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Retegui: doble desafío

Por primera vez, un mismo entrenador dirigirá a los seleccionados femenino y masculino en el Mundial, que arranca a fin de mes. Chapa revela su fórmula para el reto, admite su esencia como coach y su identificación con Simeone, y avisa que “Aymar puede jugar muchos años más”.

Por Redacción EG ·

03 de junio de 2014
 Nota publicada en la edición de mayo de 2014 de El Gráfico

Imagen RECREO. Hace un alto y posa en San Fernando, su club. "igual, la cabeza no para nunca", cuenta.
RECREO. Hace un alto y posa en San Fernando, su club. "igual, la cabeza no para nunca", cuenta.
RARO PARA la coyuntura, previsible para la interna. Carlos Retegui, que había iniciado su segundo ciclo al frente de la Selección masculina de hockey sobre césped en mayo pasado, asumió también como entrenador de Las Leonas en diciembre.

La situación era desesperante: las chicas finalizaron cuartas en la World League, Emanuel Roggero puso la renuncia a disposición y las campeonas del mundo se quedaron sin coach a menos de seis meses para el Mundial. Había incertidumbre hasta que Aníbal Fernández, presidente de la Confederación Argentina, lo resolvió con el aval de las referentes del plantel, encabezadas por Luciana Aymar. Por conocimiento del grupo, por sapiencia en cuanto al juego, por capacidad de liderazgo y porque ya había cristalizado una etapa exitosísima al mando del equipo entre 2009 y 2012, Chapa resultaba el elegido.

Tan rápido como levantó el pulgar, puso manos a la obra. Así se convertirá en el primer entrenador en dirigir a los dos seleccionados en el Mundial. Sólo hubo un registro similar, pero distinto en el fondo: Luis Ciancia (muy buen técnico, ideólogo de Las Leonas, que nos dejó a fines de febrero de este año) fue el primero que trabajó como head coach con ambos seleccionados. Si bien Luis estaba junto a los equipos y asesoraba, veía los partidos desde la tribuna y no dirigía.

“Es una oportunidad lindísima y una responsabilidad muy grande. Por eso, conformé dos cuerpos técnicos por separado y con gente capacitada para tener una organización perfecta y tomar decisiones acertadas. Nuestra tranquilidad es el trabajo, desarrollar los entrenamientos con calidad y cumplir con la planificación. Sé que esta función será hasta que el Mundial termine”, explica.

Imagen A LOS 44 AÑOS, proyecta el Mundial de mujeres y de varones. "Transmitiremos los valores del Hockey argentino", anticipa.
A LOS 44 AÑOS, proyecta el Mundial de mujeres y de varones. "Transmitiremos los valores del Hockey argentino", anticipa.
El Mundial encierra una curiosidad: se disputará en damas y en caballeros en el mismo tiempo y espacio, del 31 de mayo al 15 de junio en La Haya (Holanda). No se trata de un torneo mixto, sino de un certamen distinto para cada género. Entonces, ¿cómo se encara el doble reto sin morir en el intento?
Por empezar, como Retegui anticipaba, cada seleccionado tiene su cuerpo técnico. Junto a las chicas están Agustín Corradini y Santiago Capurro como colaboradores principales, y Luis Bruno Barrionuevo, el histórico preparador físico que se colgó medallas de todos los metales con Las Leonas. Junto a los chicos figuran Alec Doherty, Mariano Ronconi y Javier Braña (el hermano del Chapu, futbolista de Quilmes, campeón de América con Estudiantes), y el profe Eduardo Pesci.

“Somos un grupo. El cuerpo técnico lo integran los asistentes, profes, médicos, kinesiólogos, entrenadores de arquero... Hay muchísima gente que trabaja y todos tienen el mismo valor, desde la empleada que limpia la Confederación Argentina hasta el Chapa Retegui”, confiesa el seleccionador.
Sin embargo, el ex defensor de la Selección, que como jugador disputó tres Mundiales y tres Juegos Olímpicos, y obtuvo cuatro medallas en los Juegos Panamericanos –tres doradas y una plateada–, sabe que los contextos de cada uno de sus equipos resultan dispares. Las Leonas son número 2 del ranking, candidatas al título, y encima llegan afiladas tras ganar de manera invicta el Seis Naciones de Nueva Zelanda hace menos de un mes. En cambio, la Selección masculina, denominada Los Leones, se encuentra en proceso de mejoría (redondeó una buena World League al clasificarse a la etapa final y culminar 8º) y busca despegar definitivamente.

