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Los dueños de España

Asfixiados por la crisis, los dirigentes de varios clubes españoles apelaron al dinero de exóticos mecenas. Algunos confiables, pero de otros nadie conoce su pasado, fiscaliza su presente, ni vislumbra su futuro.

Por Redacción EG ·

08 de agosto de 2011
Nota Publicada en la edición julio 2011 de la Revista El Gráfico

Imagen LA ROSALEDA, la casa del Malaga, club que plantea una revolución de la mano del Jeque Al-thani.
LA ROSALEDA, la casa del Malaga, club que plantea una revolución de la mano del Jeque Al-thani.
La imagen que eligió el director David Fincher para representar el pecado capital de la gula en la película Seven, calca la realidad del fútbol español. Un hombre de contextura física imponente que ha engordado hasta morir. En el filme es un delincuente quien ha obligado a esta persona a ingerir alimentos de manera atolondrada hasta acabar con su vida. En la actualidad, es la vorágine consumista y la necesidad virtual de cambiar de “cromos” (figuritas, jugadores) la que ha llevado al fútbol español a empacharse primero y a estar a punto de reventar después.

Difícil explicar que el Real Madrid ingrese por derechos de televisión 140 millones de euros y deba 683. No hay parche que tape semejante agujero. Cristiano Ronaldo pone empeño y sus camisetas se venden como facturas frescas en una panadería un domingo, pero no alcanza con eso. El club apostaba a vivir una temporada inolvidable con José Mourinho al frente de la nave y media de docena de cracks financiados por créditos bancarios sindicados, pero el vino y las rosas prometidos se escanciaron en apenas una noche de lujuria. En las horas posteriores a la conquista de la Copa del Rey, el único título que ha logrado amarrar el presidente Florentino Pérez, en esta, su segunda era.

Ahora, el faraón merengue espera que el Partido Popular (PP) gane las próximas elecciones presidenciales para volver a hacer negocios con el poder desde una posición ventajosa. La jerarquía del Partido tiene relación sentimental con el Real Madrid y, si el PP se impone rentabilizando la cifra récord de parados (desocupados) en el país como prevén varias empresas encuestadoras, el nuevo orden puede redundar en pactos que sirvan para aliviar la ruinosa economía del club. A Pérez solo le resta un baluarte por vender, el estadio Santiago Bernabeú. Recinto de leyenda. En su primer ciclo como presidente remató un “pelotazo inmobiliario” vendiendo los terrenos de la vieja Ciudad Deportiva al Gobierno. En estos momentos se dice que su objetivo es hacer lo mismo con el estadio para revitalizar su política de talonario fácil.

El Real Madrid no lo tiene sencillo para salir adelante, pero su capital socio-político le ofrece una salida. La pregunta es qué posibilidades les brinda el desolador panorama actual a los clubes de menor arraigo. Primero fue la conversión en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Los socios pasaron a adquirir acciones y a constituirse en compromisarios. Después vinieron las ampliaciones de capital, es decir, el incremento del capital social de las SAD, que se realiza emitiendo nuevas acciones o aumentando el valor nominal de las ya existentes. Pero como la política del desenfreno continuó, fiel al capitalismo salvaje en el que vive inmerso el mundo, las convocatorias para ampliar los capitales fueron perdiendo eco; y a los clubes, tras vaciarles los bolsillos a sus socios, solo les quedó salir a buscarse la vida por el mundo. Esto es, sus directivos han comenzado a realizar viajes fugaces al exterior en búsqueda de mecenas. A cual más exótico. Personajes en la antípoda, con ganas de tener un millón de amigos, como cantaba Roberto Carlos. Porque dinero tienen para dar y regalar. Así, el Palamós (1999), el Alavés (2004) y más acá en el tiempo el Málaga (2010), el Racing de Santander y el Getafe (ambos en 2011) han unido su destino al de una cuadrilla de nuevos ricos, de los que nadie conoce su pasado, fiscaliza su presente, ni vislumbra su futuro.

