(sin categoría)

Los méritos de Boca: apuntes del día después

Un análisis de la campaña del equipo de Arruabarrena y los argumentos sobre los que construyó una nueva conquista.

Por Diego Borinsky ·

02 de noviembre de 2015
Imagen

Bajada un poquito la adrenalina por la consagración demorada, es el momento de parar la pelota y realizar un primer análisis de la conquista xeneize. Para empezar, habría que decir que si Boca fue puntero durante 22 de las 29 fechas, al menos se adueña del rótulo de la regularidad. Haber liderado la tabla durante tres cuartas partes de este maratónico campeonato, que contuvo en el medio un receso por la disputa de la Copa América y que fue diseñado a contramano de las temporadas europeas con el consiguiente desguace y rearmado de los equipos (se fueron Osvaldo, Carrizo y Torsiglieri, entre otros; llegó Tevez) ya es un mérito en sí mismo. Haber cosechado 64 puntos sobre 87 posibles, es otro, indudablemente. Hablamos de una eficacia del 74 %, un valor realmente alto.

Bien, fijada estas posturas iniciales ¿fue Boca un equipo brillante, o que al menos desplegó un fútbol que cautivó a la audiencia? No. Incluso en ese rubro, la producción de Rosario Central en la segunda parte del torneo resultó superior: en juego, intensidad, ritmo y búsqueda incesante del arco rival. El Canalla tendrá ahora dos oportunidades para demostrarlo en el mano a mano, aunque es evidente que después del receso, ver los partidos de Central generaba mayor entusiasmo que sentarse a ver a Boca.

El equipo de Arruabarrena, sin embargo, se sostuvo en otros méritos inocultables. Fue un equipo más de jugadas que de juego. Es decir: le costó mantener un nivel alto durante los 90 minutos, o al menos en 45, pero en cada momento de cualquiera de sus presentaciones daba la sensación de peligro inminente. Con dos gambetas, tres movimientos o cuatro pases estaba cara a cara frente al arquero rival. Aún en inferioridad numérica, como le ocurrió ante Belgrano y Racing, en que terminó jugando con dos menos. Siempre dio sensación de peligro, y allí hay que apuntarle un poroto. Otro, sin duda, es haberse sabido sobreponer a circunstancias adversas. Aquí podemos mencionar tres hechos salientes: 1) la eliminación de la Libertadores con River, con las posteriores caídas ante Aldosivi y Vélez, enderezada con un 4-0 a Newell’s en una Bombonera clausurada para irse aliviado al receso; 2) la injusta caída sobre la hora frente a San Lorenzo, con la consiguiente pérdida de la punta, remendada en la jornada posterior en el Monumental, con una victoria por 1-0 sobre River; 3) la derrota ante Racing, ya en el epílogo del campeonato, que se saldó ganándole a Lanús la semifinal de Copa Argentina y superando a Tigre para dar la vuelta olímpica. Tener carácter para superar adversidades es una de las materias que deben aprobar todos los equipos que se precien de candidatos.

La influencia de Carlos Tevez resultó crucial, por sus aportes con la pelota en los pies (metió 9 goles en 16 partidos), por su trabajo de hormiga fuera del campo para unir a las partes, pero también por todo lo que contagió con su presencia. Liberó a sus compañeros y se hizo cargo de todo. Hasta se notó en el mensaje de las camisetas en la celebración del domingo (“Volvió todo a la normalidad”), que fue la frase dicha por Tevez a la salida del Monumental, tras el 1-0. Esa es otra frutilla: Boca le ganó los dos partidos del campeonato a River y además lo tuvo como aliado involuntario, ya que el equipo de Gallardo venció tanto a San Lorenzo como a Rosario Central, a la postre los competidores de Boca.

Después de casi cinco años como entrenador, Arruabarrena celebró el primer título de su nueva carrera y lo consiguió en su casa. Es el primer hombre formado en el semillero del club que consigue ser campeón como DT. Se entiende su emoción: al ser entrevistado apenas concluido el partido, apenas si tuvo aire para soltar una frase y luego cortó la nota. Si hay que rescatar otra virtud de su personalidad es la tranquilidad que transmitió en todo momento (excepción hecha de la noche del gas pimienta, en la que se vio sobrepasado): a pesar de los piedrazos que recibió desde varios sectores, en ningún momento perdió la compostura. Tiene ganas de seguir y así lo expresó, pero también es consciente de que se vienen las elecciones presidenciales y al menos un candidato con posibilidades de llegar al trono no lo tiene en sus planes. También habrá que ver cómo cierra la temporada este miércoles, en la final de Copa Argentina, porque el fútbol nuestro de cada día es así de cruel y exitoso.