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Del Potro: Los mejores del 2013

Aunque no haya ganado Grand Slams ni Masters 1000, Juan Martín Del Potro vivió un 2013 positivo: se consolidó como uno de los cuatro mejores tenistas argentinos de la historia gracias a otros cuatro títulos, a su gran nivel en cemento y a victorias sobre Nadal, Djokovic, Federer y Murray. El conflicto en la Copa Davis y su rendimiento en polvo de ladrillo, las cuentas pendientes.

Por Martín Estévez ·

14 de diciembre de 2013
 Nota publicada en la edición de diciembre de 2013 de El Gráfico

Imagen ESTRELLA. Del Potro es uno de los seis mejores tenistas del planeta en la actualidad.
ESTRELLA. Del Potro es uno de los seis mejores tenistas del planeta en la actualidad.
Juan Martín del Potro es uno de los deportistas argentinos más importantes del siglo XXI; eso ya justificaría mencionarlo como una de las estrellas del año. Pero no es por ese motivo que lo elegimos: lo elegimos porque su temporada 2013 fue positiva incluso para un tenista como él, lleno de números positivos durante toda su carrera. Porque sigue creciendo. Claro que hay que escribir algo más para completar la introducción de un balance sobre su año: la Copa Davis se está convirtiendo en una mochila pesada para él y para sus posibilidades de transformarse en ídolo argentino.

Del Potro contra la historia
Ya es posible decirlo sin que nadie se escandalice, sin que parezca una afirmación apurada o emocional: Del Potro es uno de los cuatro mejores tenistas argentinos de la historia. Aunque se retirara mañana mismo,sus logros alcanzarían para que pocos le discutieran ese lugar. Ah: recién tiene 25 años. Guau.

El desafío, ahora, es seguir escalando en ese ranking imaginario. Guillermo Vilas todavía está lejos, pero Delpo ya compite a raquetazo limpio contra José Luis Clerc y David Nalbandian. ¿Qué dicen los números? En partidos ganados, Vilas arrasa con 929; el recientemente retirado Nalbandian sumó 383; y Clerc, 375. Acá viene un dato fuerte: Juan Martín ya acumula 305 victorias. Si nada extraño sucede, a fines de 2015 habrá superado a David y a Batata.

En cuanto a eficacia (el porcentaje de triunfos sobre el total de encuentros jugados), los números son todavía mejores: Del Potro ha ganado el 71,3% de sus partidos (305 de 428), por encima de Nalbandian (66,7%, ganó 383 de 575) y muy cerca del 71,7% de Clerc (375 de 523). Vilas, como siempre, tiene cifras casi inalcanzables: 76,5% de victorias (929 de 1215).

En la que probablemente sea la estadística más significativa, la de títulos ganados, es donde mejor le va a Del Potro. Con sus 17 títulos ya superó los 11 de Nalbandian y se acerca a los 25 de Clerc. Más a su favor: entre sus torneos obtenidos aparece un Grand Slam, algo que el cordobés (ganó un Masters) y José Luis no consiguieron. Además, Delpo le suma una medalla olímpica. ¿Vilas? Olvídense de competir contra él: tiene 62 campeonatos ganados, entre ellos 4 Grand Slams.

Imagen IMAGEN REPETIDA. Del Potro festeja en Basilea su título N°17. En la final derrotó a Federer.
IMAGEN REPETIDA. Del Potro festeja en Basilea su título N°17. En la final derrotó a Federer.
Del Potro contra el presente
¿Cuál es el verdadero lugar de Del Potro en el tenis actual? ¿Está sólo un escalón debajo de los cuatro monstruos (Nadal, Djokovic, Federer y Murray)? ¿O, en realidad, es uno más de los que intentan perseguirlos, y nosotros le damos un estatus mayor sólo por ser argentino? Vayamos de nuevo a las estadísticas. En el análisis ingresarán todos los Top Ten. Del Potro tiene 25 años, por lo tanto, es injusta una comparación directa con experimentados como Roger Federer (32) y David Ferrer (31). 
Generacionalmente, está más cerca de Tomas Berdych, Stanislas Wawrinka, Jo-Wil-fried Tsonga (todos tienen 28), Rafael Nadal, Richard Gasquet (27), Novak Djokovic y Andy Murray (26). Un dato importante aparece rápido: Delpo es el más joven de los actuales Top Ten, y esa es una buena noticia. En teoría, sus posibilidades de progreso son mayores y dentro de dos o tres años, cuando la mayoría de sus rivales actuales estará en la curva descendente de su carrera, el tandilense debería llegar a su plenitud.

