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San Lorenzo no pudo hacer el milagro y Real Madrid es el campeón mundial de clubes

El equipo español se impuso 2-0 con goles de Sergio Ramos y Bale. El Ciclón le planteó un partido difícil que recién se abrió por una pelota parada y desde entonces, no tuvo reacción.

Por Martín Mazur ·

20 de diciembre de 2014
Real Madrid es el nuevo campeón mundial de clubes. Le ganó 2-0 a San Lorenzo en Marruecos y cierra un año soñado. Sin ser una topadora, se erigió como justo ganador ante un equipo argentino que hizo lo que pudo. En el primer tiempo, los de Bauza intentaron mantenerse cerrados y atentos a las marcas y a los de Ancelotti se les complicó generar fútbol y juego. El partido se hizo trabado y con pocas ocasiones de gol, algo que le convenía al Ciclón, cuyo único desliz fue defender demasiado cerca de su área y ceder algunos tiros libres.

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Sin embargo, el gol llegó después de una pelota perdida por Kalinski en la salida, que generó un rápido contraataque del Real Madrid y una buena atajada de Torrico, que la tiró al córner. En ese tiro de esquina, magistralmente ejecutado por Toni Kroos, se impuso en el área el gigante Sergio Ramos, siempre presente en las finales, dejó desairado a Mario Yepes (de flojo partido) y aprovechó la no salida de Torrico para meter el 1-0 de cabeza. La muralla del Ciclón comenzaba a caer. Lo que nunca cayó fue su gente, que copó el estadio y realmente se hizo sentir como si el estadio de Marrakech fuera el Gasómetro.

Con la victoria parcial, el trámite no cambió. No aparecieron más espacios ni se abrieron los caminos para una victoria más abultada. Al contrario de lo que pasa en España, Los Galácticos no pudieron ganar en el mano a mano, y la diferencia de jerarquía individual no se evidenció en ningún momento. Cristiano Ronaldo, bastante apagado, estuvo bien contenido por Kannemann y Buffarini. Kroos apareció incómodo entre Barrientos, Ortigoza y Mercier. Benzema no demostró el instinto letal que lo caracteriza. Y ni Isco ni Bale, mucho menos James Rodríguez, lograban cambiarle el ritmo al partido. Hasta el cabezazo de Ramos, San Lorenzo había hecho lo que pudo, sin tener demasiado la pelota, casi siempre en el poder del Madrid.

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Pero con el marcador adverso, San Lorenzo no tuvo plan B. Y no bien empezó el segundo tiempo, recibió el golpe letal del 2-0. Tardía aparición de Yepes ante Bale, que tuvo tiempo de girar y patear un tiro débil, que parecía tener destino en las manos del arquero. Pero Torrico falló y la pelota terminó en la red. Mazazo imposible de levantar. Le costó casi media hora sobreponerse, y aprovechar la relajación del Madrid. Recién ahí, cuando en la cancha ya estaban Romagnoli y Matos, llegaron los primeros remates para demostrar que Casillas estaba atento: primero ante Mas, luego ante Mercier, por último ante Buffarini (desviado).

Fue el final de una aventura que se recordará toda la vida. Una campaña histórica a la que se le rendirá culto por siempre. Terminó contra el Real Madrid en Marruecos. Terminó contra los mejores. Y San Lorenzo, quizás fuera de forma y sin varios jugadores importantes en la consagración en la Libertadores, se plantó y cayó de pie. 

[MM]

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