¡Habla memoria!

Piojo López: "Nunca me recuperé del duro golpe en el Mundial de Japón"

El ex delantero de Racing y la Selección no olvida los momentos vividos con las dos camisetas que aprendió a querer.

Por Redacción EG ·

21 de agosto de 2009

Nota publicada en la edición julio 2009 de la revista El Gráfico

-¿TE SENTIS cómodo jugando en la MLS o extrañás la alta competencia?
–La verdad es que me siento bien, muy a gusto. El primer año que estuve me sirvió para adaptarme a la vida en Estados Unidos. Vine con mi familia y al principio no fue fácil, pero ahora estamos acomodados. Mi nene va a un colegio de acá y le va tan bien que habla inglés mejor que mi señora y yo juntos. Además, estoy en un club como el Kansas Wizards, en el que hay mucha tranquilidad y se trabaja muy bien, lo que hace que sólo tenga que pensar en jugar. Así que estoy bastante contento con este presente.

Imagen El esfuerzo de siempre, tanto en Avellaneda como en Kansas.
El esfuerzo de siempre, tanto en Avellaneda como en Kansas.

-¿Qué tiene de particular el fútbol en los Estados Unidos con respecto a las otras ligas en las que jugaste?
-Es muy parecido al fútbol inglés. El juego es rápido y dinámico y la pelota pasa poco tiempo en la mitad de la cancha. Una particularidad es que no existe la concentración cuando se juega como local. Eso está muy bueno, porque a mi edad uno quiere disfrutar de la familia todo lo que sea posible. Lo único problemático son los viajes, ya que cuando toca jugar como visitante, los trayectos son de varias horas y se viaja siempre un día antes del partido y se regresa el día posterior. Volviendo al juego, reconozco que prevalece lo atlético por sobre la técnica, pero creo que poco a poco irá mejorando porque están llegando cada vez más jugadores de categoría.

-¿Después de haber jugado tanto tiempo en el fútbol de primer nivel mundial con todas las exigencias a cuestas, la MLS es la liga ideal para este momento de tu carrera?
-Sí, porque mi regreso a Racing fue muy traumático. Las cosas no me salieron para nada bien  y necesitaba relajarme, cambiar de aire. La posibilidad de venir acá surgió en el momento justo. En Kansas encontré la tranquilidad necesaria para pensar únicamente en jugar al fútbol. En Racing no podía. Era un desorden total y sufrí mucho.

-¿Qué explicación le encontrás al fracaso de tu segundo ciclo en Racing?
-Institucionalmente, Racing estaba pasando por un momento desastroso. Algo común en casi toda la vida del club, pero agravado. Había tantos problemas extrafutbolísticos que, aunque uno no quiera, terminan afectándolo. No por nada Racing está donde está, festejando salir de la promoción y el descenso directo. Me dio mucha tristeza no haber podido coronar mi carrera en la institución que me vio nacer. Me costó tomar la decisión de irme pero, sinceramente, no veía otra salida.

-¿Cuando ves jugar a la Selección, te provoca nostalgia?
-Sí, mucha. Viví muchas cosas tanto buenas como malas con la camiseta de la Selección. Me produce un cosquilleo interior cada vez que veo un partido, pero también soy consciente de la calidad de los jugadores que tiene y soy el primero en apoyar. Me encanta que le vaya bien a la Selección y a Maradona. Se lo merece por todas las cosas feas por las que pasó.

-Durante tu paso por la Selección siempre tuviste al lado a Batistuta o a Crespo. ¿Hoy falta un delantero de esas características?
-Depende de la manera que quiera jugar Diego. Igualmente, creo que en todos los equipos es fundamental un nueve de área. Pero no me disgusta para nada la forma de juego de la Selección. Creo que todos quisieran tener a Messi, Tevez y Agüero juntos en un mismo equipo y por suerte son argentinos y los podemos disfrutar nosotros.

-¿Hay algo comparable a jugar un Mundial?
-Es lo mejor que le puede pasar a un futbolista. Hay que estar ahí para darse cuenta de lo que significa representar a tu país en el torneo más importante. Uno llega a un Mundial con mucha ilusión de ganarlo y llevar la Copa a la Argentina; por eso, tortazos como el del Mundial 2002 duelen y mucho.

-¿Cuánto lloraste la eliminación de ese Mundial?
-Aun hoy la sigo llorando, porque fuimos con mucha ilusión. Ese equipo había generado una expectativa enorme en las Eliminatorias y llegamos a Japón como candidatos. Después del partido con Suecia, no entendíamos nada. Fue un golpe durísimo del que nunca pude recuperarme del todo.

