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Hernández: "Me operé para volver a Los Pumas”

Fue uno de los héroes del mítico podio en la Copa del Mundo de 2007, pero en los últimos años estuvo alejado de la Selección por constantes lesiones. A seis meses de Nueva Zelanda 2011, mientras recupera su nivel en Francia, demuestra su fe en Los Pumas: “Hasta podemos ser campeones del mundo“

Por Redacción EG ·

18 de abril de 2011
Nota publicada en la edición de marzo 2011 de la revista El Gráfico.

Imagen Hernandez, 28 años, salió tercero en el mundial de Francia.
Hernandez, 28 años, salió tercero en el mundial de Francia.
Crack. Es la palabra que podría utilizarse para describir, frente a una persona que todavía no lo conoce, a Juan Martín Hernández. Un dotado que ya ingresó en el Olimpo del rugby argentino por su actuación descomunal, descollante con Los Pumas en la Copa del Mundo de 2007, en Francia. El Mago fue una de las piezas clave de aquel equipo que sorprendió a propios y extraños para pararse en el histórico tercer puesto del podio mundialista.

Posteriormente, a partir de 2008, lesiones en distintas zonas del cuerpo complicaron su carrera. La peor de todas fue en la espalda. Sufrida en la segunda mitad de 2009, lo llevó al quirófano el 12 de enero de 2010. Jugando para los Natal Sharks tuvo un desplazamiento en la columna vertebral que debió ser operado. Este problema físico, y otros, lo llevaron a perderse nueve encuentros de Argentina en las últimas dos temporadas. “Me operé para volver a jugar en Los Pumas”, confiesa el rugbier porteño desde París. Realizó nueve meses de rehabilitación. Dejó el club sudafricano y volvió a la capital de Francia para competir en el Racing Metro durante la temporada 2010/2011.

-¿Cómo fue la lesión en la espalda? ¿La considerás la más dura de tu carrera?
-Fue muy difícil porque durante tres meses estuve con un corsé rígido, con el que no me podía mover. Dentro de ese período, estuve un mes sin salir de mi casa. Al mes siguiente, apenas empezaba a caminar. Y al tercer mes ya quería sacarme de encima el corsé y comenzar la rehabilitación. Hoy miro hacia atrás y veo que la rehabilitación fue mucho más difícil y dura de lo que hubiera pensado antes de la operación, porque todavía me sigo rehabilitando. Si bien puedo jugar y entrenarme normalmente, sigo haciendo ejercicios y tratando de mejorar día a día mi espalda.

-En algún momento, ¿pensaste que podría haber sido el final de tu carrera como jugador?
-Sí. La verdad es que sí.

Operación, Recuperación, vuelta a las canchas. Tres fases que le llevaron varios meses a Juani: la mayor parte de 2010. “¿Por qué me dicen Juani si me llamo Juan Martín? No sé por qué, por ahí porque cuando comenzaba en Los Pumas era uno de los más chicos y me decían Juani. Y después me quedó”, duda el apertura.

-¿Qué recuerdos te llevaste de tu paso por los Natal Sharks?
-Me quedó un recuerdo muy lindo. Conocí gente nueva, un rugby nuevo, un estilo de vida distinto. Allá viven el rugby con una pasión mucho más grande que acá. Tal vez más grande que en cualquier otra parte del mundo. Es como el fútbol en Argentina, así que fue bueno haber vivido eso. Además, la manera en la que los jugadores y mi equipo se preparaban es una de las principales cosas positivas que guardo. Yo pensaba que acá, en Francia, me entrenaba mucho, pero en Sudáfrica es distinto. Si bien la preparación es más corta, los campeonatos también son más cortos, lo cual te permite estar mejor predispuesto hacia la pretemporada. Allá te entrenás dos meses, jugás tres meses y después tenés vacaciones. Acá en Francia, en cambio, te entrenás un mes fuerte de pretemporada y luego tenés nueve o diez meses de competencia.Se hace muy difícil mantener un ritmo alto en el cuerpo, a nivel físico y mental. La preparación que los sudafricanos les meten a los partidos y a los entrenamientos es realmente admirable.

-¿Te quedaste con ganas de jugar durante más tiempo en Natal Sharks?
-Sí, me quedé con un montón de ganas. Había ido para jugar el Super 14 y pude jugar solo la Currie Cup, lo cual fue muy bueno también. Me quedé con ganas de jugar el Super 14 (Super 15 a partir de esta temporada); espero volver algún otro año.

Imagen Juega el Top 14 francés con Racing Metro 92.
Juega el Top 14 francés con Racing Metro 92.
-Decís que el rugby sudafricano se vive con más pasión, pero ¿puede ser que tenga más rigor físico que el francés?
-No, no es el rigor físico, es la intensidad que hay durante los partidos. Ya sea porque los árbitros dejan jugar más; o porque los jugadores son más respetuosos hacia las reglas de juego; o porque el clima también ayuda un montón: en el campeonato francés, de nueve o diez meses que jugamos, en cinco o cinco y medio hace mucho frío y hay nieve, lluvia y viento. Allá, en Sudáfrica, no pasa eso. El clima es mucho mejor. Por lo general hay sol, y es mejor para jugar. Esas cosas, sumadas, lo hacen muy intenso. No es que acá sean menos fuertes los jugadores. Son igual de fuertes, pero allá uno corre más y es como si se doblara la cantidad de tackles, la cantidad de corridas. Como no se para tan seguido el juego, es mucho más dinámico.

