Auto in

Valentino Rossi, el rey eterno

A los 36 años, Il Dottore está más vigente que nunca: ganó dos de las tres primeras carreras del año, entre ellas la de Argentina con una inolvidable exhibición. Carismático, talentoso e ídolo total.

Por Redacción EG ·

03 de junio de 2015
Imagen Impactante, la Yamaha YZE M1 de Il Dottore desafía con asombrosa destreza cada curva. La número 46, todo un símbolo.
Impactante, la Yamaha YZE M1 de Il Dottore desafía con asombrosa destreza cada curva. La número 46, todo un símbolo.
El distintivo VR, el número 46 o su singular fisonomía pueden descifrarse con absoluta naturalidad en cualquier rincón del planeta. El, como muy pocos, ha logrado seducir con su talento, autenticidad y simpatía a miles de fieles seguidores que quedaron hinoptizados con la magia que es capaz de desplegar desde hace dos décadas arriba de una moto.

A los 36 años (los cumplió el 16 de febrero), Il Dottore Rossi está más vigente que nunca. Ganó dos de las tres primeras competencias de este 2015 (Qatar y Argentina) y se postula como candidato a un título que en los dos últimos años tuvo como dueño indiscutible a Marc Márquez, un chaval 14 años menor y que luce el deseo evidente de cantarle el jaque mate al rey Valentino, más allá de que reconozca que siempre fue su máximo ídolo.

Esos 3 días en Termas de Río Hondo, en el tercer fin de semana de abril, convocados por segundo año consecutivo por el Gran Premio de la Argentina, sirvieron para asombrarse de la efervescencia que genera dentro y fuera de la pista el carismático Vale. Con sus ojos vivaces, sonrisa pícara, pelo ensortijado y patillas generosas, cada una de sus apariciones provocaba un tremendo revuelo. Es que una firma en una gorra o remera, una foto con él o simplemente a un pedacito de él entre el gentío cotizaban un valor sentimental incalculable.

Por eso, se veían celosas guardias de aficionados, que esperaban verlo pasar por el paddock en su scooter o al trote con la misión de capturar lo que sea: autógrafo, foto o simplemente por la satisfacción de haber hecho contacto visual con quien se considera el más popular motociclista de la historia.

“Sólo tengo palabras de agradecimiento por el enorme cariño que cada vez que vengo me dan en este país. Siempre me siento feliz de venir a competir aquí, aunque a veces necesitaría un poco más de tranquilidad, sobre todo en el hotel, donde uno va para descansar”, expresó Valentino, que inclusive en las mismas puertas de donde estaba alojado se sorprendió cuando una pareja le pidió que los casara.

“Me sentí extraño con el pedido, jamás alguien me había solicitado algo así. El me dio los anillos y yo se los puse a los dos. Todo fue tan emocionante y divertido que hasta llegué a creerme que los estaba casando en serio”, describió aún sorprendido en rueda de prensa.          

El romance entre Valentino y los argentinos tiene su historia, más allá de su extraordinaria campaña. En sus comienzos, más precisamente en 1998, el oriundo de Urbino ganó el GP de la Argentina en la categoría 250cc, en el autódromo de la Ciudad de Buenos Aires. Ese bambino del que se vaticinaba un futuro promisorio había dado sobradas muestras de su capacidad, aunque para alzarse con aquella victoria sacó provecho de una reñida disputa, con toque incluido, entre Capirossi y Harada que dejó a ambos desairados, y Vale aprovechó para festejar. 

Imagen Aquellos viejos tiempos a fines de los 90 en los que Valentino, con la Aprilia, era un diamante por pulir.
Aquellos viejos tiempos a fines de los 90 en los que Valentino, con la Aprilia, era un diamante por pulir.
“Sí, cómo no recordar aquella carrera del 98 en Buenos Aires. Fue una gran batalla, con las tres Aprilia, especialmente las de Harada y Capirossi que peleaban por el campeonato. En la última curva ellos se chocaron y eso me permitió ganar”, recordó Valentino. Y quien fue testigo aquel día de tan sorprendente victoria seguramente después siguió con atención la ascendente y exitosa carrera deportiva que desarrolló el tanito.

