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Ecuador: el examen que tiene la Argentina para seguir creciendo

Se enfrentan el sábado en el Monumental. Sabella apostaría por el tridente ofensivo. Conocé cómo llega la Selección a este partido.

Por Redacción EG ·

31 de mayo de 2012
Imagen ESTA PROBANDO. Ante Ecuador, Sabella pondrá en cancha su octava formación en ocho partidos como entrenador argentino.
ESTA PROBANDO. Ante Ecuador, Sabella pondrá en cancha su octava formación en ocho partidos como entrenador argentino.
Alejandro Sabella asumió una herencia difícil de extirpar, esa sensación de desprolijidad que amaña a casi todo lo que tenga que ver con la Selección argentina. El nuevo entrenador, lejos de semejar las posturas de algunos de sus antecesores, emplea un libreto diferente en la dura tarea de la conducción. La inteligencia de su discurso que esquiva la polémica y, cuando es necesario, no aclara más allá de los límites de lo debido, es un detalle que favorece a su imagen de cabeza de grupo. Convencen sus modales fuera de la cancha y su currículum tampoco admite objeciones, pero su idea de juego no goza de un consenso mayoritario. Las dos posturas juegan su partida sobre el ánimo del hincha: conseguir los resultados así sea de carambola, o apostar por una idea y sembrar frutos más perdurables que no necesariamente garantizan un ahora exitoso. Un repaso sobre cómo llega la Argentina al partido con Ecuador, el primero de Eliminatorias en este 2012, puede aproximarnos a una conclusión sobre las verdaderas intenciones del DT. Opinan especialistas.

El entrenador aún no confirmó el equipo. El plan de Sabella para recibir a los ecuatorianos oscila entre un 4-3-3 y un 4-4-2. Por lo realizado en los entrenamientos en el predio de Ezeiza, Pachorra optaría por el tridente ofensivo. El once inicial, entonces: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Federico Fernández, Ezequiel Garay, Clemente Rodríguez; Fernando Gago, Javier Mascherano, Ángel Di María; Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero. Si el DT se decidiera por el segundo esquema, Gonzalo Higuaín dejaría su lugar para que José Sosa se sume al mediocampo.

LOS REFERENTES no abundan. Ya lo dijo Sabella, su prioridad es trabajar en la construcción de una defensa, afianzar la última línea para no correr el riesgo de tener que improvisar en pleno Mundial. En las primeras cuatro jornadas de Eliminatorias, no repitió nunca los cuatro del fondo. Sí mantuvo individualidades como Nicolás Burdisso, titular en todas las presentaciones anteriores, pero quien estará ausente ante Ecuador porque se rompió los ligamentos de la rodilla derecha en el último partido contra Colombia. Ese mismo día, el defensor del Nápoli Federico Fernández, a quien el entrenador conoce de su etapa en Estudiantes, fue titular por primera vez en un partido clasificatorio para la Copa del Mundo. Lo hizo como lateral derecho y su rendimiento convenció. El hombre de Tres Algarrobos solo integró el once de su equipo en un partido de los últimos seis, aunque en la mayoría ingresó para jugar algunos minutos.

Imagen MASCHERANO volverá a ocupar su posición natural como volante central. Federico Fernández y Ezequiel Garay serán los defensores centrales del equipo.
MASCHERANO volverá a ocupar su posición natural como volante central. Federico Fernández y Ezequiel Garay serán los defensores centrales del equipo.
Pablo Zabaleta viene de ser campeón de la Premier League con el Manchester City. Ante los ecuatorianos será el lateral derecho del equipo, función para la que ya había sido destinado en los dos partidos como local, ante Chile y Bolivia. Probablemente influya el hecho de que el sábado se juegue en el estadio de River. La obligación de la Argentina de conseguir un buen resultado obliga a Sabella a pensar en ofensiva. Y ya es sabido lo cómodo que se siente Lionel Messi con alternativas de pase que vayan por sus costados. En el carril izquierdo Clemente Rodríguez, jugó con Bolivia y Colombia, también se presenta como otra buena opción para sumar gente en ataque.

