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Anuario: el 2014 a través de las tapas de El Gráfico

La primera respuesta remite al año del Mundial, pero los hinchas de Racing, River, San Lorenzo y Huracán también tuvieron sus alegrías. Un repaso por los eventos del año y la sucesión mensual de las tapas.

Por Redacción EG ·

18 de diciembre de 2014
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El fin de 2013 fue con sonrisa para San Lorenzo. En una agónica final en cancha de Vélez, se coronó con apenas 33 puntos convirtiéndose en el campeón del fútbol argentino con menor puntaje en torneos cortos. Entre el brindis y los fuegos artificiales de año nuevo, el Pipi Romagnoli fue la tapa de enero. No era para menos: se convirtió en uno de los más ganadores de la historia cuerva. “Los cuatro torneos que gané en San Lorenzo los disfruté por igual y a mi manera. De este, puedo decir que me sentí un poco más nervioso y ansioso que los demás; quizás porque antes era más joven y lo veía desde otro punto de vista. Hoy, lo miro de otra manera: se me está terminando la carrera y este título puede ser el último”. Como un guiño del destino, unos meses después estaría festejando otro título, nada más y nada menos que la Copa Libertadores de América.

 

 

 

 

 

 

 

 



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No fue el único equipo argentino que festejó en diciembre. Como también sucedió en las dos competiciones internacionales de 2014, la Sudamericana 2013 fue para Lanús, uno de los clubes de mayor crecimiento futbolístico en los últimos años. Líderes del boom granate y de una nueva camada de de entrenadores jóvenes, los Mellizos Barros Schelotto tuvieron la tapa de febrero. Guillermo habló de táctica: “Nosotros queremos que Lanús tenga una identidad propia. Podemos rescatar algo de otro equipo, como fue el caso del Bayern, para tratar de aplicarlo. Pero, por ejemplo, nosotros jugamos distinto desde lo táctico que ese Barcelona”.  Y Gustavo especificó sobre las convicciones de ambos: “Nosotros tenemos claro para dónde vamos en lo futbolístico. A veces se hace difícil con las circunstancias que se producen en los partidos, con los resultados, aunque nosotros tenemos en claro a qué queremos que juegue el equipo”.   









 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Iban pocas fechas del Torneo Final 2014, pero las suficientes para que Alvarez Balanta se destacara en un irregular River que ganó una de las primeras cuatro fechas. El talante como si fuera un jugador de jerarquía con apenas 21 años había llamado la atención en 2013, pero lo confirmó en el primer semestre de este año, en el que fue una pieza clave para el River campeón del torneo local. Estuvo en la edición de marzo. Jugó catorce partidos y llamó la atención de varios equipos europeos. “Sé que al principio fue todo muy efusivo, así ocurre cuando aparece algo nuevo, es como que llama la atención, por ahí ya con el paso de los partidos todo se vuelve más normal”, reconoció sobre su pronta idolatría. En el segundo semestre, River siguió por la senda del éxito aunque Balanta tuvo un papel secundario.








 

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En abril comenzó la fiebre mundialista con Alejandro Sabella como protagonista. El “hombre detrás del técnico” repasó imágenes e historias desconocidas de quien fue el estratega de la Selección Argentina. Sus esquemas, el papel de Messi y los jugadores fetiche fueron tan polémicos como durante las Eliminatorias, pero en Brasil estuvo a un paso del título. “La máxima que lidera el ranking de sus frases de cabecera le pertenece a Mahatma Gandhi. ´El día que perdamos la humildad habremos puesto el primer ladrillo para construir el edificio de nuestro fracaso´”, recuerda la nota.