Al margen de las diferencias, el coach propone el mismo disparador: “Desde la convicción y la entrega, los dos seleccionados jugarán igual en el Mundial. De hecho, el estudio que hacemos sobre nosotros y cada rival es el mismo. Ambos equipos serán ultraofensivos, pero la estrategia para cada partido resultará diferente. No es lo mismo debutar contra Holanda (potencia en varones) que ante Sudáfrica (relleno en mujeres), por más que tomamos todos los partidos con respeto. De todas maneras, vamos a jugarle palo a palo a Holanda, porque la única posibilidad para sumar puntos es atacándolo. Entonces, ni Las Leonas ni Los Leones deben dar medio paso para atrás, ni siquiera para tomar envión. Vamos a ir para adelante, con mentalidad positiva”, afirma.

-¿Cómo se manejan con el análisis específico?
-Contamos con una extensa base de datos. Trabajamos con un programa de edición de video que se llama SportsCode. Nosotros ya tenemos bien vistos a los cinco rivales de cada zona y a partir de ahí, más lo que ya conocemos, elaboramos el plan de juego.

-El rigor físico es uno de los sellos de tus equipos. ¿A los dos seleccionados se los entrena y se lo exige por igual?
-Por supuesto. Además de los trabajos de hockey en doble turno y de los circuitos de coordinación, todos realizan natación para mejorar la capacidad aeróbica sin rebotar los músculos contra el suelo y recuperarse más rápido. Además, los chicos practican boxeo para mejorar la coordinación de los pies y fortalecer el tren superior. Aumentar las cargas de entrenamiento ayudó para que los varones les jueguen de igual a igual a las potencias. Antes nos apabullaban y ahora no, pese a que se puede perder. Por eso, la intensidad y la convicción hacen que el equipo sea complicado para cualquiera.

-¿Cuál sería el resultado deseado para cada seleccionado?
-De arranque, hay que tener puntos con los dos equipos el 1º de junio a la noche (fecha del estreno), y después pensaremos partido por partido. Las Leonas deben estar siempre arriba para seguir superándose dentro de la elite, y Los Leones quieren estar donde nunca estuvieron (sólo acariciaron dos veces un 6º puesto en la Copa del Mundo, en Londres 1986 y Kuala Lumpur 2002, cuando Retegui era jugador).

 
Imagen ALTA SOCIEDAD. Aymar y Retegui levantan la Copa del Mundo en 2010. Ahora, defenderán el título en La Haya, Holanda.
ALTA SOCIEDAD. Aymar y Retegui levantan la Copa del Mundo en 2010. Ahora, defenderán el título en La Haya, Holanda.
“ME IDENTIFICO CON el Cholo”. La declaración no se ajusta a una moda ni al sostenido presente de ensueño de Diego Simeone como entrenador. Chapa ya sentía ese apego con el Cholo, y su manera de dirigir, desde que lo hacía en el fútbol argentino. Incluso, hasta tuvo la suerte de intercambiar información con el ex volante central de la Selección cuando coincidían en el gimnasio. A partir de ahí, la relación entre dos tipos que sienten y transpiraron la celeste y blanca como pocos, que se tornan ganadores aún en la derrota, que siempre buscan el crecimiento, se consolidó naturalmente.

“Cada vez que viene a Buenos Aires, compartimos conceptos. Si bien él es el mejor de todos, tuvo la grandeza de venir a ver entrenamientos de Las Leonas en la previa a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Yo lo admiro, cada palabra suya me cultivaba. Salió campeón en Estudiantes, River y Atlético Madrid, sacó al Catania del descenso. Para mí está a la misma altura de Mourinho y de Guardiola, pero como es argentino no se le da el valor determinante que tiene”, destaca.

