pude encontrarme con él y me brindó un par de consejos que me quedaron grabados. Tanto Pechito como Esteban son mis ejemplos a seguir, los dos hicieron unas campañas excelentes y estuvieron muy cerca del objetivo de la F1. Los tres tenemos en común el desafío de habernos ido a vivir solos al exterior con edad de adolescentes. Ojalá pueda seguir sus pasos, para eso me esfuerzo todos los días.  

-¿Cómo es tu rutina de preparación?
-Mi entrenamiento suele ser muy riguroso. En bicicleta, por ejemplo, hago generalmente hasta 10 horas por semana, muchas de ellas en montaña, y varios ejercicios en el gimnasio para fortalecer el cuello. En el plan semanal arranco a las 8 de la mañana a trabajar con los ingenieros en el auto, al mediodía como bien, descanso un poco y a la tarde gimnasio, aeróbico o bicicleta según lo que me toque ese día. Siempre a full cada día. La alimentación es una de las cosas que más me costaron, porque al estar solo no comía bien y eso lo tuve que corregir. Aprendí a la fuerza. Durante el fin de semana de mucho calor que corrí en Mugello, cuando llegué al circuito el viernes me pesé en la balanza oficial y estaba en los 73 kilos. Resulta que antes de irme el domingo, me volví a pesar y había bajado hasta los 69,5.

Imagen El esfuerzo de Siebert se ve recompensado con una contundente victoria en Mugello.
El esfuerzo de Siebert se ve recompensado con una contundente victoria en Mugello.
-¿Tuviste alguna experiencia en autos con techo?
-Recién este año tuve la primera invitación a correr en autos con techo, a una carrera de la categoría GP4 en el circuito Red Bull Ring de Austria. Corrí para un equipo húngaro en un auto de 450 caballos y este especialmente tenía un motor de Chevrolet Corvette. Fue mi primer fin de semana como piloto profesional contratado y lo disfruté mucho, sobre todo porque terminé segundo. Ojalá se vuelvan a repetir estas experiencias.      

-¿Siempre pensaste en ser piloto o tenés un plan B?
-La verdad, siempre intenté que funcionara la idea de ser piloto. Por eso, no importa el esfuerzo que haya que hacer y me juego entero a que se dé. No es fácil, de mi lado haré todo lo posible para que se concrete, pero también hay otros factores claves, como el del presupuesto que es bastante complejo. Por ahora yo me dedico a lo deportivo y un grupo que encabezan mi papá, Fabián, y la familia Crespi se dedican a reunir ese respaldo tan necesario. Soy un agradecido por el inmenso apoyo que tengo. Y mi entusiasmo por este deporte me lo transmitió mi abuelo, que era camionero y un apasionado por el automovilismo. El falleció este año, justo antes de que viajara a Europa, por eso todo buen resultado que logro se lo dedico a él.

Un proyecto ambicioso
“No está de más decir que proyectar a un piloto argentino a Europa es realmente un objetivo muy difícil de alcanzar, además poco comprendido por el ambiente del deporte nacional, pero eso no quiere decir que no haya que intentarlo”, explicó Luciano Crespi, Manager Deportivo de Marcos Siebert e ideólogo de este proyecto de desarrollar un joven corredor de nuestro país en el Viejo Continente. “Junto con el equipo suizo Jenzer Motorsport estamos muy contentos con la evolución mostrada por Marcos. La idea para fines de este año es aprovechar la posibilidad de una prueba en Abu Dhabi con un auto del equipo en la categoría GP3 y, de conseguir el apoyo necesario, en el 2016 se intentaría competir en la F4 Italiana y en la Fórmula Alemana para así, en el 2017, con una buena cantidad de competencias, se podría dar el salto a la GP3, con la ilusión de máxima que sería llegar a la Fórmula 1”.

Por Walter Napoli

Nota publicada en la edición de agosto de 2015 de El Gráfico