La manera en que se desarrolla esta sociedad de aparente conveniencia recuerda a las privatizaciones en la Argentina de los 90. Se vende todo, hasta la marca, a cambio de que el club sobreviva, con la promesa de que el mecenas de turno reinvierta en la estructura. Pero, como solía decir Tu Sam, “Todo puede fallar”. En la Argentina de hace casi dos décadas, las empresas privadas que compraron a bajo precio las estatales devaluadas, no reinvirtieron y las terminaron de vaciar. Capitales golondrina. En la denominada Liga de las Estrellas, al magnate indio que ha adquirido el Racing de Santander ya lo buscan por impago. “La pelota no se mancha”, decía Maradona, pero en España empiezan a surgir pruebas de que el escudo sí se mancilla.

Imagen EL JEQUE Al-Thani con el presidente del Real Madrid, Florentino Perez
EL JEQUE Al-Thani con el presidente del Real Madrid, Florentino Perez
ORO, ORO Y MAS ORO

El Jeque Abdullah Ben Nasser Al-Thani es el nuevo propietario del Málaga. Dueño de una fortuna que asciende a 25.840 millones de dólares, llevaba años asistiendo al estadio de La Rosaleda y confesando con veleidad su pasión por el equipo andaluz. Hace unos meses profundizó su relación con el cuadro malacitano adquiriendo la mayoría del paquete accionarial a cambio de 36 millones de euros, en los que está incluida la deuda de 14 millones que mantiene el club.

Los habitantes de Marbella siempre esperaban que se acabara el verano para aprovechar la vuelta de Al-Thani a Qatar. El enorme séquito del jeque solía arrojar fortunas en audio y video de última generación (Al-Thani posee una multinacional de este rubro) a los contenedores de basura horas antes de zarpar. Era entonces cuando buena parte de la población estable de Marbella hacía acopio de televisores, equipos de música e informática apenas revolviendo un poco en las esquinas. Como para que el millonario jeque, CEO de Nasir Bin Abdullah & Sons Trading y presidente de PhoneSat, no cayera simpático... Ahora, la feria de oportunidades apunta a estar abierta todo el año.

Al-Thani cumplirá 42 años el próximo 29 de septiembre y tiene todo calculado. Acaso sea –de los forasteros– el menos desconfiable. Su presencia en Marbella se ha hecho costumbre y a partir de ella se hizo conocido en la Costa del Sol. Su yate, el Radiant (10.000 caballos de fuerza y 525 pies de eslora), el más grande del mundo, solía arribar cada verano pero ahora ya tiene plaza fija en el puerto marbellí. De hecho, Al-Thani se ha adjudicado la licitación por el Puerto de Marbella por 84 millones de euros. Y ha prometido que el Málaga jugará la Champions League dentro de tres años. Presupuestó 100 millones de euros para la próxima temporada, 75 de los cuales, según lo que le aseguró al técnico chileno Manuel Pellegrini, serán destinados a refuerzos. Por lo pronto, ya contrató a Ruud van Nistelrooy.

Por otra parte, el reciente poder adquirido tras hacerse con el control del club le ha facilitado negocios con la alcaldesa Angeles Muñoz. Fruto de esta alianza ha nacido su otro proyecto: fabricar un nuevo Puerto Banús en Marbella, apoyado por la alcaldía, con 400 nuevos atraques y un muelle para cruceros. Está en pugna con un consorcio local, pero tiene al gobierno y a la gente de su parte. Es hábil para ganarse a las masas y quiere hacerles creer que una gran porción de lo que gane con sus emprendimientos en la zona lo reinvertirá en el club. Sabe que el corazón del pueblo malagueño no reside en el Ayuntamiento, sino que late en las gradas de La Rosaleda. Y se mueve con sagacidad en pos de sus objetivos. En su caso, habrá que ver si después de las doce la carroza seguirá siendo carroza o volverá a ser una calabaza, como en el cuento de Cenicienta. Por el momento, el Málaga ya se aseguró su permanencia en Primera División, algo que hace dos meses parecía casi una misión imposible.

