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Marc Márquez: un chaval sin igual

Con imagen adolescente y un talento acrobático asombroso, el español Marc Márquez es la gran atracción del motociclismo. Campeón en las tres categorías mundiales, posee un estilo arriesgado, puro coraje y desafiante ante cualquier acción que parezca imposible. Este año logró la pole y el éxito en las 4 carreras iniciales.

Por Redacción EG ·

11 de agosto de 2014
  Nota publicada en la edición de junio de 2014 de El Gráfico

Imagen CON APENAS 21 años, Marc Márquez tiene el horizonte libre para sumar más hazañas y pulverizar récords.
CON APENAS 21 años, Marc Márquez tiene el horizonte libre para sumar más hazañas y pulverizar récords.
La frase de Valentino Rossi retumbó en todo el mundo motor. Y aunque parezca agresiva y hasta chocante, es simplemente auténtica y sincera. “Marc Márquez es un maldito bastardo que vino al MotoGP para pasarnos por arriba a todos. Pronto será el mejor entre nosotros, sólo es cuestión de tiempo”. Y tal como lo pronosticó el italiano multicampeón, el español desembarcó y se adaptó velozmente a la máxima categoría del motociclismo internacional, en su temporada debut en 2013 se transformó en el campeón más joven de la historia, con apenas 20 años.

La sabiduría de The Doctor Valentino a sus 35 años, con 9 títulos mundiales sobre sus espaldas, vaticinó que Márquez tenía esa aureola sólo reservada para los distintos, esos que en los momentos cumbres sacan a relucir la dosis necesaria de amor propio para que su extraordinario talento no vaya a decaer, sino, por el contrario, se agigante.

En su paso por Termas de Río Hondo, en la vuelta del Mundial de motociclismo a la Argentina después de 15 años, Márquez exhibió toda su frescura y desinhibición. Como si el peso de la fama aún no se sintiera sobre sus hombros. Y eso puede ser, en gran parte, por la contención que le brindan su familia, acompañándolo en forma permanente, y en los mimos de su equipo Repsol Honda Team, que hasta le incorporó viejos y queridos mecánicos a la estructura.

En su afán de extender la vida familiar y que no se lo devore la estrella deportiva, Marc contó que sigue haciéndose cargo del aseo de su habitación y que generalmente a él le toca preparar la mesa y a su hermano Alex levantarla. Y justamente su único hermano, que en la cita de Santiago del Estero cumplió los 18 años, también es piloto y forma parte del gran Circo del motociclismo internacional como integrante del Estrella Galicia 0,0 al comando de una Honda en Moto3.

La humildad de Márquez se trasluce en cada una de sus frases, como por ejemplo: “Me quedan muchísimas cosas por aprender. Y frente a cada experiencia uno adquiere nuevos conocimientos. Siempre intento brindarme al máximo e ir al límite”. Y en ese límite es donde precisamente se afirman algunas de las cualidades distintivas del español, porque su cuerpo en cada curva se desprende de tal manera de la moto que queda en un imperceptible roce con la pista y hasta con los pianitos.

Donde los demás instintivamente reducen la velocidad, Márquez ejerce un equilibrio sorprendente y saca ventaja, sobre todo, en las curvas. Con seguridad, algunos de sus encumbrados rivales sean pilotos más completos, pero él hoy por hoy se encarga de aprovechar al extremo la potencia de su moto y con agallas se lanza a la superación de sus compatriotas Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa como de los italianos Rossi y Andrea Dovizioso.

Pensar que Valentino siempre fue su ídolo e, incluso, llegó a tener, hasta no hace mucho, un poster gigante en su habitación. Además, cuando Marc daba sus primeras aceleradas en una minimoto, The Doctor ya estaba incursionando en las lides mundiales. Pero el italiano absorbe mejor que un chico con las condiciones del español lo venza sin atenuantes. “Sería peor que me gane un piloto más viejo que yo”, lanzó en tono de broma, aunque con un dejo de verdad. En cambio el doble campeón Lorenzo, por ejemplo, según su círculo íntimo está empecinado en librar la batalla sólo con el “Baby Champ” o “Pequeño Genio”.