A nivel logros, desde lo estríctamente estadístico, Del Potro pelea por el quinto puesto. Supera a Berdych, Wawrinka, Tsonga y Gasquet; es superado por los cuatro monstruos; y está muy parejo con Ferrer.

Con 305 triunfos, aventaja en ese rubro a Tsonga (283) y Wawrinka (298), pese a ser tres años más chico. Su eficacia (71,3%) también es mejor que la del francés (68,9%), la del suizo (60,1%), la de Gasquet (62,3%) y la de Berdych (64,3%). Y en títulos, los destroza: 17 de Delpo contra 10 de Gasquet y Tsonga, 8 de Berdych y 4 de Wawrinka.

Contra Ferrer es más difícil la comparación, porque el español es seis años mayor, pero igual intentémosla. David lleva buena ventaja en partidos ganados (548 contra 305) y eficacia (76,3% a 71,3%); pero en títulos, Del Potro ya está muy cerca (17 a 20), y además Ferrer nunca ganó un Grand Slam. Conclusión: si Del Potro continúa en un nivel tan alto como acostumbra, terminará superando las estadísticas de Ferrer.

¿Existe alguna esperanza de que pueda mezclarse con los gigantes? Claro que sí. Por ejemplo, durante la temporada 2013, Del Potro aprovechó los problemas físicos de Federer y Murray para superarlos en partidos ganados: 51 para el argentino, 45 para el suizo, 43 para el escocés. Los únicos que triunfaron más veces fueron Nadal (75), Djokovic (74), Ferrer (60) y Berdych (54). Y también genera ilusiones su eficacia en la temporada que se va: 76,1%, superior a la de Federer (72,6%) y a la de Ferrer (71,4%), sólo debajo de Nadal (91,5%), Djokovic (89,2%) y Murray (84,3%). En definitiva, hay cuatro tenistas que están claramente por encima de Del Potro, pero Juan Martín está hilando fino para acortar distancias.

Del Potro contra Del Potro
Las dudas sobre cuán positivo fue el año del tandilense se reducen ante algunas evidencias. En 2013, Del Potro creció. Ganó cuatro títulos: Rotterdam, Washington, Tokio y Basilea, todos ATP 500, todos sobre cemento. Llegó a la final de los Masters 1000 de Indian Wells y Shanghai. Mejoró suposición en el ranking (pasó de 7º a 5º), su porcentaje de triunfos, de victorias en Grand Slams y en Masters 1000, de tiebreaks ganados, de festejos en cemento y en césped, de triunfos después de perder el primer set... Repitió su alta eficacia en primeros saques de 2012 (65%) y ganó nada menos que el 86% de los games con su servicio, con lo que superó entre otros a Murray y Ferrer. Puntualicemos estos datos.

En cuanto a porcentaje de triunfos, en su carrera acumulaba 70,6% antes de 2013. Este año ganó 51 partidos y perdió 16, con lo cual llegó a 76,1% en la temporada. En Grand Slams, sumaba 71% (54 triunfos, 22 derrotas) y en 2012 evolucionó a 72,7% (8-3). En Masters 1000 tenía 65,5% (57-30) y saltó a 66,7% (16-8). Parece una ensalada de números, pero dice mucho. Aunque la evolución sea mínima en esos porcentajes, es la única forma de mejorar en el primer nivel: detalle a detalle. Como en los tiebreaks: Del Potro había ganado el 54,9% de los que había jugado en el circuito; en 2013 demostró fortaleza mental para esos puntos decisivos y se impuso en 21 de los 33 que jugó (63,6%).