Hasta la tribuna al final de la recta principal, antes de la curva 1 en Termas de Río Hondo (recientemente techada) fue bautizada como Valentino Rossi. Y si esa muestra de idolatría era previa, después del GP de la Argentina 2015 indudablemente se incrementó, porque su triunfo resultó a todas luces épico. El sábado, tras la clasificación, la desazón había sido mayúscula porque largaría desde la octava posición. Entonces, sólo una acertada estrategia podía cambiar la suerte. Y la decisión de utilizar en la rueda trasera un neumático extraduro se convirtió en la carta ganadora, porque Márquez, el poleman y cómodo líder gran parte de la carrera eligió la dura.

Así, las emociones fueron increscendo hasta que, a falta de una vuelta y media, la amplia diferencia de Márquez se había diluido prácticamente a nada y empezó el que te paso, me pasás y te vuelvo a pasar, y al verse superado, la furia española hizo que el actual campeón se lanzase con todo a buscar en plena curva la posición perdida.

Como consecuencia, la Honda que venía derrapando tocó la parte trasera de la Yamaha y Márquez quedó por el piso. La desesperada corrida de Marc por resucitar su moto y su posterior malestar al ver que todo estaba perdido quedará seguramente entre las imágenes imborrables en la historia del MotoGP.

La maniobra fue por escasos minutos materia de investigación, pero ya finalizada la carrera, el éxito de Valentino era cosa juzgada. Y Márquez a pesar de su calentura y las pulsaciones a mil por haber tenido todo a favor y ver que se derrumbó lo que había construido como un castillo de naipes, expresó: “Tuve una pequeña quemadura en la caída. En cada carrera se aprende algo de Rossi”. A lo que el italiano, en rueda de prensa, argumentó: “Lamento lo que le sucedió a Marc porque hubiese sido un final con los dos a la par para que disfrutemos todos. Siento una inmensa alegría por la capacidad de recuperación que tuvimos durante el fin de semana y porque este triunfo nos mantiene como líderes y nos abre grandes posibilidades de dar pelea por el título hasta el final”.

Y en el podio, como gran especialista en golpes de efecto, Valentino se puso la camiseta argentina N° 10 de Maradona que motivó a que la ovación fuese todavía mayor. La verdad, cuando todos, público presente y televidentes, aún saboreaban el carrerón que habían visto, el ganador apareció con la blanquiceleste para ejercitar a los memoriosos de dónde nació esta relación. Resulta que allá por el 2008, en el GP de San Marino, en Misano, Diego lo fue a saludar antes de la carrera y le besó la mano augurándole que iba a ganar y que era su ídolo. Y la respuesta de Rossi había sido que él debía besarle el pie izquierdo y que siempre lo había considerado el mejor futbolista de todos los tiempos.

En la conferencia de prensa, el tema se extendió cuando Valentino lanzó un: “La idea de la camiseta de la Selección Argentina con el 10 fue como homenaje a mi ídolo Maradona, a quien siempre admiré. Recuerdo cuando era chico lo que me maravillaba verlo jugar en Italia. Reconozco que hoy Messi es el mejor del mundo, pero, para mí, Maradona es Maradona”.

Pero esta admiración mutua entre dos grandes, también hace recordar cuando una estrella como Brad Pitt, declarado fan por las motos, mostró su idolatría por Valentino y hasta llegó a decir: “Me hubiera encantado ser como él”. Y la lista de famosos que fueron capturados por la magia y el magnetismo del italiano se observa interminable.  

