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El fútbol vestido de gala: España tiñó de rojo a Italia y confirmó su supremacía mundial

El equipo de Vicente Del Bosque se quedó con la Eurocopa a puro baile: goleó 4-0 a Italia y logró una trilogía inédita, luego de las victorias en la Euro 2008 y el Mundial 2010.

Por Redacción EG ·

01 de julio de 2012
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Fue una goleada para los libros. No sólo para los de estadística (primera vez que se da una trilogía de Euro-Mundial-Euro), sino también para los del fútbol. Porque campeones puede haber muchos, pero campeones como España, son muy pocos en la historia.

Vicente Del Bosque una vez más logró conseguir el sueño de todo entrenador: que sus futbolistas jueguen a lo mismo. Con la matriz indisimulable del Barcelona, alrededor del eje futbolístico Xavi-Iniesta-Cesc, España fluctuó dibujos pero apeló mayoritariamente a la figura del falso nueve, que  trajo algo de polémica en el debut de esta Euro 2012, precisamente ante Italia. Pero lo de España fue mucho más que un falso centrodelantero. A lo largo de la final (y también en gran parte del torneo), todos supieron convertirse en fantasmas, en falsos algo. Y a Italia, experta en la marcación, se le hizo imposible marcar lo que no veía.

El primer gol fue una muestra cabal del estilo español, con ese gen del Barcelona: 14 toques con la pelota circulando por todo el campo; 9 jugadores distintos involucrados, hasta llegar a la delicia de Iniesta, el centro atrás de Fábegras y el gol de arremetida de David Silva.

Después llegaron dos más, todos con pases exquisitos de Xavi: primero a Jordi Alba, la revelación (o la confirmación) de la Copa; y en el segundo tiempo, otra asistencia con moño para el Niño Torres. Fue precisamente el Niño quien sirvió la última pelota para Mata, su compañero del Chelsea con el que se coronaron campeones de la Champions, para cerrar el 4-0 inolvidable. 

Para Italia esto significa un punto de partida. Lejos de hablar de fracaso, el equipo de Prandelli supo amoldarse al estilo de la renovada Juventus y a lo largo del torneo dejó buenas señales respecto del juego.

Para España, significa la confirmación de su supremacía mundial y la certeza de que Brasil 2014 aparece como un horizonte cada vez más cercano. Pero también significó una luz de alerta, por ahora superada con éxito. En medio de algunas críticas, Del Bosque tuvo que salir a recordar: "Hemos luchado toda la vida para conseguir un estilo, y ahora que por fin lo tenemos, lo cuestionamos". 

Basta repasar los goles de la selección de Del Bosque, para darse cuenta de que España juega a otra cosa. Quizás, en algún momento llegue un gol de suerte. Mientras tanto, España se dedica a fortalecer ese estilo y arrasa. Los neutrales disfrutan y los adversarios, como la Italia de Prandelli, sufren.

Martín Mazur