-¿Simeone habrá tomado algún concepto de tus equipos para aplicarlo en el fútbol?
-¡No, no creo! El Atlético Madrid juega muy bien desde lo táctico y te das cuenta de que hay mucho estudio sobre el rival y no existe ningún detalle librado al azar. Todos hablan de su sistema defensivo, pero no se fijan que su sistema ofensivo es buenísimo. Todo esto es mérito del Cholo y de su equipo de trabajo.

Al margen de ideas sobre el juego (el hockey y el fútbol conservan muchos puntos de contacto), Retegui y Simeone comparten un estilo de vida que se nutre a través de la pasión. Ambos ya lo demostraban en sus épocas de jugadores en la Selección, cuando suplían con sangre, sudor, lágrimas, orden táctico e inteligencia algún déficit técnico que podían tener. No eran dotados ni hábiles, pero sí guerreros que se deslomaban al servicio del equipo.

“Hay dos cosas que no se negocian en un seleccionado –arranca Chapa–. Primero, la actitud, la entrega, el dar todo y un poco más por parte de los jugadores. Segundo, el profesionalismo con el que el entrenador desarrolla la tarea, porque acá la prioridad es la Selección. Es duro lo que digo porque la prioridad no es la familia ni las responsabilidades privadas, sino el equipo argentino y todas las horas que eso demanda: desde planificar y llevar adelante los entrenamientos hasta el estudio de cada rival. Es fundamental estar en todos los detalles y eso depende del cuerpo técnico. Así como los jugadores no deben negociar la entrega y la convicción, el cuerpo técnico no puede dejar de analizar a un rival porque el equipo va a ganar antes de jugar. ¡No, nadie gana antes de jugar!”.

-“Lo difícil es llegar y mantenerse”. Me parece que esa frase no corre con vos…
-Claro, para nosotros esa frase no va porque lo difícil es llegar y superarse. Si vos sos el primero y te mantenés, un día el segundo vendrá y te superará.

-¿Te definís como un coach duro?
-Prefiero ser un entrenador rígido y exigente, que parezca que estoy “enfermo” por lo que hago, pero jamás entrenaré a un seleccionado tres veces por semana. Eso no existe.

Guste más o menos, una realidad se impone: Retegui es un especialista en levantar equipos y obtener resultados categóricos al remover la fibra íntima de sus jugadores y sacarles un extra.

Su primera etapa en la Selección masculina fue muy buena. Asumió tras los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 y consiguió la Copa Sultan Azlan Shah y la histórica medalla de bronce en el Champions Trophy de Rotterdam, siempre en 2008. Sin embargo, también se golpeó feo contra el sintético al no clasificar al equipo para los Juegos Olímpicos de ese año (previo a los logros mencionados) y para el Mundial 2010 de manera directa.

En marzo de 2009, tomó el mando de Las Leonas y construyó la refundación. A medida que ejecutaba con éxito el recambio generacional de jugadoras, las chicas volvían a festejar a lo grande. Con Chapa como coach, ganaron tres de cuatro Champions Trophy (en uno salieron segundas), el Mundial 2010 y la medalla plateada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en lo que respecta a los torneos de máximo orden.

La única manchita durante el ciclo que terminó luego de la cita olímpica fue el 2º puesto en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Pero Retegui puede inflar el pecho tranquilo, porque es el único entrenador en la historia del hockey argentino que en un mismo año se adjudicó el Champions Trophy y el Mundial, ambos en 2010.

El resto de su carrera como coach es conocida, aunque la pregunta repiquetea: ¿por qué los jugadores con él dan un plus? “La mejor respuesta la pueden dar ellos, ustedes, los periodistas, y la dirigencia. Yo tengo una biblia que dice que la entrega no se negocia por el lado de los jugadores y que el cuerpo técnico tiene que dar mucho más de lo que da. Y acá se mezcla la manera de entrenar con la convicción que mis cuerpos técnicos les inculcan a los equipos. Además, hay otro factor importante: el conocimiento sobre el hockey internacional”, admite.