Imagen En otra jugada magistral, Valentino sorprendió a todos cuando subió al podio con la número 10 de Maradona.
En otra jugada magistral, Valentino sorprendió a todos cuando subió al podio con la número 10 de Maradona.
Aunque parezca extraño al analizar la impresionante estadística de Rossi, con 199 podios en 315 carreras mundialistas, su campaña no siempre fue feliz. Supo estar dos temporadas sin ganar (2011 y 2012) y sufrir lesiones complicadas en los hombros y en la espalda, algo tan propio de este exigente deporte. Tal vez por eso, a la hora de festejar, Valentino no se guarda nada y da rienda suelta para bañar literalmente a la escultural promotora Flor Zaccanti, la hija de Cosme, el exdefensor de Racing. 

Il Dottore tiene contrato hasta fines de 2016 con el equipo oficial Yamaha y se presume, aunque en verdad se ruega, que permanezca activo el mayor tiempo posible. Con sus salidas pícaras, cuando se le habló de la diferencia de edad con sus actuales rivales, Valentino aclaró: “Lo que pasa es que yo soy de la época del blanco y negro”. 

Si bien el año pasado había cosechado 2 victorias, 9 podios y una pole, en la Factory de Yamaha parecen haber acertado en un ciento por ciento en la preparación de la YZR M1 1000cc de 4 cilindros con cigüeñal crossplane, refrigeración líquida y válvulas neumáticas, que alcanza una velocidad máxima de 335 km/h, tiene una potencia de más de 250 cv, una transmisión seamless de 6 velocidades, suspensión Öhlins, chasis doble turbo de aluminio, frenos Brembo, depósito de combustible de 20 litros, peso seco de 158 kg según regulaciones FIM, neumáticos Bridgestone y software por supuesto de Yamaha.

En lo que va de la temporada, Rossi hilvanó tres podios consecutivos, con victorias en Qatar y Argentina y un tercer puesto en el GP de las Américas en Austin, EE.UU. Y eso lo catapultó al liderazgo de la clasificación con 66 puntos, 30 más que su archirrival en los papeles, Márquez. Entre ellos se ubican Andrea Dovizioso (60), Andrea Iannone (40) y Jorge Lorenzo (37).

Pero Valentino no pasó por Termas de Río Hondo sólo como piloto, también lo hizo como propietario de un equipo, el SKY Racing Team VR46 de Moto3, en el que corren con KTM los italianos Romano Fenati y Andrea Migno. Por eso, mientras se desarrollaba la carrera de la categoría telonera, Il Dottore se asomó a seguir atentamente el desenvolvimiento de sus muchachos, que terminaron 8° y 17°.

Imagen No hay imposibles cuando Valentino y su moto logran ensamblar. Il Dottore sueña con la décima corona.
No hay imposibles cuando Valentino y su moto logran ensamblar. Il Dottore sueña con la décima corona.
En suma, como aquel cartel que rezaba: “Viejo es el viento y sigue soplando”, nadie puede decir no haber quedado satisfecho por el show que brindó el eterno rey. Por ahora sin fecha de vencimiento a la vista, Valentino está hecho un pibe y en línea, con 67 kg para su 1,82 metros.

Y como para aumentar la expectativa de lo que se viene, justo coincide la próxima cita con el Gran Premio de España el 3 de mayo en Jerez de la Frontera, donde Márquez irá con el apoyo de su gente por el desquite. Será, sin dudas, un duelo imperdible. Luego en el mismo mes, el mejor motociclismo del mundo se concentrará el 17 con el Gran Premio de Francia en Le Mans y el 31 con el Gran Premio de Italia en Mugello, todos escenarios emblemáticos.

Y para el 2016, desde la organización del MotoGP, ratificaron la fecha de Termas de Río Hondo. Ese sería el tercer y último año de contrato. Desde los equipos y hasta los mismos pilotos, reconocieron que el circuito santiagueño se encuentra entre los mejores del mundo. Ojalá en el futuro se repita este show internacional, aunque, claro está, con la presencia de algún corredor argentino, como Leandro Mercado, de destacado presente en las pistas europeas.

Por Walter Napoli

Nota publicada en la edición de mayo del 2015 de El Gráfico