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Maradona celebra sus 50 años y El Gráfico revive las cinco décadas del más grande

Un 2010 digno de El Diez. Su primer Mundial como técnico, el magnetismo mediático, el nuevo look, su faceta de abuelo, el cachetazo de Alemania, la polémica salida de la AFA, la lucha con Bilardo y Grondona, el acercamiento al poder y el sueño vigente por volver a la Selección. Fue un año inolvidable. Como los que vivió en 1970, 1980, 1990 y 2000, cumpleaños reflejados en este informe especial.

Por Redacción EG ·

29 de octubre de 2010
Cinco décadas, cinco momentos en la vida de Maradona retratados en las páginas de El Gráfico. Sus sueños, sus conflictos, sus reacciones, sus aliados y sus enemigos, entremezclados en este mosaico que se detiene en cinco estaciones -los 10, los 20, los 30, los 40 y los 50- de la vida del más grande futbolista de todos los tiempos.

Imagen DE VISITA EN MOSCU, ya como ex técnico de la Selección. Fue a un mes de cumplir los 50. (AFP)
DE VISITA EN MOSCU, ya como ex técnico de la Selección. Fue a un mes de cumplir los 50. (AFP)
Agitado. Controvertido. Sin grises. Diego Maradona cumple cincuenta años. Cinco décadas que, según él, lo encuentran atraversando su mejor momento personal. En pareja, con la permanente atracción de su nieto Benjamín, lejos de los excesos de otros tiempos y con un deseo, casi desesperado, por volver a ser el técnico de la Selección.

Fiel a su estirpe, atravesó diversos estados emocionales en los pasados 365 días. Con el buzo de DT de la Selección, Diego tuvo un arranque de año a lo Maradona. Por sus exabruptos en Uruguay, post clasificación mundialista, fue suspendido por la FIFA desde noviembre hasta enero, tuvo que ver desde la platea un amistoso ante Catalunya y tampoco pudo asistir al sorteo de la Copa del Mundo. Así, arrancó su 2010 y de la misma manera lo vivió. Con su particular forma de ser, sus alegrías, sus enojos, sus declaraciones siempre tan esperadas como polémicas y, una vez más, alimentando la ilusión argentina en un Mundial, pero desde el banco. 

Imagen LA FOTO con su nieto Benjamín estuvo presente en las conferencias de prensa en Pretoria (EG).
LA FOTO con su nieto Benjamín estuvo presente en las conferencias de prensa en Pretoria (EG).
En el plano personal se lo notó radiante en su faceta de abuelo: Benjamín Agüero, su debilidad, ocupó gran parte de su tiempo libre. Y cuando la distancia Buenos Aires-Madrid se lo impedía, hasta aprendió a verlo por webcam. Por otro lado, trascendió en las revistas de espectáculos que Verónica Ojeda, su pareja, perdió un embarazo de 19 semanas, producto de una caída tras de un desmayo.

Durante ese lapso, el fisco italiano -que aún lo acusa de una evasión que supera los 20 millones de euros- subastó sus aros por 25 mil euros; recorrió el país con los controvertidos amistosos que disputó la Selección local; recibió diez puntos de sutura porque Bella, su perra, lo mordió en el rostro -por eso se dejó la barba- y participó de la campaña de Louis Vuitton con Pelé y Zidane, pero sin Pelé ni Zidane, ya que Diego llegó cuatro horas tarde al set de grabación. No obstante, el fotomontaje se encargó de juntarlos jugando al metegol. Además, volvió a La Bombonera después de un año y el día que entregó la lista definitiva de 23, sin querer atropelló a un periodista. “¡Qué boludo que sos!, ¿Cómo vas a poner el pie abajo de la rueda, viejo?”, le dijo al cronista.

Para Diego no fue un año más. Hombre de objetivos cortos, el Mundial le revitalizó el espíritu. Su presencia en el banco argentino acaparó la atención de propios y ajenos. De impecable traje, talante sereno y barba recortada, Maradona absorbió la presión de sus dirigidos: se sentía uno más. Las prácticas irradiaban un clima óptimo, los jugadores volaban y, de la línea de cal hacia fuera, Diego parecía el nexo viable para alcanzar la Copa del Mundo, esa que se posterga desde México 86. Pero no alcanzó.