EL 1º DE JUNIO se encuentra cada vez más cerca en el calendario. Ese domingo Retegui dirigirá a Los Leones frente a Holanda a las 11 y a Las Leonas ante Sudáfrica a las 14.45, siempre en el contexto de la presentación mundialista en Holanda. El Chapa, sin embargo, no acusa públicamente recibo de preocupación por tomar una Selección y agarrar otra rápidamente, en el marco de un torneo de altísimo nivel, el segundo más esperado cada cuatro años detrás de los Juegos Olímpicos. Al seleccionador, entonces, se lo nota tranquilo y fresco, como si no corriera casi todos los días hace cuatro meses con ambos seleccionados, como si no le pesara el trajín ni los viajes al exterior con cada equipo para pulir la preparación.

-¿La cabeza cuándo para, si es que reposa en algún momento?
-¡Nunca, nunca! Mirá, cuando los seres humanos dejamos de existir, todo se termina para siempre…

La distendida conversación prosigue en San Fernando, el club de toda la vida del protagonista. A partir de acá, surgen diversos temas, candentes y atemporales, que Retegui responde sin mirar el reloj.

■ “¿Si este Mundial será el último torneo de Lucha Aymar? Hay que dejarla tranquila. Se está preparando de una manera espectacular. Si luego quiere ser madre, la apoyaremos y bienvenido sea. Pero ella puede jugar muchos años más, sólo hay que saber administrar sus tiempos en la cancha”.
■ “Lu tiene 36 años y conceptualmente está cada vez mejor. Mirá, lo resumo: cuando Jordan tenía 30 y pico de años, se decía que no podía ganar otra vez la NBA y él la volvió a conseguir con los Bulls. Los corredores de autos de Fórmula 1 son buenísimos cuando pasan los 30 años, los triatletas y los maratonistas también; en el fútbol, a mí dame a Riquelme, a Verón, a esa clase de jugadores que uno cree que son lentos pero que están siempre adelantados en la lectura del juego”.
■ “Lucha es incomparable. Lucha es Jordan, Woods, Fangio, Maradona, Federer, Nicklaus. Está en el salón dorado de los mejores deportistas de la historia. ¡No habrá otra jugadora de hockey como ella!”.
■ “En el seleccionado de varones, hay muchos jugadores con una capacidad enorme, un talento increíble y una entrega admirable. Por eso, se sueña con posicionarlo mejor, más allá de que todos los entrenadores que se hicieron cargo del equipo sumaron. Hoy, los chicos son número 11 del mundo y es muy difícil que salten al número 1, pero se pueden acercar en cuanto al juego. De hecho, están 5 o 6 en ese sentido, puestos en los que Argentina nunca estuvo salvo algún resultado esporádico. Cuando el equipo madure en diferentes aspectos, explotará. El pico de rendimiento se verá en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016”.
■ “Soy un entrenador joven, de 44 años, que todavía tiene mucho por aprender. Como técnico, soy campeón del mundo, medallista olímpico, gané Champions Trophy, y algunos dirán: ‘No te gana nadie’. ¡Qué! Si pensara que no me pueden ganar, me van a ganar. Cuando te la creés, sos débil. Por eso, no hay que dejarse llevar por los logros anteriores”.
■ “Después del Mundial, voy a continuar como entrenador de los varones y como head coach de la Confederación Argentina para trabajar con ambos seleccionados. Pero no seguiré como técnico de Las Leonas”.

Compromiso social
ADEMAS DE DIRIGIR a ambos seleccionados, Carlos Retegui es director nacional de Deporte Social, tarea que desarrolla por toda la Argentina desde febrero de 2013. “Amo hacer esto, me reconforta. El deporte es una herramienta de inclusión, tiene que ver con la armonía, el trabajo solidario y en equipo, con la vida saludable y al aire libre, y lo utilizamos para sacar a la gente de los malos hábitos. Ya estuvimos en 15 provincias y en más de 150 municipios de nuestro país, y trabajamos con niños, adolescentes, adultos, ancianos, discapacitados y presos. Valoro tanto salir campeón del mundo o colgarme una medalla olímpica como el cálido recibimiento de la gente que espera la visita de un entrenador nacional, sea en una ciudad grande como en un pueblito chiquito. Eso es una de las mejores cosas que te pueden pasar”, asevera.

Por: Dario Gurevich / Fotos: Emiliano Lasalvia