(sin categoría)

Paula Pareto: "El fin de semana juego al fútbol"

La judoca, que ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín y que fue oro Panamericano, nos contó su amor por la pelota, por la medicina y lo que espera a futuro.

Por Redacción EG ·

21 de octubre de 2009
La tigrense fue sorpresa para todos cuando ganó la primera medalla de Argentina en Beijing 2008. Un bronce que fue tomando mayor importancia cuando transcurrían los días de competencia y la cosecha era magra en cuanto a preseas. La "Peque" -así le dicen por su estatura- fue perjudicada en el Mundial de Rotterdam, en agosto de este año, cuando quedó eliminada en primera ronda. En marzo, había obtenido una medalla dorada en los Panamericanos realizados en el Cenard.

Imagen Confiesa que siente los mismos nervios compitiendo que rindiendo un examen.
Confiesa que siente los mismos nervios compitiendo que rindiendo un examen.
-¿Después de este tiempo ya sos consciente del logro que significó ganar la medalla en Pekín?
-Caí porque tanto me lo repiten que ya lo creés. Pero también me doy cuenta lo difícil que fue y lo que volverá a ser en los próximos Juegos, si puedo clasificar.
-¿Cuál es la clave para ser una deportista de elite?
-La base de cualquier deporte es el entrenamiento. En judo, son dos entrenamientos por día de dos horas cada uno. Lo que hacen la mayoría de los chicos es entrenar por la mañana la parte física y por la tarde judo específicamente.
-Desde tu logro en los Juegos de Pekín, ¿este deporte fue logrando mayor repercusión?
-Sí, es más conocido. Además se ve en los torneos a nivel nacional que asiste mucha más gente. Si bien son muchos nuevos, es bueno porque en un futuro a la hora salir al exterior van a tener mucha más experiencia que nosotros, que a nivel nacional competimos poco.
-¿Cómo complementás el estudio con el deporte?
-De a poquito. En la facultad no tengo el tiempo necesario para hacer tantas materias como debería hacer una persona que trabaja y estudia. Cuando no entreno estudio y al revés. Tenés esa conciencia que vos avanzás más lento que los demás. Igual no quiero dejar de estudiar.
-¿Se te hizo más fácil conseguir sponsors?
Es complicado. Hoy en día me apoyan YPF y Puma. Además me resguarda una obra social de San Isidro en la parte médica. Eso se encontró porque se buscó. No es que llega. Todos te dicen ya te va a llegar. La verdad que no. Lo que hay es porque se buscó. Se encargó mi familia de eso. Al ser un deporte individual a muchas empresas no les conviene.
-¿Qué recuerdos tenés de aquella final en Pekín?
-El que no entiende de judo no se le puede explicar bien, parece que gané y todo bien. Pero el que sabe, pudo ver que en esa lucha mi contrincante era superior a mí y me ganaba bien. Pero yo siempre digo que en el judo hasta el último segundo cualquiera se puede equivocar y es lo que le pasó a ella. Entra a un lance mal y yo hago un contra lance. Si no me atacaba me ganaba igual porque faltaban 10 segundos. Se la jugó, se equivocó y yo me avivé. Fue loco en ese sentido porque darlo vuelta quedando tan poco tiempo no lo podía creer.
-Fue un tanto discutido el fallo...
-Hubo un poco de confusión. Cuando pasan esas cosas que no se saben, es como el fútbol: todos festejan para engañar al árbitro. Trataba de escuchar a ver que hablaban para ver si el fallo era favorable para mí.
-¿Te imaginabas que podías ganar la medalla?
-Siempre está la esperanza. Pero uno sabe que cuando se enfrenta a esos deportistas que van a un juego olímpico, que te llevan años de diferencia en cuanto a la experiencia. Que uno no tiene, no porque no quiera, porque no se puede. Es diferente cómo se entrena acá que en cualquier país de Europa. Uno se ponía a pensar eso y ya era bastante estar en una competencia así. Pero ya que estabas ahí... El contrincante se puede equivocar y hay que tener claro eso. Sabía que era difícil pero podía ser y gracias a Dios se dio.
