10 respuestas después de Argentina-Costa Rica

Las publicamos tres horas antes del partido. Las respondemos una hora después.

1) ¿Cómo recibirá el público a la Selección, después del clima hostil que invadió el final del partido en Santa Fe?
Excelente. Messi se llevó una ovación no bien el equipo salió a la cancha. El público apoyó y recién a los 35 minutos del primer tiempo sucumbió ante la debilidad de los cordobeses, Javier Pastore. Pero a excepción del pedido por el volante del Palermo, el estadio fue una fiesta.  

2) ¿Comenzarán los murmullos en los primeros minutos, ante un pase mal dado o una pelota perdida?
No. El equipo ayudó desde adentro y el público tuvo paciencia desde afuera.  Sólo hubo lamentos por la gran cantidad de situaciones desperdiciadas.

3) ¿El equipo se plantará con un 4-2-1-3 con Messi de enganche?
No. Fue un 4-2-1-3 pero con Di María ocupando esa posición, lejos de la banda. Messi comenzó por la derecha y en el segundo tiempo se movió por todo el frente de ataque, pero siempre como delantero, con Higuain oscilando entre el centro y la derecha, y Agüero más estacionado sobre la banda izquierda.

4) ¿Mejorará la movilidad de los receptores o volveremos a ver un equipo estático?
Mejoró y mucho. Con Higuain el equipo tuvo más descarga en el área. Con Agüero, una puñalada permanente por la izquierda. Gago tomó la posta como el armador permanente de juego desde el círculo central. Y Messi participó en casi todos los ataques. El que corrió muchísimo pero no encontró tan claramente la posición fue Di María. De todas formas, su vértigo también arrastró muchas marcas.

5) ¿Plantará La Volpe su clásico esquema con el que tanto supo complicar a los equipos argentinos cuando dirigía a México?
Sí, fue un 5-3-2 que se reconvertía velozmente en las pocas posibilidades de contraataque y en las salidas desde el fondo. Su equipo no pegó pero fue duro, aunque la diferencia contra los ases argentinos fue abismal. Era un milagro que se fuera empatando 0-0 el primer tiempo. También hay que destacar lo de los costarricenses: fue una actuación muy digna y aún tienen chances de pasar de ronda, si es que Venezuela gana su último partido.

6) ¿Entrará Pastore como primera opción de cambio si el circuito ofensivo no arranca?
No. Primero porque el circuito ofensivo arrancó desde el primer minuto. Segundo, porque el aliento del público -puteadas al entrenador mediante- le resultó contraproducente: Batista recién lo puso a los 34 del segundo tiempo. E hizo bien: había que darles rodaje a los que estaban en el campo.

7) ¿Mejorará su nivel Gabriel Milito?
No. Volvió a ser el punto más flojo de la defensa. Y esta vez, también el del equipo. Lo amonestaron, perdió en anticipos, no estuvo fino con la pelota y terminó perdiendo la marca en la última jugada, que obligó a una notable intervención de Romero.

8) ¿Conectará mejor Messi con Agüero e Higuain que con Tevez y Lavezzi?
Sí, absolutamente. La diferencia fue abismal. No hubo jugadores que transportaran la pelota 30 metros hasta perderla. En general se prefirió a la descarga por sobre la acción individual. Y en eso, todo el equipo salió ganando.

9) ¿Será Higuain el delantero que tanto necesita la Selección como punto de referencia para descargar centros en el área?
Sí, el Pipita marcó una diferencia respecto de los partidos anteriores, aunque estuvo muy errático para la definición. Tuvo cuatro claras en el primer tiempo y dos en el segundo tiempo. La mejor quizás es la que se iba solo, le cometieron penal pero el árbitro no lo cobró.

10) ¿Será esta una noche en la que finalmente los jugadores puedan relajarse e intentar lograr algo de buen fútbol?
Sí, lo fue. Y hay que festejar eso. Porque si la idea es minimizar al rival, también habrá que maximizar la presión que existía antes de empezar, y que podría haber generado una reacción distinta cuando, luego de media hora de intentarlo, Argentina no podía encontrar la ventaja. En ese sentido, este partido deberá ser tomado como un buen punto de partida, más una formación que trajo mejores sensaciones y que podrá intentar repetir la actuación ante los rivales más fuertes que se vienen.