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Tripleñarol

El conjunto dirigido por Sergio Hernández apabulló a Obras por 75-56 y alzó por tercera vez consecutiva el máximo galardón de la Liga Nacional de Básquet 2011/12.

Por Redacción EG ·

01 de junio de 2012
Imagen Peñarol, justo campeón por tercera vez consecutiva del torneo local
Peñarol, justo campeón por tercera vez consecutiva del torneo local
El polideportivo de Mar del Plata estaba lleno, pese al mal tiempo y la complicada fecha del mes. La gente llegaba con una seguridad de victoria solo atemperada por los nervios del último partido perdido en Buenos Aires. Y esto contagió a los jugadores, que disputaron una verdadera final: cambiante, curiosa, en cierta medida extraña.

La primera mitad estuvo exactamente dividida por el dominio de cada uno en cada cuarto. Obras ganó el primero 21-10 y Peñarol, el segundo 21-12, con lo que el resultado, casi una paridad, resultó muy justo.

Peñarol arrancó bien el partido, pero enseguida se quedó y Obras empezó a ganar en los dos tableros. El costo: la suma de faltas que determinó que en el primer cuarto ya tuvieran tres Fells y Osimani. Un solo triple del local en el primer cuarto y once puntos de Juan Gutiérrez (uno más que todo Peñarol junto) fueron la clave de la victoria del visitante por once al cerrarse los diez minutos iniciales.

En el según cuarto siguió la buena marca de Obras que llevó la máxima diferencia a favor a doce (16-28). Pero, a partir de entonces, todo cambió: empezaron a aparecer las conversiones de larga distancia en el equipo de Hernández (4/20 en el primer tiempo) y las pérdidas en el de Lamas (no había tenido ninguna en el primer cuarto). Siguieron acumulándose roces y faltas (Leiva, Reinick, Mázzaro y Field llegaron a las tres) y faltando tanto como 6.33 ambos equipos ya entraron en penalización. Fue el momento para el local que con un parcial de 17-5 casi logró empatar al final del medio partido: 31-33. Marcador bien bajo que muestra la pobreza en general del juego.

En la segunda mitad, el andar del campeón fue arrollador. Un triple de Campazzo, luego de la cuarta falta de Leiva, colocó por primera vez al frente al marplatense después de los minutos iniciales en que ganaba 4-2. Obras tardó cuatro minutos en anotar y raleó sus aciertos, tanto en defensa como en ataque. Jackson se erigió en figura y fueron desnudándose los defectos en la visita: los errores de Field y Konsztadt, la carga de faltas de Washam (¡cometió cuatro en el tercer cuarto!) y de Mazzaro (quedó out a poco de andar los últimos diez minutos y ¡sin tantos!) se contrapusieron con los robos de Campazzo y una armonía de equipo que hizo que no se sintiera la ausencia de Reinick, que se fue con cinco faltas al empezar el último cuarto. Este segmento final fue para el lucimiento: volcadas, triples, robos, todo presagiaba la fiesta con papelitos y luces de la entrega de premios. La diferencia creció hasta el 75-56 del cierre.

Obras, por primera vez en la Liga Nacional, alcanzó el subcampeonato y con justicia. Descolló en este partido Juan Gutiérrez como su máximo anotador (21) con nueve rebotes. Peñarol, auténtico quemador en tiros de tres (en este marcó 12; 4 de Leo Gutiérrez), ganó de esta forma tres torneos consecutivos, algo que nunca ningún equipo había logrado en esta liga. El triple del equipo triplero. Curiosamente, Lamas puede estar tranquilo: hay buena madera milrayitas para el recambio de la selección. 

Néstor Saavedra. Foto: página oficial LNB