Imagen LA ATRACCION en Sudáfrica: Diego y su maestría intacta para los tiros libres (EG)
LA ATRACCION en Sudáfrica: Diego y su maestría intacta para los tiros libres (EG)
Atrás quedaron sus concurridas conferencias de prensa, las arengas individuales y las notas cábala en el campo, el rosario en la mano -prácticamente una extensión de su cuerpo-, los picados en Pretoria con Ruggeri y las noches de karaoke con Bilardo. Sin calzarse los cortos, Diego fue la figura excluyente del Mundial: por presencia, carisma, frescura y sinceridad, esa que forjó en Fiorito. Alemania le propinó “una piña de Muhammad Alí”. Sin embargo, el plantel fue recibido en Ezeiza como si trajera la Copa. El sólo atinó a recluirse, dolido por la eliminación en cuartos de final. Los 37 días del Diez en suelo sudafricano -del 29 de mayo al 4 de julio- fueron agitados. Y concluyeron con las críticas por el desequilibrio táctico y el escaso aporte de sus ayudantes.

El quinto puesto del Mundial bifurcó aguas: el apoyo oficialista vs. el inconformismo de Julio Grondona. “Aguante Maradona”, declaró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tras la goleada con los alemanes, en un claro guiño para que Diego continuara, al menos, hasta la Copa América 2011 que se celebrará en Argentina. Recluido en su casa, Maradona salió por primera vez para ver la final del Mundial en la casa del gobernador Daniel Scioli. Luego, siempre cerca del poder, viajó a Caracas invitado por el presidente de Venezuela Hugo Chávez, y se mostró junto a él justo cuando anunció la ruptura de relaciones con Colombia.

Imagen CON SUS AYUDANTES Mancuso y Enrique durante Sudáfrica 2010. Fueron el detonante de su salida (El Gráfico)
CON SUS AYUDANTES Mancuso y Enrique durante Sudáfrica 2010. Fueron el detonante de su salida (El Gráfico)
Así, pospuso el encuentro con Grondona y su continuidad comenzaba a tambalear. "Si me tocan a un utilero, me voy", amenazó Maradona al enterarse del rumor. Y el ferretero más famoso del mundo jugó otra de sus cartas maestras, le tocó a todo el cuerpo técnico y chau Selección para Diego. “Grondona me mintió, Bilardo me traicionó”, aseveró en su primera conferencia de prensa como ex técnico de Argentina. Bilardo amenazó con contar toda la verdad, pero la verdad nunca llegó.

“Daría un brazo por volver”, se sinceró Diego tiempo después en una nota televisiva, con la intención de  calzarse nuevamente el buzo de técnico. Y de paso, atacó a Sergio Batista, entrenador interino: “Si el próximo DT tiene perfil bajo es porque hizo tres goles y yo 200”. Pero no hubo caso.

Alejado del círculo de la AFA, le propusieron festejar sus 50 años en el San Paolo de Italia y la sola idea hizo revolucionar a la ciudad de Napoli, que aún lo venera. Mientras, luego de dos años, Diego volvió a las canchas -Indoor Show, ex showbol- en un homenaje al ex futbolista Fernando Cáceres, estuvo en Rusia participando de un acto benéfico y también presentó su línea de ropa Diego 50, especialmente confeccionada por Puma.

Imagen EL ULTIMO ADIOS a Néstor Kirchner, junto a la presidenta Cristina. Fue el 28 de octubre. (AFP)
EL ULTIMO ADIOS a Néstor Kirchner, junto a la presidenta Cristina. Fue el 28 de octubre. (AFP)
A Maradona le tocó cerrar sus 49 años con una página triste que le quitó la sonrisa en su semana de festejo: la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, con quien se había juntado en la quinta de Olivos apenas cinco semanas antes. "Argentina perdió a un gladiador", dijo cuando se presentó en la Casa Rosada, para darle el pésame a la presidenta Cristina.

Sin vueltas. Sin pausas. Sin sacar el pie del acelerador. Y con sueños eternos de Selección. “Tuve todo: una familia que adoro, una carrera brillante y, hoy en día, no necesito nada, ni dinero”. Lo firma Diego Maradona, quien algo ha vivido.

Mauro Gurevich e Ignacio Arias