Imagen LA SONRISA de Alí Syed, cuestionado en el Racing de Santander.
LA SONRISA de Alí Syed, cuestionado en el Racing de Santander.
UNA DE BOLLYWOOD

El multimillonario indio Ahsan Alí Syed se ha hecho con el control del Racing de Santander, club del cual retiene el 80% del paquete accionario. Su fortuna treparía a 11.288 millones de dólares. El condicional se debe a que jamás figuró en las listas de la revista Forbes y a que hay numerosos datos acerca de su persona y sus actividades, que no se corresponderían con la realidad. Nacido el 23 de abril de 1973 en Andhra Pradesh (India), Alí Syed, conocido como Mister Alí, desembarcó en el Racing después de haber fracasado en su intento por adquirir el Blackburn Rovers de la Premier League en 2010.

En Santander se ganó al público al celebrar alocadamente un gol marcado por su equipo al Real Madrid por la Liga. Al empresario indio se le “olvidó” el protocolo y se dejó ir en el palco oficial ante la mirada perpleja de Florentino Pérez, su homónimo madridista. El Racing perdió finalmente el partido y después de aquella imagen, Mister Alí ha protagonizado un cúmulo de despropósitos. Apenas llego, echó al entrenador Miguel Angel Portugal y nombró a Marcelino García Toral en su reemplazo. Pero al día de hoy, ni Portugal ha cobrado su indemnización; ni García Toral ni jugador alguno de la plantilla han recibido dinero desde el 29 de enero, día en que se firmó la venta del club al empresario.

Solo un jugador puede estar tranquilo. El único que llegó al Racing -cedido- de la mano de Alí Syed. El delantero internacional mexicano Giovani Dos Santos, formado en La Masía, ahora mítica cantera del FC Barcelona, quien en la actualidad pertenece al Tottenham Hotspur de Inglaterra. Gio sabe que si Mister Alí no paga, volverá a White Hart Lane sin problemas. Muy distinta es la situación del resto de sus compañeros. Pedro Munitis, emblema del club, capitán y delantero, exjugador del Real Madrid, da gracias a aquellos años en la Casa Blanca porque sino, hoy comería pan duro.

Alí Syed tenía plazo hasta el 1° de junio para pagar todo el dinero que debe: 8 millones de euros. No lo hizo hasta el cierre de esta edición y las acciones podrían ser controladas por el Gobierno cántabro, que ya busca desesperadamente un nuevo comprador porque teme que el indio, que tiene varias juicios por estafa en Bahrein y hasta en Australia a causa de maniobras fraudulentas con su empresa, la financiera Western Gulf Advisory, los deje en la estacada. Lo más surrealista es que Alí Syed ha sido visto a comienzos de mayo paseando por Disneyland París, gastándose lo que parece que no tiene, mientras en el Racing nadie encuentra ni una moneda tirada por el suelo. Uno se pregunta cómo hizo Alí Syed para engatusar a la empresa intermediaria en la venta del club (Dumviro Ventures) y a Miguel Angel Revilla, presidente del Gobierno de Cantabria. “No tiene un pelo de tonto, hemos encontrado la persona idónea, la persona que el club necesitaba para salir adelante”, Revilla dixit. Sorpresa, amigo. Mister Alí fuma bajo el agua y se pasa de un avión a otro mientras la máquina encara un viaje transoceánico.

Ahora, mientras en el club esperan que Credit Suisse efectúe el pago de 1.5 millones de euros en concepto de préstamo, tiemblan. Saben que es pan para hoy y hambre para mañana. La deuda sube, a la espera de lo que ocurra con el Houdini indio. Hay voces acerca de que intenta revender el Racing de Santander a una empresa de Bahrein, pero la versión no tiene sustento. En tanto, se estima que en vez de 8 millones, si el Gobierno cántabro debiera reasumir el control del club, tendría que hacer frente a un pasivo de 20 millones de euros. El recuerdo de las privatizaciones argentinas de los 90, ¿o no?

