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Tevez y su futuro

El supuesto pedido para que lo vendan del Manchester City, un club que lo abrazó y del que se hizo símbolo, puede poner la carrera de Carlitos verdaderamente en riesgo.

Por Martín Mazur ·

14 de diciembre de 2010
Imagen Carlos Tevez, 26 años, capitán y goleador del Manchester City.
Carlos Tevez, 26 años, capitán y goleador del Manchester City.
Por ahora no hay una confirmación, pero sí algunas imágenes que pueden interpretarse como inequívocas. Carlos Tevez no es feliz en el Manchester City.

Luego de haberse peleado con Alex Ferguson y de haber cambiado de equipo de la ciudad (con un contrato muy mejorado en relación al que tenía con los Red Devils), Carlitos no necesitó de ningún tiempo de adaptación para transformarse en el jugador preferido de los hinchas celestes. ¿Se separa Oasis? Con tiempo libre, Noel Gallagher se apura a decir que con Carlitos cantaría donde sea. "No sabe inglés, pero no le importa, él va a el frente", decía el cantante, fanático hincha del Manchester City.

La historia de siempre, en el City Tevez es el jugador del pueblo que fue en Boca, Corinthians, West Ham y también en el Manchester United, club donde consiguió ganar la Champions League con una actuación memorable en la final. Hace un mes, de visita en la concentración de Bélgica antes de jugar contra Alemania, charlé con Vincent Kompany, defensor belga y compañero de Carlitos. "Es mentira eso de que no sabe inglés. El siempre dice eso, pero habla mucho mejor del que todos creen, incluso él mismo. Es muy importante para nosotros lo que él nos dice, porque al fin y al cabo, es nuestro capitán", me explicó Kompany. También me contó que Tevez estaba muy atento a las tareas de Kompany en SOS Children's Villages, en las que ayuda a los chicos necesitados del Congo. "Carlos tiene un gran corazón. Por mucho tiempo, yo sólo pensaba en fútbol, fútbol, fútbol. Necesitaba estar en contacto con un proyecto como éste, viajar y ver lo que son las necesidades de estos chicos, no solamente donar algo de plata y desentenderme".

Las posibilidades de la infelicidad de Carlitos no son muchas. Con los millones del sheik Mansour, el equipo se planteó el gran objetivo de salir campeón, un sueño que por ahora está latente: aunque lleva tres derrotas en lo que va de la temporada, el City está a dos puntos de la cima, diferencia que puede estirarse a cinco si es que el Manchester United (invicto) gana un partido pendiente ante el Blackpool.

Desde aquí no se pretende sumergirnos en el chusmerío, aunque el propio Tevez reconoció hace unos días que extraña a sus hijas. En el hotel Maruma de Maracaibo, para la Copa América de 2007, Carlitos capturó el interés de un pack de periodistas brasileños que venían a preguntarle sobre el Corinthians. Los argentinos esperábamos en silencio, que él terminara de responder en su particular portuñol. Cuando dijo que le gustaría volver al Corinthians, uno de los brasileños le repreguntó cuándo. "Usted también dice que quiere volver a Boca. No dan los tiempos", le dijo. Carlitos respondió con simpatía: "Es muy fácil. No me quiero quedar mucho tiempo en Europa. Termino mi contrato y vuelvo. En Corinthians puedo estar un año. Ganar la Copa Libertadores. Y después dos años más en Boca". Parecía tener todo claro, aunque no sonara demasiado convincente. El Manchester United no lo había comprado sino que lo llevaba a préstamo por dos años, o sea que nadie tenía derecho a dudar de que una inversión millonaria se convirtiera en un pésimo negocio, si es que Carlitos realmente quería volver a Sudamérica a los 27 y retirarse a los 30.

Imagen En poco tiempo se convirtió en la imagen del club.
En poco tiempo se convirtió en la imagen del club.
Las últimas declaraciones lo encuentran cada vez más border. Fue el primero en cuestionar a Maradona, por haber cantado el equipo del debut ante Nigeria a casi dos meses del inicio del Mundial, y logró meterse entre los titulares, con cambio de esquema incluido. También fue el primero en disparar contra Julio Grondona, sin temor a las represalias, por haber echado a Maradona y no haber cumplido con su palabra en el vestuario post 0-4 ante los alemanes. Ah, y antes había dicho que si ganaba el Mundial se retiraba, cosa que lo obligó a dar marcha atrás en una conferencia de prensa en Pretoria, ante una pregunta de una cronista extranjera, que se había tomado sus palabras más en serio que el resto de nosotros. Ahora se plantea este tema del retiro en los tabloids, sobre una supuesta amenaza: "Véndanme o me retiro". El club salió a reconocer en un comunicado que el argentino había manifestado su intención de ser transferido, aunque tiene tres años y medio de contrato por delante. Es el mejor pago del plantel y uno de los mejor pagos del mundo.

En el medio, a Tevez se le vieron reacciones excesivas contra el técnico Roberto Mancini, uno que en el trato con los jugadores tiene algunas formas passarellianas. Si fuera que no está contento por culpa de Mancini, el italiano dejaría de ser el entrenador antes de que Tevez siquiera amenace públicamente con irse. Pero el tema es más de fondo.

Cada día que pasa en la tranquilidad de Inglaterra, el país donde un futbolista de elite más tranquilo vive, a Tevez se le hará más difícil volver a jugar en un club como Corinthians o como Boca. También en el Real Madrid, que se comenta que lo quiere para enero, aunque quizás no tanto del Inter, otro de los que lo tiene en carpeta. En ese caso, tampoco estaría más cerca de los suyos. "Sólo volvería a Boca si me lo pide mi viejo", agregó en este último tiempo, para remarcar que aquellas declaraciones primaverales han cambiado de tenor, enmarcadas en esta sensación de ahogo y hastío que viene desnudando desde hace tiempo.

Imagen Personaje de tapa en la revista del club, edición diciembre, un mes turbulento.
Personaje de tapa en la revista del club, edición diciembre, un mes turbulento.
Lo único que por ahora no se le puede discutir a Tevez es que, con boca abierta o boca cerrada, en la cancha sigue contagiando y conectado a 220. Es el goleador de su equipo, a uno del búlgaro Berbatov, líder de la Premier. Los hinchas del City, como en su momento los de Boca, Corinthians, West Ham y Manchester United, ya comienzan a saber lo que es jugar con el corazón en la boca y esa sensación de partida inminente del jugador que aprendieron a querer. En todos los otros casos, la sensación se hizo realidad en poco tiempo. En el City, club donde los millones sobran, es donde Tevez puede realmente encontrar a alguien que se plante y le obligue a considerar si realmente estaría dispuesto a llevar el conflicto a un punto sin retorno, donde su carrera estaría en riesgo.