 









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El foco continuó en la Copa del Mundo y duró varios meses. Mientras River comenzaba a pisar fuerte en el certamen local y San Lorenzo llegaba a las semifinales, el almanaque tachaba los días para la gran cita. El Real Madrid conquistó la esperada Décima Champions League con la figura estelar de Di María y el Atlético de Simeone le ganó en la última fecha al Barcelona de Martino la Liga de España. Agüero se consagró con el Manchester City y el único defensor capaz de parar a los monstruos de arriba parecían ser las lesiones. Así fue. Había que bajar la espuma y pensar los Mundiales en retrospectiva. La tapa de mayo fue con el recuerdo de 95 historias de la Selección en los Mundiales. El número no fue casual, sino que la cantidad de años que cumplió la revista. Alguna de ellas: “El Mosquito: Así se llamaba el diario interno que los jugadores argentinos escribieron durante la concentración, en tiempos de Osvaldo Zubeldía como DT. Lo hacían para divertirse, y solía incluir varias bromas internas, ideadas a partir de fotografías que se publicaban en los grandes medios. Además del entrenamiento, los jugadores recibían clases de inglés. El malogrado cuerpo técnico apostaba al crecimiento físico y futbolístico, pero también al cultural”.





 

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La tapa de junio fue la más explícita en relación al Mundial. Muller, Pirlo, Cristiano Ronaldo, Messi, Neymar e Iniesta en una edición que incluyó guía y varias notas ideales para matar la ansiedad. Los noticieros se mudaron a Brasil, las casas rodantes pasaron a ser tema central, los libros de fútbol explotaron en las librerías y el mercado publicitario apuntó los cañones en el objetivo de la Selección. El país entero festejó como hacía mucho tiempo no sucedía –sobre todo después del triunfo vs. Holanda- y estuvo a minutos de la coronación definitiva. Alemania fue un justo campeón, pero las calles se volvieron a teñir de celeste y blanco al ritmo del “Brasil decime que se siente”, la canción de moda, tan pegadiza como efímera.
 











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Fue difícil superar en la agenda de medios todo lo relacionado al Mundial. La dedicación full time a la Copa del Mundo tuvo varios hijos: los especiales después de cada partido de Argentina. Hubo que esperar hasta agosto para la edición mensual, en la que Javier Mascherano, el héroe anímico del equipo, estuvo en la tapa. Messi había sido la bandera al inicio del certamen, pero cuando hizo falta garra, corazón y compromiso, hasta la misma Pulga se posicionó detrás del Jefecito. Masche volvió a su mejor nivel y fue un todoterreno dejando atrás dudas de su capacidad para gobernar el mediocampo. El “hoy te convertís en héroe” fue su frase emblemática y la salvada a Robben, su acción célebre. En Twitter bajo el hashtag #MascheFacts se convirtió en una especie de Chuck Norris, idóneo para arreglar cualquier problema.
 









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Los hinchas del fútbol tuvieron que adaptarse y cambiar el chip. El torneo de Transición movilizaba poco y el futuro incierto en cuanto a los torneos alimentaba la poca expectativa en el retorno del fútbol de clubes. A diferencia de ellos, San Lorenzo tuvo que disputar cuatro partidos para coronar la obra que había comenzado en el primer semestre: eliminó a Bolívar en semifinales y a Nacional de Paraguay en la final para alzar por primera vez la Copa Libertadores. La tapa de septiembre reunió al presidente, al entrenador y al pulmón del equipo. Lammens, Bauza, Mercier y Ortigoza se prestaron para la producción fotográfica y protagonizaron cuatro entrevistas como para que ningún hincha cuervo se olvide de la hazaña. Lammens, presidente y de ADN azulgrana, contó sobre el partido de ida en la final: “Entré recién en el segundo tiempo, el primero no lo vi: estaba afuera esperando que entraran todos. Cuando metió el gol Matos, dije “Ya está, esta vez no se nos escapa” y cuando empataron sobre la hora, pensé: “¿Por qué tiene que ser así la historia de este club?”. Como decía el Gordo Soriano: ´San Lorenzo es un sobresalto interminable´”.
 





