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Lolo Castagnola: el legado

Hace dos años abandonó al multicampéon La Dolfina. Dejó de jugar al lado de Adolfo Cambiaso (con quien ganó siete Abiertos en Palermo) y creó un proyecto propio. Hoy, La Natividad simboliza el sueño de su vida: retirarse campeón del alto handicap y que sus hijos conformen un nuevo clan ganador en La Catedral.

Por Redacción EG ·

08 de julio de 2013
 Nota publicada en la edición de julio de 2013 de El Gráfico

Imagen LA NATIVIDAD será la última estación del Lolo en La Catedral. Quiere retirarse ganador.
LA NATIVIDAD será la última estación del Lolo en La Catedral. Quiere retirarse ganador.
Bartolomé (h) (12), Camilo (10) y Benicio (7) discuten sobre caballos, debaten sobre la posición de los hombros a la hora de sacar el tiro a los mimbres, argumentan sobre qué medida de taco es la más conveniente para cada uno de ellos. Parecen expertos o juegan a serlo. Como mínimo, son grandes proyectos de expertos. Bartolomé padre los observa. No puede evitar que el orgullo le imponga una sonrisa. El escenario donde acontece esta escena casi cinematográfica es su casa, su creación, su iniciativa; el lugar es La Natividad.

“Yo me imagino a mis hijos levantando la copa en Palermo con esta camiseta. El otro día vinieron a contarme cómo habían ganado la Copa Potrillos y yo les dije: ‘Hasta que no me traigan la copita esa de Palermo, están en deuda conmigo’. Eso les dije. Creo que hay que ponerles presión desde chicos. A mí me pusieron presión y yo les digo lo que pienso. Pero tampoco es que los maté. Tenés que manejar la situación. Ellos se me cagan de risa cuando se los digo”, confiesa el hombre que todo el mundo del polo conoce como Lolo.

-¿Tenés alguna sensación diferente en la previa de tu 20ª y última temporada?
-Te voy a ser sincero, este año siempre dije que me iba a retirar, pero yo quiero dejar a La Natividad allá arriba. Si viene el Sapo (Caset), Nachi (Heguy) o Rodrigo (Ribeiro de Andrade) y me dice “sigamos juntos un año más”, yo sigo. Si entra otro jugador y mejora al equipo, me retiro este año. Yo les voy a brindar toda la organización. Siempre dije que quería jugar 20 años y lo hice. Esta previa la tomo como el primer día cuando debuté en Palermo.

-¿No estás entonces con la melancolía de “es la última vez que hago esto, es la última vez que hago aquello”?
-No, no, porque la ficha te cae sola. La decisión ya la había tomado. Lo único que va a terminar en mi vida es la adrenalina de la semifinal y la final del Abierto Argentino. Después voy a seguir jugando al polo en otros torneos. La verdad es que Tortugas y Hurlingham hace rato que ya no los quiero jugar. Esa adrenalina la voy a tener con mis hijos. Es la misma. Yo dejé de viajar por mis hijos y hoy siento una adrenalina enorme en poder acompañarlos a ellos. No estoy en la boludez de viajar a Londres por el simple hecho de viajar. Yo estoy acá con mis hijos y estoy enfocado en ellos y en La Natividad.

-¿Qué sería una gran cierre de tu carrera?
-Ganar.

-¿Algún torneo o Palermo?
-Ganar Palermo sería un cierre espectacular. Tenés dos equipos impresionantes como La Dolfina y Ellerstina, pero yo creo que La Natividad es el único que le puede llegar a dar una buena sorpresita.

-La repregunta a esa afirmación es ¿cómo?
-El año pasado casi dejamos a Ellerstina afuera de la final. Les hicimos más fuerza nosotros que La Dolfina (N. d. R.: perdieron 16-14 ante el campeón ingresando al último chukker abajo por tan solo un gol, mientras que el cuarteto de Cañuelas cayó en el partido decisivo por 12-10). No tiene nada que ver que seamos un equipo nuevo. Lo del equipo nuevo y los jugadores que se tienen que entender son todas mentiras. Son excusas. La Dolfina se armó de cero y ganamos el Abierto cinco veces en ocho años. ¡¿Qué me están diciendo?! En el polo hay química o no hay.

Imagen A LOS 43 AÑOS, está seguro de que La Natividad puede dar el golpe en el próximo abierto.
A LOS 43 AÑOS, está seguro de que La Natividad puede dar el golpe en el próximo abierto.
-Jugaste muchos años en La Dolfina y estabas acostumbrado a ganar. Hoy no tenés el mismo equipo. ¿Es imposible que te conformes con hacer un buen papel?
-Olvidate. El año pasado quedamos segundos en la zona y terceros en el Abierto por la campaña que hicimos y, cuando me venían a felicitar, los mandaba a la puta que los pario. “Perdí por poco con Ellerstina. ¡Buenísimo! ¡Pará que hago una fiesta ahora en casa!”. No lo hago por maldad, soy así. Ya pienso en una eventual semifinal contra quien sea y quiero salir a ganar y les vamos a ganar. Nachi Heguy también es así. Sapo Caset es de lo mejor y Rodrigo ya empezó a tomarle el gustito a ganar. La mentalidad la tenemos, estamos con más años y eso, en un momento clave, te hace ganar el partido.

