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Cuando ganar por 6-0 significa perder

Una regla ridícula para nivelar partidos de fútbol escolares en Dinamarca: los equipos que goleen perderán el encuentro, así no hay vencedores ni vencidos. Por suerte, es todo parte de la ficción...

Por Alejandra Altamirano Halle ·

25 de septiembre de 2015
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Imagen Hassan, personaje en la serie Rita y un debate ridículo sobre el Fair Play.
Hassan, personaje en la serie Rita y un debate ridículo sobre el Fair Play.
Amarilla para el jugador que le cometió la falta en el área a Hassan, quien ya sabe que el penal lo va a patear flojito, afuera, o se la va a dar en las manos al arquero. ¿Por? Su equipo ya gana 5 a 0 y, si llega a meter otro gol, el triunfo será para aquellos que no han metido ni uno. Pero si las reglas del fútbol son otras, ¿qué clase de deporte es este? Es el fútbol según Helle, el fútbol que termina jugándose cuando alguien mete mano donde no debería. 

Helle es la consejera educacional de una escuela de Copenhague y decidió imponer una ridícula regla para el "día de deportes": si un equipo ganaba por 6 goles de diferencia, entonces la victoria sería adjudicada a los perdedores, para evitar que queden "traumatizados". Así, no habría goleadas por más de 5 goles de diferencia y todos (más o menos) contentos. ¿Semejante barbaridad puede ser cierta? No, todo esto es ficción. El debate se plantea en la serie danesa Rita, que precisamente transcurre en una escuela. 

Rita es una maestra danesa rebelde y desfachatada que no puede manejar su propia vida: siempre tiene problemas amorosos y muchas dificultades en su rol de madre. Su locuacidad la entierra. Siempre mete alguna frase de más o desubicada. A su vez, en cada emisión demuestra ser casi una heroína para muchos de sus alumnos. En el episodio 4 de la segunda temporada, será la inspiradora de Hassan, un chico con el que nadie quiere trabajar en clase por sus limitaciones académicas, pero que cuando sale del aula se transforma en el Messi de los recreos. Sólo a la hora de jugar al papi fútbol es que todos quieren ser sus amigos. 

Su padre y su hermano menor aparecen en la tribuna cuando ya iban 5 a 0, gracias a los lujos de Hassan. Desde entonces, el jugador estrella no para de pifiar. Quiere no ganar por 6 con el objetivo de llevarse el triunfo real. La tira afuera, la regala, en fin... lo único que sueña es con festejar al final del partido. Del otro lado hay un equipo de troncos y es evidente que no pueden sostener esa diferencia por mucho más tiempo. El padre y el hermanito de Hassan también miran apesadumbrados desde la tribuna. Una alegría para una familia de inmigrantes no es poca cosa.

Entonces llega el momento del penal, en el que Rita también quiebra las reglas y pide un momento para hablar con sus jugadores. Les dice que se olviden de la regla para ¿ganar? ¿perder? ¿Cómo explicarlo? Los chicos están naturalmente confundidos por la estúpida regla, saben que si meten el sexto, pierden, pero que si mantienen el 5-0, ganan. Ahí surge la habilidad de la DT Rita, que pide que se olviden de la regla y que pierdan pero que les rompan el arco todas las veces que puedan. Sin contemplaciones. Sin piedad. Es deporte. Hay que jugar para ganar. Y ganar por toda la diferencia que se pueda.

Finalmente, Hassan mete el penal y después no hay quien lo pare. Su equipo gana 18 a 0. La regla de Helle estalla por los aires. Los chicos ganadores (perdedores) le dedican el triunfo a Rita, que celebra su propia victoria con ellos en su casa. Pizza, Coca y todos contentos (excepto los que sufrieron la goleada, por más que se hayan llevado los 3 puntos). ¡Qué derrota espectacular, qué paliza les pegamos a los que ganaron!, se mofan los compañeros de Hassan. Un cachetazo a la ridiculez de muchos gurúes educativos, tal como los que también se ven en la Argentina: para no estigmatizar al alumno en desventaja, se baja el estándar, se suprimen pruebas y notas, la ortografía se transforma en opcional, se cuestiona más el aplicado que al problemático, se intenta por todos los medios que a ningún maestro se le ocurra bochar ni hacer repetir a nadie. Nadie se atreve a cuestionar esto, total es geografía, historia o matemática... salvo que venga alguna Helle y diga que la regla también se aplicará al fútbol. Que los partidos ganados por goleada, serán considerados perdidos, para nivelar al destacado y al tronco. Ahí, si tocan al fútbol, quizás la crisis de la educación llegue a importarle a la sociedad.