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No fue bueno el segundo semestre para Boedo, aunque en el fútbol argentino River volvió a pisar fuerte como hacía años no sucedía. Récords, goleadas y triunfos consecutivos cuando pocos lo imaginaban después del éxodo de Carbonero, Ledesma y Lanzini y la lesión de Cavenaghi. Marcelo Gallardo tomó el timón y sentó las bases de un plantel corto que amenazaba con ganar las tres competiciones: Copa Argentina, torneo local y Sudamericana. La tapa de octubre fue para Leonardo Pisculichi, uno de los refuerzos que el Muñeco había pedido y que poca confianza había causado al hincha en un principio. No sólo tuvo muy buenos partidos al comienzo, sino que como enlace y con su letal pegada, fue uno de los estandartes de la conquista sudamericana. Hasta él mismo reconoció su sorpresa por su muy buen rendimiento: “Siempre pienso en dar el máximo y siempre confié en mí, pero lo que me pasó acá fue que me encontré con un grupo bárbaro, y eso me dio una gran confianza, me hicieron sentir muy cómodo. Por ahí uno no esperaba tanto, pero igual esto recién empieza, uno no puede sacar cálculos ahora”.
 







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Piscu después pudo sacar cálculos con tranquilidad. Ningún equipo se confirmaba como inmediato perseguidor de River, aunque la brecha no era demasiado grande. Independiente no dio con el target y recibió una goleada en el Monumental; Newell´s se cayó ante tanta lesión; Boca nunca se recuperó de un mal comienzo; y Lanús perdió partidos increíbles. Racing todavía no era ni un plan de candidato. La Selección Argentina comenzó a tener los primeros rasgos de la era Martino y Agüero-Messi siguieron con la costumbre de ser figura en sus respectivos clubes. Nada demasiado nuevo. La tapa de noviembre fue, entonces, para Teófilo Gutiérrez, quien había coquetado con irse después del Mundial pero que cuando vio que el Millonario estaba para pelear grandes cosas, se quedó. Meses después, patentó una frase para hablar sobre su futuro 2015 con la Banda Roja: “si ponen los verdolagas, me quedo”. Teo ya es de por sí, un personaje entrañable, pero en la nota de noviembre ayudó a la comprensión del fenómeno River explicando las claves: “nos preparamos bien físicamente y mentalmente, y que tratamos de disfrutar en la cancha. Cuando uno disfruta creo que todo fluye más rápido. Cuando tú disfrutas en la cancha, no hay precio que lo pueda pagar”.
 



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River eliminó a Boca en las semifinales de la Sudamericana y se consagró vs. Atlético Nacional de Medellín. Consiguió su sexto título internacional y cortó una malaria de 17 años. Huracán festejó después de 41 años de sequía gracias a la Copa Argentina. En el certamen local, Racing hizo lo propio luego de 13 años sin títulos. Lo fundamentó en una persona y un imparable sprint final: Diego Milito y 18 puntos ganados sobre los últimos 18. En gran parte se aprovechó del plantel corto de River y en la 17ma fecha tras ganarle a los suplentes del Millonario –Gallardo guardó a los titulares para la Sudamericana- le usurpó la punta. No estaba definido el Torneo Transición cuando salió la edición de diciembre con César Luis Menotti en la tapa. Era uno de los personajes que faltaba en los tradicionales 100X100 y el Flaco abrió la Biblia para llenar a la revista de conceptos. Fue sin límite de páginas ni de preguntas, una entrega total a la verborragia del entrevistado, quien cumplió con lo prometido y dejó frases memorables. Guardiola, Messi, Maradona, el Mundial 2014 y una radiografía para comprender mejor el fútbol y cerrar el año de la mejor manera.

Con equipos argentinos campeones de los dos torneos continentales, la final en el Mundial y el término de rachas negativas para Racing, Huracán y River, concluye un 2014 en el que el fútbol argentino volvió a estar en un lugar de privilegio y repleto de emociones. Ahora, Papa Noel, el Año Nuevo y el torneo de 30 equipos se deberán encargar de que la racha continúe.