-En la alta competencia muchas veces todo se define por detalles.
-Exacto. Esa mentalidad tiene mucha importancia en los momentos clave en el deporte. El otro día, cuando pierden los Spurs y Ginóbili, lo hacen por ese único momento clave que es de un segundo. Y capaz que se le fue la última chance que él tenía de ganar un campeonato de la NBA. Hay momentos clave que no los podés dejar pasar. El que no sabe eso, no tiene mentalidad ganadora. Con La Dolfina perdimos un solo partido en suplementario. No era todo suerte. Era poner lo que hay que poner en los momentos clave. Hay un montón de ejemplos: Federer en los tie breaks, Maradona cuando le ganó a Brasil en Italia 90…. A la Argentina la cagaron a pelotazos todo el tiempo, pero Diego dejó un par de tipos en el camino, pase a Caniggia y chau, fuiste. Hay deportistas que se dan cuenta de eso y hay deportistas que no. Nadal es un ejemplo de mentalidad. No tiene el talento de otros y te mata con la cabeza. Todo el mundo dice que es un toro, pero ¿sabés todos los toros que hay? No se equivoquen, eso es cabeza. Tsonga también es un toro y no gana. Yo tengo la mitad de talento que algunos jugadores de polo, pero siempre pienso que les voy a romper la cabeza. Los que no se dan cuenta podrán hacer algo muy lindo para la tribuna, pero no ganan, no hacen historia.

-¿Eso se trabaja?
-No sé. Me parece que lo llevás o no lo llevás. El otro día fuimos a jugar un torneo menor a Rosario (N. d. R.: la Copa Día de la Bandera) con el viejo (Gonzalo) Pieres. Y vos lo veías y el tipo es ganador, con 60 años el tipo juega a ganar y ganamos. Esa mentalidad va más allá de una cancha.

-¿Esa concepción la heredaron tus hijos? ¿Concebiste a La Natividad como la organización de los Castagnola?
-Yo lo pensé antes de que nazcan mis hijos. Yo sabía que iba a tener hijos varones y que les iba a dejar el legado de mi fanatismo por los caballos. Los voy a poner a ellos a que continúen esto. Y vienen bárbaro. Son chicos, pero saben más que varios. En cuanto al talento, ya son tres veces mejores que yo. Les digo “sigan así que en talento ya me pasaron. Ahora, tengan la cabeza mía que vamos fenómeno, vamos como en coche”.

-¿Y cómo es hoy tu relación con Cambiaso luego de haber competido tanto años juntos? ¿Por lo menos se insultan menos?
-Es que en su momento la puteada era la búsqueda de mejorar todo. Ahora ya no nos puteamos más. Si nos puteamos ahora, me parece que va a ser distinto el tema. Está todo muy tranquilo. Cada uno hace lo suyo. Y a la hora de competir es un contrario, un rival. No voy a encararlo y decirle “Dolfi”. En donde le digo “Dolfi” me mete 200 goles con el talento que tiene. Tengo que salir a jugarle en serio porque te mata. A mí no me la pinta nadie, yo sé cómo es. Si yo voy a jugarle como amigo, pierdo por 20 goles.

Imagen SEGUN Castagnola, la mentalidad es clave para ser un ganador en el mundo del deporte.
SEGUN Castagnola, la mentalidad es clave para ser un ganador en el mundo del deporte.
-¿Tenés algún back ya pensado para reemplazarte?
-Hay que ver. Tengo que hablar con los chicos.

-Tendrá que ser alguien fuerte de carácter porque, caso contrario, la va pasar mal el día que vos te bajes y seas el coach del equipo.
-Ojo que yo de afuera soy mucho más tranquilo. Veo muy bien el polo de afuera. Adentro me caliento, ¿qué querés que te diga? Pero de afuera soy bastante consciente de todo lo que pasa adentro.

-¿Sos igual en otras actividades? Me imagino que en ámbitos en donde no tenés el mismo dominio que en una cancha de polo debés ser igual de autoexigente.
-Me caliento mal en el golf. Soy tremendo. Quiero ganar, quiero ganar, quiero ganar. Cuando pierdo me vuelvo loco. El otro día compré una madera 3 nueva que venía de no sé dónde, del culo del mundo, y me decían que era buenísima. Le pegué mal una vez, le pegué mal dos veces, tres veces y la tiré al medio de la laguna y se va a la p… No podía ser lo que me estaba pasando.

La familia es hoy el motor que mueve los anhelos de Bartolomé Castagnola. Un polista que lo ha ganado todo aquí y allá y lo ha hecho varias veces. Un deportista que ve un desafío para conquistar en cada proyecto que encara. Un hombre que ve en sus hijos la continuidad de su propia vida.

Por Lucas Noel. Fotos: Alejandro del Bosco