-¿Tuviste algún ofrecimiento para ir a competir a Europa?
No, no la verdad que no. Es diferente a otros deportes. Si no te llevan de chiquita ya saben que se complica.
-¿Cómo es tu vida cotidiana, qué te gusta hacer?
Me levanto temprano para estudiar, después voy a entrenar. A veces cuando voy a entrenar al Cenard me quedo almorzando ahí porque tengo varios amigos. Vivo lejos así que me quedo dando vueltas por Capital para seguir la rutina a la tarde. El fin de semana me gusta jugar al fútbol, con amigas. Lo tomo como un hobby.
-¿Tienen un equipo formado?
-Sí, pero todos me preguntan “para qué club”, pero no. Es un campeonato, con camisetas, árbitro y todo pero no es nada formal.
-¿Y el rendimiento?
-Bien. El último torneo lo ganamos. En este venimos palo y palo pero todavía tenemos tiempo para remontar. Estamos bien.
-El deporte siempre está presente en tu vida.
-Sí, me gusta. Desde chiquita siempre me gustó, hice cualquier cantidad de deportes.
-Tu hermano también se dedica al judo, ¿viene de familia?
-Él empezó conmigo y después abandonó. A él también le gusta el deporte pero juega paddle, fútbol, va al gimnasio no se dedica a algo específico. A mi papá también le gusta y a mi mamá la arrastré yo. La obligamos con mi hermano a hacer algo. Después tengo una hermana que le gusta la natación un poco.
-¿Es más difícil un examen en la facu o la final de un torneo?
-Cuando estoy en un torneo me gustaría estar estudiando y mientras rindo pienso que preferiría estar en un torneo. Es diferente. Uno sabe que en la facultad si estudias sabés que vas a aprobar, con más nota o menos nota. En un torneo depende del otro. Vos entrenaste, hiciste lo mejor posible pero quizás el otro entrenó más. Entonces nunca se sabe. Más menos son los mismos nervios.
Imagen Este año fue distinguida con un Olimpia por su desempeño. (El Gráfico)
Este año fue distinguida con un Olimpia por su desempeño. (El Gráfico)
-¿Los profesores te comprenden si tenés que viajar a algún torneo?
-Hace unos años quedé libre de una materia porque no podía ir a rendir y no me dieron otra posibilidad que recusarla. En ese momento, me dio bronca pero ese torneo, por el que falté, me permitió la clasificación a los Juegos. Se justificó. Ahora es más sencillo, me dan opciones. Quizás en lugar de tomarme escrito me toman oral otro día.
-¿Como se vivió tanta exposición mediática?
-No estaba para nada acostumbrada. Fue terrible. Volví y no paraba de sonar el teléfono. Para comer tenía que apagar el celular porque era todo el tiempo. Creo que ni una persona famosa está acostumbrada a eso. Mi papá me decía que vuelva de Beijing para encargarme de ese lío. Sabíamos que iba a pasar porque era el momento ese.
-¿Cuál es el balance del último mundial?
-Llegué mal desde el punto de vista anímico y encima no me apoyaron las decisiones arbitrales. Luché con una chica de Brasil, que estaba tercera en el ranking mundial, y en la página oficial decían que me había robado. Era muy buena pero yo sabía que le podía ganar. Volví con mucha bronca pero un poco se me fue pasando.
-¿Cómo te estás preparando para las próxima competiciones?
-La semana pasada volví de estar unos días en Brasil como parte del entrenamiento. La idea es ponernos bien para diciembre porque hay un torneo selectivo para los juegos ODESUR (sudamericanos) del año que viene que es importante y hay que ir.
-¿Estás de acuerdo con la designación de Río para el 2016?
-Sí, me pareció bien. En los torneos que pude ir a Brasil, cuidan todos los detalles y hacen que te sientas cómoda.
-¿Cuál es tu máximo objetivo de ahora en adelante?
-Nunca me pongo objetivos para no desilusionarme. Mi deseo, como el de todo deportista amateur, es llegar a los Juegos Olímpicos. Después si estás ahí te motivas y querés que te vaya lo mejor posible.

Por Gabriel Carrizo Koren