(sin categoría)

Gracias, fútbol

Las suspicacias y los rumores quedaron enterrados en una jornada donde se jugó con el corazón y por la camiseta.

Por Martín Mazur ·

19 de junio de 2011
No es la prensa la que desconfía del fútbol argentino. Son los propios protagonistas. No es la prensa la que desconfia de los árbitros. Son los propios protagonistas. La prensa contribuye a que se genere un gran caldo de cultivo retroalimentado por los propios protagonistas. Son ellos los que desconfían. Pero también fueron ellos los que este sábado lleno de teorías conspirativas, demostraron que el fútbol puede ser mucho más limpio de lo que hasta ellos mismos se imaginan. 

Gracias, Mohamed, por haber sufrido en el banco la derrota del Huracán que usted ascendió, sin hacerse expulsar por salir un minuto tarde para evitar esa cámara que no lo dejó de enfocar un segundo.

Gracias, "cuarto arquero de Independiente", por no haberse comido ningún gol para que Caruso Lombardi tuviera más motivos para seguir su llanto eterno.

Gracias, Riquelme, por haber jugado tan mal para que nadie vaya a dudar de sus ganas de mandar al Mellizo al descenso. 

Gracias, Lunati, por haber dado 5 minutos y no 3 más al cumplirse los 5, como en aquella tarde ante Central (6+2) donde quedó en el ojo de la tormenta por el gol de River sobre la hora.

Gracias, Palermo, por haber jugado este partido y cabeceado esa última pelota, para evitar las suspicacias sobre su ausencia y su amistad con Barros Schelotto.

Gracias, Grondona, por haber demostrado que ni su aparente maldición ("No es un drama que River se vaya al descenso") ni su aparente bendición ("No lo veo a River jugando la Promoción") influyó en el paupérrimo nivel del equipo en estas últimas fechas.

Gracias, Lanús, por ganarle a River con Valeri en el banco, para que ahora nadie pueda decir que perdieron porque tiraron al equipo al bombo ni pusieron todo lo que habrían puesto si se hubieran estado jugando el campeonato.

Gracias, árbitros, por no haber hecho en esta fecha los errores garrafales que vinieron cometiendo en el último tramo del campeonato.

Gracias, debutante Ibañez, por haber sido la figura de Olimpo y así haber salvado de la condena a Laureano Tombolini, que si no salía quebrado, no debía salir.

Gracias, Cellay, por haber demostrado en el área rival que los errores en el área propia eran sólo por motivos futbolísticos.

Gracias, fútbol, por haber hecho que Gimnasia y Huracán, los dos peores equipos de la temporada, tengan que dirimir entre ellos quién se va al descenso y quién no.

Gracias, fútbol, por haberle dado a Quilmes vida hasta el minuto 92 de la fecha 38 de la temporada. Era lo mínimo que se merecía, por su levantada.

Gracias, fútbol, por haber hecho que Olimpo, con su gran campaña, no tuviera que padecer una instancia que en ningún otro campeonato del mundo le hubiera correspondido jugar.

Gracias.