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De la mano de Martín

Cuando parecía que el partido terminaba igualado 1-1 apareció el héroe de la noche, Martín Palermo y clavó el 2-1. Ahora, hay que ir a Uruguay en busca del lugar en Sudáfrica.

Por Redacción EG ·

10 de octubre de 2009
La Argentina arrancó bien en el partido, sobre todo gracias a la movilidad de Pablo Aimar, y sus combinaciones con Messi e Higuaín. También fue bueno el aporte de Di María y Enzo Pérez, por las bandas. Pero a la hora de la definición y la puntada final no se fue efectivo. Higuaín tuvo dos y no pudo. Y la más clara fue un zurdazo de Messi, que se fue por muy poco.

Perú, se dedicó más a cortar y obstruir que a jugar. No llegó casi ninguna vez y trató de inquietar por el sector de Juan Vargas, que no pudo influir.

Imagen HEROE. Palermo y su loco festejo tras el gol del triunfo.
HEROE. Palermo y su loco festejo tras el gol del triunfo.
En la segunda etapa, luego de un remate de Vargas que dio en el travesaño, llegó el gol que tranquilizó a todos, por intermedio de Gonzalo Higuaín tras un pase punzante de Pablo Aimar. Sin embargo, a partir de ese momento el juego de los de Diego Maradona comenzó a decaer y Perú a crecer. Vargas comenzó a generar más juego y a generar más peligro por la banda izquierda.

Cuando parecía que la Argentina, a pesar de no haber jugado bien, se quedaría con el triunfo 1-0 llegó el baldazo de agua fría cuando el cabezazo de Rengifo decretó el 1 a 1 y la desilusión para Argentina. Pero en cancha estaba Martín, el héroe y guerrero de las mil batallas y epopeyas. Y en el último córner de la noche, luego de una serie de rebotes, apareció Palermo para darle el 2-1 a la Argentina y la alegria a todo un país.

Ahora, el miércoles, será la hora de jugar a muerte ante Uruguay para asegurarse un lugar en el Mundial de Sudáfrica.

Francisco Jáuregui