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Metalist, un equipo adinerado

En los últimos años el equipo ucraniano arrancó un ascendente camino europeo. Su dueño Oleksandr Yaroslavsky es la clave para entender este presente.

Por Redacción EG ·

27 de marzo de 2012
Imagen EN LOS ULTIMOS cinco torneos el equipo terminó en el tercer puesto.
EN LOS ULTIMOS cinco torneos el equipo terminó en el tercer puesto.
Desde hace un tiempo largo el mapa futbolístico se está modificando. Gracias al poder del dinero y de los sueldos exorbitantes, varios equipos de Ligas de segundo orden a nivel mundial crecen día a día. Ucrania es un ejemplo de país ascendente a futbolísticamente y el Metalist es una clara muestra de ello.

El cambio del equipo en la primera década del siglo veintiuno no se debió a ningún jugador estrella. El máximo artífice del crecimiento del Metalist tiene nombre, apellido y, claro está, dólares: Oleksandr Yaroslavsky. Dueño de una enorme empresa constructora, el magnate decidió adquirir el club en 2004 atraído por el revuelo que armó la vuelta del equipo a Primera División tras pasar un año en Segunda.

Hasta la temporada 2007-08, el conjunto de Kharkiv -la segunda ciudad más importante del país- solo había jugado una única copa internacional, la extinta Recopa de Europa. Esta competencia los recibió en 1988, pero el club sólo pasó una ronda y luego perdió ante el Roda holandés. Ahora, el Metalist ya lleva cinco participaciones consecutivas entre Copa UEFA y Europa League. Incluso todavía se mantiene con vida en la edición de este año. Sus buenas actuaciones a lo largo de este último tiempo hacen que las expectativas ucranianas crezcan día tras día.

Para poder alcanzar objetivos cada vez más altos, Yaroslavsky apunta su mirada a Sudamérica. Argentina y Brasil son los dos principales proveedores de futbolistas para el conjunto ucraniano. Actualmente, el mate es moneda corriente en el vestuario. Cristian Villagra, Sebastián Blanco, Juan Manuel Torres, José Sosa, Marco Torsiglieri y Jonathan Cristaldo desenfundan la bandera celeste y blanca en aquellas tierras lejanas. No obstante, no fueron ni los primeros ni los únicos argentinos en haber jugado en el equipo, ya que Walter Acevedo, Jonathan Maidana y Hernán Fredes también vistieron esos colores.

Imagen JUNTO A SU AMIGO. Oleksandr Yaroslavsky y Roman Abramovich potencias del nuevo mapa del fútbol.
JUNTO A SU AMIGO. Oleksandr Yaroslavsky y Roman Abramovich potencias del nuevo mapa del fútbol.
En principio la idea de Yaroslavsky era encontrar un rival para los poderosos Dynamo de Kiev y Shakhtar Donetsk. Lentamente, el objetivo se va consiguiendo. La nueva disputa entre los equipos dominados por el dinero benefició directamente al fútbol de Ucrania. La FIFA tomó nota del constante crecimiento del deporte en aquel país y le entregó la organización de la Euro 2012 junto a Polonia.

Justamente, el magnate es uno de los principales impulsores de esta competencia. Incluso, es uno de los máximos inversionistas a través de su empresa constructora. Entre otras cosas, Yaroslavsky se encargó de la renovación del estadio del Metalist, la construcción de un campo de entrenamiento para los juveniles del club y la reconstrucción del Aeropuerto Internacional de Kharviv. Un negocio redondo.

De a poco se asoma un nuevo gigante. Ucrania comienza a crecer, quiere ganar un lugar entre las ligas más prestigiosas y para eso necesita éxitos. El Metalist y su dueño ya están en la búsqueda.

Por Federico Lamas
Twitter: @fglamas