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Riquelme siempre está volviendo

El ídolo que regresa al club después de siete meses de ausencia. ¿Se fue alguna vez? Durante su retiro voluntario se habló más de él que de cualquier otro jugador de Boca. A su manera, el 10 volvió a mostrar los dientes y armó el juego.

Por Redacción EG ·

08 de febrero de 2013
Imagen SE FUE TRAS la derrota en la final ante el Corinthians, en la medianoche del 5/7/12. Vuelve para jugar la Copa Libertadores y con Bianchi en el banco: ¿regreso con gloria?
SE FUE TRAS la derrota en la final ante el Corinthians, en la medianoche del 5/7/12. Vuelve para jugar la Copa Libertadores y con Bianchi en el banco: ¿regreso con gloria?
Unos días antes de fin de año, la Academia Nacional de la Lengua sueca aprobó el verbo zlatanear (“dominar con fuerza”), en homenaje a Zlatan Ibrahimovic, futbolista estrella de ese país. En la Argentina, amante tanto del fútbol como de las sentencias y sus significados, muy a menudo surgen fenómenos de este tipo, penetrantes, fuentes de neologismos por el poder arrollador de sus figuras. Juan Román Riquelme probablemente sea uno de los últimos futbolistas de esta dinastía, al menos la versión contemporánea que habita el fútbol local. Durante su exilio de siete meses fuera de las canchas – y esta última semana en la que se gestó su regreso – se reactivaron los elogios de quienes lo prefieren y las críticas de aquellos que lo rechazan. A diferencia de lo que ocurre con Ibrahimovic en Suecia, aquí su nombre divide las aguas futboleras. Entonces, ¿qué es Riquelme? ¿Pueden caber dos imágenes tan enfrentadas en un mismo apellido? ¿Cuál sería el significado del verbo “riquelmear”? Cada interrogado con su libretita emocional. Lo cierto es que Riquleme nunca se fue. Siempre está volviendo. Aunque a veces no lo veamos. Aunque hoy se confirme su vuelta tras siete meses de ausencia.

Nunca se fue porque durante este retiro voluntario se habló de él más que de cualquier otro futbolista del plantel del Boca. Es extraño: con todos los últimos rumores que se generaron acerca de su regreso, el propio Riquelme se usurpó a sí mismo un espacio que le pertenece desde el post partido con el Corinthians. Es un centro rodeado por miradas del mismo énfasis pero con signos contrarios: el que lo acepta, lo endiosa; el que lo rechaza, lo castiga. Como esos personajes al abrigo de la contingencia, su nombre se fue vaciando de personalidad a lo largo de estos últimos cinco años, blanco o negro, sin importar la historia que lo reviste. ¿Será que Riquelme es un adjetivo?

Imagen BIANCHI LO pidió al momento de asumir como entrenador. Fue a principios de enero: Román agradeció y dijo no. El sábado, tras la derrota con River, llamó él al DT y se ofreció.
BIANCHI LO pidió al momento de asumir como entrenador. Fue a principios de enero: Román agradeció y dijo no. El sábado, tras la derrota con River, llamó él al DT y se ofreció.
Cualquiera podría quejarse ante una postura tan cambiante como la del futbolista. A más de uno haría rabiar un tipo que se aleja rotundamente, que después acepta una reunión para discutir su regreso pero termina ratificando su postura de acero. Que a los veinte días llama por teléfono y se ofrece en mentas de salvador. Pero esa misma gente no puede no conmoverse ante el amor de un ídolo que, a pesar de que ya dio su palabra, se arriesga al qué dirán y reaparece porque advierte que algo anda mal, y que, desde el genuino amor por los colores de Boca, considera que puede dar una mano. Sobre estos argumentos podría rondar una discusión entre un anti y un pro. Cualquiera podría tener justa razón. Ese es Román, capaz de trascender los argumentos.

Hay un condimento indispensable para que Riquelme sea hoy este Riquelme: el nivel del campeonato local. Para este fútbol argentino que sufre de colesterol alto a causa de tanta comida chatarra, los futbolistas de su clase son el único alivio, la pastillita reguladora. Esa es la coartada de mayor peso para los riquelmianos, que observan al ídolo como un símbolo de rebeldía contra las mezquindades del juego y el rigor dirigencial. Por eso la celebración en las redes sociales, inundadas con mensajes de bienvenida para el hombre que volverá a usar la 10, vacante durante el torneo pasado.

La realidad los favorece a aquellos que pidieron por él: ¿qué puede perder Boca si el jugador no demuestra lo que ya hizo en campañas anteriores? Los riesgos futbolísticos son casi inexistentes. En cambio, las miradas que arrastrará su presencia le ofrecen a este equipo un beneficio de primera mano. Aliviará a dos de los más jóvenes del mediocampo como Leandro Paredes y Guillermo Fernández, importantes en el esquema de Bianchi pero aún demasiado verdes para cargar con el peso de la creación. Aportará experiencia y facilitará la inclusión de más pibes, los motores de este Boca por lo que se vio en el verano. Mientras existan todas estas necesidades, Riquelme siempre estará volviendo.

VUELTA Y REGRESO, EN FRASES
“Me voy. Amo este club, esta camiseta, pero no voy a continuar. No puedo jugar a la mitad. Si mi hijo quiere, seguiré jugando. Pero acá, no”, Riquelme, 5/7/2012

“Tenía claro que no me podía retirar de este club en muletas, por eso sabía en el 2010 cuando renové que iba a volver a regalarles un título a la gente”, Riquelme, 14/9/2012

“Le han hecho meter a la gente que yo paré estos meses porque quise. No fue decisión mía estar parado seis meses. El presidente admitió en la conferencia que fue culpa suya, que tardó en firmar los papeles. Yo había decidido jugar en Brasil pero Boca no me firmó los papeles hasta que cerró el libro de pases” Riquelme, 6/12/2012

“Vine porque tenía que comunicarle algo al entrenador y al presidente, pero a Boca no vuelvo más. Tengo palabra”, Riquelme, 5/1/2013

“Cada día respeto más a Riquelme. Román no podía ir en contra de lo que había dicho”, Carlos Bianchi, 7/1/2013

“Estoy contento en mi casa, disfruto mucho la vida que llevo. No extraño mucho jugar a la pelota, ni el vestuario. Me pone contento que estén llamando clubes de afuera y otros de la Argentina. Estoy tranquilo, disfruto de los amigos, de la familia y de pasarla bien”, Riquelme, 25/1/2013

“Después del último Boca-River, Román quedó muy afectado, estaba re caliente. Él es muy hincha de Boca y estaba tan enojado que llamó al técnico y le dijo que él lo veía sufrir mucho y que, si el DT pensaba que podía serle útil, a él le gustaría volver a jugar y sufrir juntos”, Daniel Bolotnicoff, representante de Riquelme, 4/2/2013

"Román está muy bien físicamente. El cuerpo técnico todavía cree que es últil. El día lunes el jugador se presenta a los entrenamientos", Daniel Angelici, 8/2/2013

AM