-¿Cuál fue el mejor momento que viviste jugando en Natal?
-Todos fueron momentos relindos, porque era todo nuevo. A mí me cuesta mucho cambiar de costumbres. Me había costado venir a Francia, y después de seis años me fui a Sudáfrica: era empezar de nuevo. Hacer amigos, conocer gente, conocer el sistema, todo era nuevo. Entonces disfruté todo. No es que hubo una cosa mala o menos buena, sino que todo fue lindo, todo fue positivo.

-¿Cómo está siendo tu temporada en el Racing Metro francés?
-Con varias ausencias, ya que volví de la lesión en la espalda. Y después de eso me lastimé de nuevo en los isquiotibiales y demás, pero al menos en los últimos cuatro o cinco partidos estuve jugando un montón, lo cual me hizo muy bien. No solo para darme ritmo físico, sino también ritmo de juego, que es lo más importante. Después, el ritmo físico vendrá solo. En cuanto al equipo, está bien, peleando arriba en la tabla. Eso genera un poco menos de presión, pero tampoco permite relajarse mucho.

Si existe algún jugador en el plantel de Los Pumas capaz de ser determinante en la cancha en base a una destreza sin equivalencias, ese es Hernández. El seleccionado argentino necesitará de él más que de nadie para los cotejos de la Copa del Mundo Nueva Zelanda 2011.

“¿Desequilibrante? Desequilibrante no; hay otros jugadores que tienen esa característica. Lo mío va a pasar por ordenar y organizar el juego. No busco el desequilibrio individual, sino que el equipo juegue bien”, expresa con humildad. Le sobra fe en el conjunto nacional. “Tenemos un muy buen equipo, un muy buen grupo. Si bien no tenemos la misma experiencia que teníamos en 2007, ni los jugadores que había en 2007, es un muy buen grupo, con mucha calidad”, dice.

Sobre las chances en la cita internacional, asevera: “Hasta podemos salir campeones del mundo, nunca se sabe. En el Mundial de 2007, no creo que muchos hayan puesto demasiadas fichas en Los Pumas, especialmente por el modo en que veníamos jugando; pero al final hicimos un Mundial bárbaro. Nadie hubiera pensado que íbamos a llegar a las semifinales. Y después de eso la gente se ilusionó con salir campeones, con ganarle a Sudáfrica, llegar a la final y ganarla. Para llegar a la final, hay que trabajar mucho. Hay que hacer una muy, muy buena preparación y jugar la zona, que desde ya es muy difícil”.

Imagen Su tío Patricio Hernández jugó el mundial de futbol en 1982.
Su tío Patricio Hernández jugó el mundial de futbol en 1982.
La gran incógnita es si estos meses de actividad plena le permitirán al Mago llegar a este campeonato mundial con las mismas condiciones físicas y deportivas con las que llegó al del 2007. “Espero mejorar. Si seguía con esa lesión en la espalda, no podía volver a jugar. Hoy, obviamente, no estoy a ese ritmo ni a ese nivel, pero sigo entrenándome para eso, para llegar bien”, comenta confiado. “Volver a vestir la camiseta argentina es un sueño”, remata.

Lo tiene casi todo como rugbier. Es rápido, un gran estratega con el pie, inteligente para conducir el juego. Posee una patada certera; es veloz, fuerte. Y es capaz de anotar de las cuatro maneras posibles: con tries, drops, penales y conversiones.

-¿De qué manera adquiriste tantas destrezas individuales?
-Entrenándome, como las adquieren todos los jugadores. Entrenándome mucho, dedicándole mucho tiempo, tratando de mejorar y de ser siempre un poco mejor.

-¿Hay algo de innato en tu estilo de juego o es todo adquirido?
-Creo que algunos son más rápidos, otros más fuertes, otros más ágiles. Más altos, más flacos, más chicos. Las cualidades que te tocan, cuando nacés, hay que entrenarlas y tratar de potenciarlas. Sigo en eso.

-Dentro de la cancha, ¿te divertías más cuando jugabas en el torneo de Buenos Aires con Deportiva Francesa o te divertís más ahora?
-Siempre me gustó jugar al rugby, no importa en qué torneo. En Francia, en Sudáfrica o en Buenos Aires. Me gusta mucho el rugby, soy un apasionado, así que en cualquier lugar me divierto y la paso bien.

-¿Volverías a jugar en tu club de origen?
-Sí, claro, me encantaría. En algún momento me gustaría volver.

La tierra de los All Blacks espera a Juani y al seleccionado argentino dentro de seis meses. Mientras tanto, el porteño vestirá la otra albiceleste, la del Racing Metro en el Top 14 de Francia. Nueva Zelanda 2011 será el capítulo III del crack en copas del mundo. El crack idolatrado por muchos. El crack capaz de conducir a Los Pumas a más alegrías.


Por Hernán alvarez / Fotos: afp