Este año también se extremó su diferencia de rendimientos según la superficie. Sobre canchas duras, acumulaba 69,6% de efectividad (172-75) y en 2013 la rompió: 77,8% (42-12). De hecho, ver a Del Potro derrotado en cemento contra un jugador que no es Top Ten empieza a ser figurita difícil: este año logró un magnífico 86% de efectividad en ese rubro, con 37 triunfos y sólo 6 derrotas. En césped había ganado 22 partidos sobre 32 (69,6%) y en la última temporada se impuso en 7 de 9 (77,8%). El punto débil de Juan Martín, claro, están siendo los partidos sobre polvo de ladrillo. No sólo porque jugó muy pocos (4), sino porque sólo ganó 2, el 50%, no pudiendo sostener el 73,1% que exhibía en su carrera.

Su mayor entereza mental no sólo se evidenció en los tiebreaks, sino también en la gran cantidad de partidos que pudo dar vuelta luego de empezar perdiendo. Hasta este año, de los encuentros en los que había caído en el primer set, había ganado 36 y perdido 89 (28,8%). En 2013, festejó en 11 de 24 (45,8%). El salto en ese rubro es enorme. ¿Cómo se explica, entonces, que cuando llega al quinto set de un partido pierda casi siempre (ganó apenas 4 de 15)? Tal vez ahí no dependa sólo de la mente, sino del estado físico, un aspecto en el que varios tenistas todavía le sacan ventajas.

Del Potro contra la Davis
Y sí: no podemos obviar el tema más incómodo. En 2013, Del Potro ni se asomó porla ventana de la Copa Davis, torneo en el que jugó 16 partidos (ganó 12) entre 2007 y 2012. Eliminemos las dos miradas extremas:la que grita que Del Potro es un vendepatria y no quiere a su país; y la que argumenta que es víctima de un complot para que nojuegue y quede mal ante el público. No tienen consistencia. Si Juan Martín no forma parte del equipo es por una suma de factores: está mentalizado en pelear por el Nº1 del mundo y cree que la Davis puede desviar su atención; la primera ronda (que se juegaen febrero) suele ser hostil con el recorridosobre cemento que a Del Potro le convieneseguir en esa parte del año; se siente incómodo con Martín Jaite, el capitán del equipo; y también se sentía incómodo con David Nalbandian, símbolo del equipo.

No es un vendepatria, de ninguna manera, pero la realidad es que la Davis requiere de un esfuerzo, de cambios de superficie y deriesgos que Juan Martín prefiere no asumir, o asumir a medias: en instancias en las que su participación sea vital. Entre ser Nº 1 yganar la copa prefiere el liderazgo del ranking, pero no por eso abandona el barco dela Davis sin remordimientos.

No existe un complot anti-Del Potro, de ninguna manera, pero la realidad es que Jaite había sido entrenador de Nalbandian, y que David y Delpo habían tenido algún cruce desde la final de 2008, y que elegir a Jaite como capitán en diciembre de 2011 no fue una decisión imparcial de la Asociación. Además, la mayoría de los tenistas que han pasado por el equipo tienen mejor relación con Nalbandian y lo hicieron sentir, a veces con sutileza y a veces con brutalidad: cantando canciones contra el ausente Del Potro.

¿Quién quisiera compartir una semana de entrenamientos, comidas y partidos contra compañeros que no lo soportan? Al 2013, como a este texto, ya le queda poco. En 2014, seguro, Juan Martín Del Potro seguirá obligándonos a escribir sobre él.

Por Martín Estevez / Fotos: AFP