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23 Sub 23: #20 Leonel Miranda
El Tolo Gallego lo llevó a su primera pretemporada y no lo defraudó. En medio de la crisis futbolística de Independiente, el chico aportó una interesante cuota de fútbol y se perfiló como socio de Montenegro.
Por Redacción EG ·
17 de marzo de 2013
Nota publicada en la edición de marzo de 2013 de El Gráfico
“Quiero aprovechar esta pretemporada para crecer: es por lo que vengo trabajando todos los días de mi vida. Estoy en el club hace muchos años, me crié acá, así que esto es como vivir un sueño. Espero ayudar al Tolo en lo que necesite”. Las palabras fueron parte de la presentación de Leonel Miranda, que saltó a la Primera de Independiente en el verano, promovido por Américo Gallego.
El Tolo miró el currículum del chico que nació el 7 de enero de 1994 y decidió llevarlo a la pretemporada en Pilar, junto con otros juveniles. Miranda había firmado su primer contrato en octubre del año pasado y llegó al equipo mayor con apodo: le dicen Lolo.
Al técnico lo convenció. Este Lolo que era un habilidoso enganche en las inferiores del Rojo, pasó a actuar como volante ofensivo en la Primera, adecuándose a las necesidades del equipo. En la lista de sus virtudes se lee que es atrevido y gambeteador. Debutó en el verano, en el 0 a 0 ante Racing, y fue la aparición del equipo. Después, siguió sumando minutos en el 0-3 frente a Boca.
En las primeras dos jornadas del Torneo Final (fecha de cierre de esta nota) jugó desde el arranque. El deseo del entrenador es transformarlo en el compañero del Rolfi Montenegro para, con esa mezcla de juventud y experiencia en el mediocampo, luchar por la permanencia en la máxima categoría. La sociedad ya dio sus primeros pasos. “Me encanta jugar con él, tiene una calidad impresionante”, sostuvo Lolo.
El chico parece tener personalidad. No le teme a la responsabilidad. Consciente del momento que atraviesa el club, declaró que se jugaría la vida por salir de la crisis: “Si me tengo que tirar de cabeza, lo hago”, dijo. Y lo dijo en serio.
Diecinueve años tiene el volante del Rojo y debería emigrar al fútbol español.
El Tolo miró el currículum del chico que nació el 7 de enero de 1994 y decidió llevarlo a la pretemporada en Pilar, junto con otros juveniles. Miranda había firmado su primer contrato en octubre del año pasado y llegó al equipo mayor con apodo: le dicen Lolo.
Al técnico lo convenció. Este Lolo que era un habilidoso enganche en las inferiores del Rojo, pasó a actuar como volante ofensivo en la Primera, adecuándose a las necesidades del equipo. En la lista de sus virtudes se lee que es atrevido y gambeteador. Debutó en el verano, en el 0 a 0 ante Racing, y fue la aparición del equipo. Después, siguió sumando minutos en el 0-3 frente a Boca.
En las primeras dos jornadas del Torneo Final (fecha de cierre de esta nota) jugó desde el arranque. El deseo del entrenador es transformarlo en el compañero del Rolfi Montenegro para, con esa mezcla de juventud y experiencia en el mediocampo, luchar por la permanencia en la máxima categoría. La sociedad ya dio sus primeros pasos. “Me encanta jugar con él, tiene una calidad impresionante”, sostuvo Lolo.
El chico parece tener personalidad. No le teme a la responsabilidad. Consciente del momento que atraviesa el club, declaró que se jugaría la vida por salir de la crisis: “Si me tengo que tirar de cabeza, lo hago”, dijo. Y lo dijo en serio.