Solo como local Pachorra apostó por laterales con salida, cuando no estuvo el defensor de Boca su lugar lo ocupó Marcos Rojo. Probablemente para Ezequiel Garay esta sea la chance de sumarse a la discusión de los centrales. El hombre del Benfica no estuvo en ninguna de las cuatro presentaciones. Martín Demichelis, Nicolás Otamendi y Javier Mascherano, que volverá a su posición habitual de volante central, cumplieron esa función las veces anteriores. Pareciera que, a medida que transcurren los partidos, la lista de alternativas del entrenador se va haciendo cada vez más estrecha. A los cuatro nombres que pondrá en cancha ante Ecuador hay que sumarle los de Burdisso y Otamendi en miras al 2014. Cristian Grosso, el encargado de la Selección argentina que tiene el diario La Nación, alienta la continuidad como único camino para la consolidación: “Una defensa tan experimental en la zaga central encierra demasiados miedos. En esa región es en donde creo que falta experiencia y recorrido en las eliminatorias entre los citados”

EL MEDIO DEFINE EL ESTILO, y ahí, la idea de Sabella no admite demasiadas discusiones en cuanto a la forma. El sábado hay chances de que repita su esquema predilecto, tres hombres. Así lo hizo con Chile y Bolivia, los dos anteriores en el Monumental. El del medio se dedicará a interceptar los avances del rival, Javier Mascherano; el volante por derecha repartirá sus esfuerzos entre la creación y la contención, Fernando Gago le saca una luz de ventaja a José Sosa; y Angel Di María intentará profundizar por izquierda y aportar dinámica en el traslado para que Messi se adueñe de la pelota rápido y sin interferencias. Mascherano, Gago y Di María tienen continuidad en el Barcelona, Roma y Real Madrid respectivamente. Sosa, otro de los viejos conocidos por Sabella, también es titular en el Metalist. En un fútbol como el ucraniano, sin el nivel de competencia que las ligas donde actúan sus competidores de puesto, convirtió solamente un gol en lo que va del año. El Principito ocuparía la banda derecha en caso de que el técnico se decida por un 4-4-2. La única duda, entonces, Sosa o Higuaín.

Juan Castro, periodista del diario español Marca, se especializa en fútbol internacional y sigue de cerca los pasos de la Selección. A la distancia, charlando vía mail con El Gráfico Web, no entiende la no convocatoria de Juan Román Riquelme: “No tengo dudas que el principal desafío del entrenador argentino es encontrar la mejor posición de Messi e incluir en el sistema a Riquelme, el mejor creador de lejos del fútbol argentino”. Como él, varios reclaman la inclusión del enganche de Boca, capaz de imprimirle una velocidad alternativa a este equipo que parece ir siempre ligero del medio hacia delante. Oscar Barnade, del diario Clarín, aunque omitiendo cualquier apellido, considera necesaria la construcción de una idea independiente al talento individual de Messi, que sea un “estilo de juego bien definido”.

Imagen JUGAR PARA MESSI es la cuestión. Sabella aún no confirmó al tridente ofensivo. Al rosarino lo acompañarían Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín.
JUGAR PARA MESSI es la cuestión. Sabella aún no confirmó al tridente ofensivo. Al rosarino lo acompañarían Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín.
JUGAR POR ABAJO exige intérpretes a la manera de esa idea. Sobran los comentarios sobre el presente de Lionel Messi. La consagración estelar de Sergio Agüero en el Manchester City proscribe cualquier cuestionamiento sobre la presencia del Kun. Gonzalo Higuaín no es titular en el Real Madrid de Mourinho, pero su capacidad goleadora le suministra el crédito necesario para ocupar una banca en el ataque, aunque el DT aún no confirmó si apostará por el tridente ofensivo. Que estén los tres es una opción, pero también puede sumarse José Sosa al mediocampo y atacar con dos hombres de punta. Ariel Scher¸ otro de los periodistas que tiene experiencia en Copas del Mundo y Selecciones nacionales, dice que “el partido con Ecuador es un paso en un objetivo, pero, sobre todo, representa un desafío que excede -siempre debería excederlo- a la obtención de un resultado. Es una posibilidad de avanzar en una construcción que valga la pena”.

Cualquier similitud con el Barcelona es pura coincidencia. La Selección argentina simpatiza con el esqueleto del mejor equipo del mundo. Esa osamenta revela intenciones, más si entre los once está el mejor de todos aquí y allá. Ahora, ¿puede este equipo encarnar esa estructura con el mismo relleno que los catalanes? El desafío, parece ser, no es tan ambicioso, pero sí deja verse el intento por consolidar un eje dentro de las posibilidades de este equipo.


Por Alfredo Merlo