En Termas de Río Hondo cuando se le preguntó sobre su secreto para resolver el intríngulis de una pista nueva, él señaló: “No hay ningún truco. Buscó en los entrenamientos ir al límite y equivocarme en los ensayos para después en carrera no cometer errores. En este circuito argentino se pueden ver derrapadas muy bonitas y eso a la gente le gusta. Es divertido y difícil adelantarse porque cuando uno se sale de la pista, patina bastante”.

Imagen LA HONDA 93 marca diferencias en todo sentido y está valuada en un millón y medio de euros.
LA HONDA 93 marca diferencias en todo sentido y está valuada en un millón y medio de euros.
Un tema fundamental que le apuntan a Márquez es su grado de confianza. Cuando él se siente confiado ya nada ni nadie lo detiene y con extraordinaria soltura dibuja un rendimiento imbatible. Por eso, cuando en la pretemporada sufrió la fractura del peroné en un dirt track, prueba que se realiza en un óvalo de tierra con derrapes continuos, se creía que la inacción obligada le disminuiría la seguridad en sí mismo. Pero sucedió todo lo contrario, cumplió a rajatabla con la rehabilitación de no apoyar el pie durante 15 días en su pueblo Cervera, en Lleida, a 100 kilómetros de Barcelona, y con la ayuda de sus muletas se trasladaba hasta el kinesiólogo a modo de ejercicio. Así, llegó prácticamente con escasez de ensayos al GP de Qatar el 23 de marzo y, sin embargo, se anotó la pole y se quedó con la victoria. Y el temor de su falta de confianza se escurrió como agua entre los dedos.

Márquez ha sufrido decenas de accidentes y él mismo reconoció que se hace muy difícil prepararse para caer. En 2012 una caída en Malasia le produjo un serio problema en un ojo que le dificultaba la visibilidad para correr, pero en tiempo récord se repuso y conquistó esa temporada el título de Moto2.

“Después de una caída, le tomas mucho más respeto a la moto, pero no es miedo, sólo respeto. Como digo siempre, miedo yo le tengo al mar y a la profundidad, no a la velocidad”, reconoció el joven catalán.

Luego del triunfante debut en Qatar siguió la pole y la victoria en Austin, Estados Unidos, y se repitió el dominio en Termas de Río Hondo y en Jerez de la Frontera. Al cierre de esta edición, competía en Le Mans en el Gran Premio de Francia y ya en junio será el turno de tres escenarios tradicionales como Mugello, Italia, el 1º; Catalunya, el 15, y Assen, Holanda, el 28.

“Llegar es difícil, pero lo será más mantenerse con semejante rendimiento. Hemos empezado bien el año, pero el campeonato es muy largo y seguramente puede pasar cualquier cosa. Las ganas y la motivación están intactas”, explicó Marc, quien agregó sobre el boom Márquez: “Que esté con una sonrisa en la cara no quiere decir que me esté divirtiendo todo el día. También me pongo serio. Y sé distinguir entre lo que es trabajo y lo que no. Te tienes que ir acostumbrando, aunque el boom a mí me ha venido muy de golpe. Lo empecé a notar al ganar en Moto2 y subir de pronto a MotoGP y conquistar el título también fue tremendo. Que todo el mundo espere mucho de ti, sé que puede marear a cualquiera, pero si tu entorno te estabiliza bien, es difícil que uno cambie demasiado. De momento me ha ido bien haciendo las cosas de esta manera, así que no veo por qué habría que cambiarlas”, señaló con una mesura llamativa para un chaval de su edad.

Y con respecto a cómo afrontar la presión para un deportista de elite exitoso como él, Marc sintetizó: “Por supuesto que este año se nota más, porque todos te exigen, como es lógico, que defiendas el título. El año pasado como novato no tenía casi nada de presión. Tal vez al final de la temporada la pelea por el título me obligaba a no dejar pasar semejante oportunidad. Y ahora la presión se siente en cada fin de semana de carrera, pero yo la trabajo muy bien. Es más, creo que es buena para sacar lo mejor de uno. Además, si todos esperan mucho de ti, es que creen en ti y en lo que puedas llegar a conseguir”.


Por: Walter Napoli