Imagen AL MAKTOUM y su camiseta del Getafe.
AL MAKTOUM y su camiseta del Getafe.
LA NUEVA INCOGNITA
La web del Royal Emirates Group de Dubái es escueta. “Grupo de compañías de liderazgo emergente, con intereses comerciales en mercados locales e internacionales”. Aunque incluye pomposas presentaciones para sus majestades Sheikh Butti Bin Suhail Al Maktoum (director ejecutivo del grupo o chairman) y Sheikh Mohammad Bin Rashid Al Maktoum, Primer Ministro de los Emiratos Árabes Unidos desde el 5 de enero de 2006, a quien se menciona como su guía. El presidente del REG es su alteza Sheikh Saud Al Maktoum, pero quien ha tenido el mayor protagonismo en la firma de acuerdos con el Getafe ha sido el primero de los sheiks mencionados. Butti Bin Suhail Al Maktoum se sacó las fotos de rigor con Angel Torres, presidente del club azulón y una camiseta que no quiso ponerse porque ya saben ustedes que la túnica es sagrada. ¿Posará con ella puesta, más adelante?

Getafe Sport, la empresa privada que controlaba el 99,3% del capital accionario del club, lo vendió al Royal Emirates Group. Torres, el día del anuncio oficial de la venta, fue claro. “La decisión de vender el club se ha tomado porque cada vez es más difícil competir en esta Liga sin endeudarse. No queríamos llevar a este club a un callejón sin salida. Hemos tomado la decisión de buscar dinero porque nosotros no podíamos poner más y los bancos no nos daban”, describió con crudeza. El grupo qatarí ha adquirido la casi totalidad del club a cambio de una cifra de entre 70 y 90 millones de euros y prevé aumentar el presupuesto de la entidad a 60 millones de euros anuales.

Hasta ahora, lo único que ha trascendido son las fotos del chairman y una carta firmada por el Dr. Kaiser Rafiq, director general del Grupo, que ha sido publicada por la web oficial del Getafe para que los socios y aficionados tengan una perspectiva del futuro inmediato. “Respetamos claramente la identidad, tradiciones, cultura e historia del club y no tenemos intención de cambiarlos de ninguna de las maneras. Esperamos que todos los aficionados al fútbol de Dubái, de Emiratos Arabes Unidos y del Medio Oriente compartan este patrimonio y ofrezcan su apoyo. Nuestro objetivo es globalizar la marca Getafe y crear fuertes vínculos entre las dos regiones en las que el Getafe C.F. será el perfecto embajador”, se puntualiza en la misiva.

Al Getafe, que se adelantó al RCD Espanyol a la hora de captar el interés del Royal Emirates Group, aún no ha llegado refuerzo alguno sobre la alfombra mágica de los jeques. El acuerdo todavía es reciente. Es más, el Club se apresuró a cerrar el traspaso del delantero uruguayo Juan Albín precisamente al RCD Espanyol, de cara a la próxima temporada, a cambio de 2 millones de euros. Albín finalizaba su contrato en junio de 2012. El Getafe, en condiciones normales, podría haber negociado desde una posición más ventajosa, pero la apremiante situación económica motorizó el acuerdo.

¿Reventará el fútbol español por dentro como el obeso elegido para el martirio en la película Seven, o los capitales extranjeros alcanzarán a ponerle un salvavidas?

Dos cosas se pueden asegurar. Una, que hará falta una imaginación más fértil que la de Julio Verne para sostener un modelo actual que se está llevando por delante a clubes históricos cual marabunta.
La otra, que tal como están las cosas a nivel nacional, con una crisis galopante y cifras oficiales récord de paro (4.900.000 de personas, aunque el número real sería muy superior por los trabajadores en negro que han perdido su empleo), es prácticamente imposible una intervención del Estado para practicar una solución del tipo “Fútbol para todos”.

El futuro inmediato plantea una amenaza a la dirigencia para frenar este sistema con tendencia suicida. O se arremangan y se aprietan los cinturones, o no habrá fútbol para nadie.

Por Roberto Martinez / Fotos: AFP