-¿Te sorprende la estupenda campaña de Chile en estas Eliminatorias con Marcelo Bielsa?
-No me sorprende porque sé la forma de trabajar que tiene él. Sé lo compenetrado que es en su trabajo y es evidente que a los chilenos les cambió la mentalidad y la forma de encarar los partidos, sobre todo como visitantes. Creo que se va a clasificar bien para el Mundial.

-¿Te costó entenderlo a Bielsa o hubo conexión instantánea?
-Al principio, me costó entender lo que pretendía de mí. Marcelo planteó un sistema muy distinto al que teníamos cada uno en nuestros clubes en Europa. Nos pedía que nos sacrificáramos constantemente. Era un trabajo muy físico y costó acostumbrarnos. Pero cuando le agarramos la mano, logramos un nivel de juego muy alto, que nos dio sus frutos durante la Eliminatoria.

-¿En que Liga te sentiste más a gusto, la española o la italiana?
 -En la Lazio tuve el inconveniente de la lesión en la rodilla, lo que me impidió disfrutar a pleno mi etapa en el fútbol italiano. Es diferente una Liga de la otra. En Italia hacen mucho más hincapié en lo táctico. En cambio en el Valencia tuve muchas libertades para jugar y me fue realmente bien. En España disfruté del mejor momento de mi carrera. Y si no, que le pregunten a los del Barcelona, que cada vez que jugábamos les metía alguno que otro golcito, Ja!

-¿Cuando pasaste de Racing al Valencia, en 1996, pensabas que te iba a resultar tan fácil la adaptación?
-Siempre estuve convencido de que trabajando duro iba a lograr hacerme un lugar en Valencia. Igualmente el primer año me costó mucho. Era un mundo nuevo para mí y yo era chico. No sólo me tuve que acostumbrar al fútbol español, sino también a las costumbres, que son bastante diferentes a las de nuestro país.

-¿Qué jugador de la actualidad ves parecido a vos, en cuanto al juego?
– Me encanta Tevez. No sé si es exactamente en mi puesto donde mejor rinde, pero tiene una garra y un corazón enormes que le dan un plus extra. Deja todo en cada partido y sabe sacrificarse por el equipo. En eso es parecido a mí. También destaco a Rodrigo Palacio. Es rápido y difícil de marcar. Su posición en la cancha tiene que ver con la mía, cuando jugaba en la Selección.

-Nunca tuviste problema con ningún técnico. ¿Te aguantaste mucho las ganas de confrontar a veces?
-Siempre entendí que el camino de la confrontación no era el adecuado. De cada técnico traté de rescatar lo positivo. Sabía que yo tenía que ganarme su confianza trabajando. Tuve entrenadores muy distintos entre sí, como Bielsa, Passarella, Ranieri, Cuper, y siempre me adapté a lo que pretendía cada uno. Nunca fui un jugador conflictivo. Si no polemicé fue porque siempre entendí que yo en grupo estaba para sumar y no para restar.

-¿Cuánto más tenés pensado jugar?
-Hasta diciembre de este año, seguro. Después veremos. Todo depende de cómo esté físicamente. Si me siento bien analizaré si me quedo en Kanzas o en el caso de haber otra oferta, la estudiaré.

-¿Y después, se viene un Piojo López DT?
-No, no está en mis planes. Bastante viví del juego. Cuando me retire, me desenchufaré definitivamente.

Silbidos malditos
CLAUDIO LOPEZ y Juan Sebastián Verón tienen varias cosas en común: una carrera exitosa en Europa y un largo paso por la Selección Argentina. Pero también comparten el duro recuerdo de haber sido hostigados por los propios hinchas argentinos en la cancha de River, en momentos distintos. El Piojo recuerda con tristeza aquellos días: “Algunos me puteaban en las Eliminatorias del 98 y me molestaba, porque uno puede tolerar y entender que lo hagan los de la hinchada rival, pero que te insulten los propios argentinos es incomprensible. No me quedaba otra que tener que mentalizarme en mi juego y escuchar las tribunas lo menos posible. Porque decir que uno no escucha nada, es absurdo”.

Al haber pasado por la misma situación, a López le duele que su amigo Verón afronte lo mismo, cada vez que juega con la Selección en cancha de River. “Verón ha trabajado mucho y le salieron las cosas demasiado bien en Estudiantes como para no volver a la Selección con bombos y platillos. Debería estar disfrutando de este momento tan merecido, y no tener que bancarse los silbidos de muchos argentinos”, afirma el Piojo.

Por Pablo Cancio

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