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Semblanza del Olympique, el nuevo desafío de Bielsa

En un segundo plano por cuestiones económicas, el equipo de Marsella buscará renacer de la mano del Loco. Su historia, actualidad, figuras y expectativas.

Por Redacción EG ·

24 de julio de 2014
Imagen 59 AÑOS cumplió Bielsa, pero no pierde la costumbre de mostrar los ejercicios él mismo.
59 AÑOS cumplió Bielsa, pero no pierde la costumbre de mostrar los ejercicios él mismo.
250 millones de euros gastaron el Paris Saint-Germain y el Mónaco para la temporada 2013-2014 en refuerzos. Fueron quienes lideraron la Ligue 1 por amplia diferencia con respecto a los demás rivales. El Lille fue tercero y clasificó a la Pre-Champions, mientras que el Saint-Ettiene y el Olympique de Lyon ocuparon los siguientes puestos y disputarán Europa League.

El Olympique de Marsella sumó sesenta puntos y quedó a uno de los puestos europeos. Durante once fechas se mantuvo en la sexta posición, y en la anteúltima jornada cuando pudo haber quedado quinto, apenas empató con el Burdeos. La frustración fue grande, y la necesidad de cambio, urgente.

Se trata del segundo equipo con mayor cantidad de ligas locales. Tiene nueve, una menos que el Saint-Ettiene. Sin embargo, ganó solo una en los últimos veinte (la 2009/10 con Deschamps como entrenador, actualmente en la Selección gala). Desde hace algunos años, en Francia dejaron de existir los clubes grandes por la historia para darle paso a los de mayor billetera. El empresario Jean-Michel Aulas compró el Olympique Lyon y consiguió siete títulos consecutivos desde 2002 hasta el 2008. Antes de él, Les Lions nunca habían sido campeones. El jeque árabe Nasser Al-Khelaifi con el PSG y el magnate ruso Dimitri Rybolovlev en el Mónaco, tomaron la posta y le inyectaron fortunas y figuras, a una liga que era secundaria. Ibrahimovic y Cavani por un lado, James Rodríguez y Falcao por el otro.

En ese contexto multimillonario, el Olympique de Marsella quedó aislado. Si bien es propiedad del Grupo Louis-Dreyfus, la compra del club siempre respondió más a una búsqueda de status de Robert, el CEO familiar de la empresa petroquímica, más que a una intención de invertir. Según él, fue uno de los peores errores de su vida. A causa de una leucemia, falleció en 2009, meses antes de que el Marsella fuera campeón, logro que nunca obtuvo con él como dueño. El público nunca lo aceptó y el lobby político escudriñado tampoco fue un éxito, incluso en 2007 recibió una condena de diez meses de prisión por “abuso de bienes sociales”.

Fallecido Robert heredó su esposa Margarita, quien tiene aún menos interés en el fútbol que su marido. Ante el reclamo habitual de los hinchas en pos de un accionista de mayor billetera (mentalidad inconcebible para el fútbol argentino), ella ya respondió en su momento con relación al PSG y al Mónaco: “No tengo los medios para competir en esta subasta”. La explicación dada es que la plata que invierten al club no es de la empresa, sino de su familia. El único ingreso con destino de Louis-Dreyfus en el Olympique lo obtiene de Adidas, la empresa indumentaria que pertenece al Grupo y viste al equipo.

Como si los trastornos político-económicos y perder el protagonismo en el fútbol francés no fueran suficientes, una nueva noticia se sumó en los últimos días. No hubo acuerdo económico con la Municipalidad de Marsella y desde esta temporada dejará de jugar en el Státe Velodrome, su habitual casa desde 1937. La solución a corto plazo será la localía en Montpellier, a casi dos horas de distancia.
En esa mentalidad de equipo grande “venido a menos” y agentes externos que llevaron a las frustraciones dentro del campo de juego, cobra mayor sentido la inmensa bandera que le hicieron los hinchas antes de que Bielsa asumiera. Como un símbolo de las expectativas, no pedían salir campeón ni ganar la Champions, solamente otra cosa: “El Loco: Haznos soñar”.

El clamor a su llegada fue inesperado. Su último paso por el Athletic Bilbao es el que más presente tienen los franceses. La situación inicial del club vasco podría ser considerada similar al panorama del Olympique. Bielsa firmó por dos años y desde un primer momento mostró una búsqueda de renovación integral.

Imagen LA BANDERA que apareció antes de que el Loco fuera confirmado como entrenador.
LA BANDERA que apareció antes de que el Loco fuera confirmado como entrenador.
Conoció las instalaciones, vio entrenamientos de los juveniles y preguntó por cada uno de los cuadros de las salas, según puntualizó el sitio oficial. Su obsesión ya es una virtud que todos valoran. Por una política de comunicación con el hincha, el Olympique de Marsella tiene la costumbre de mostrar partes de los entrenamientos. De este modo, comenzaron a circular videos con diferentes trabajos de intensidad, físicos y tácticos, donde los jugadores terminan extenuados. Bielsa, siempre serio y atento a cada detalle, grita y da indicaciones en español, seguido por un traductor que repite lo mismo del rosarino en francés.

Se encontrará con un plantel inexperto y sin demasiadas modificaciones con respecto al del último certamen. Su máxima figura, Mathieu Valbuena, el wing derecho francés famoso por su 1,67, está buscando nuevo club. Su futuro estaría en Rusia, donde el Dinamo de Moscú dispone de la plata que le exigen. Descartados Ever Banega y Darío Cvitanich y en busca de ajustar gastos, los únicos dos refuerzos no tienen demasiada chapa. El mediocampista Romain Alessandrini proveniente del Stade Rennais; y el belga de 20 años Michy Batshuayi, delantero del Standard Lieja, quien anotó 21 goles en la última temporada. Para continuar con la costumbre, ya anotó por duplicado en amistosos: primero al Bayer Leverkusen en el 4-1 y el otro en el triunfo al Benfica.

La espalda por sus anteriores pasos revolucionarios, le permite a Bielsa comenzar con viento en popa. Sin embargo, deberá pelear ante equipos superiores y reposicionar a un club necesitado de festejos. En lo netamente futbolístico, el objetivo es volver a las competiciones europeas. Pero como dijeron los hinchas en aquella bandera y el panorama general lo pide, el deseo es volver a soñar.



Pedro Molina