¡Habla memoria!

1995. La polémica rosa

En el 100X100 de Passarella de 1995, El Kaiser respondió que no convocaría a un homosexual a un equipo. La respuesta acarreó un intenso debate de un tema que, aún hoy, sigue siendo tabú en el fútbol masculino.

Por Redacción EG ·

19 de marzo de 2019

Una respuesta de Daniel Alberto Passarella a EL GRAFICO provocó la inmediata reacción de las entidades que reúnen a los gays en la Argentina. El tema encendió un inusitado revuelo a nivel nacional que todavía no se agota.

"No sé si tengo que contestar... No estoy con tiempo para responder estupideces". El jueves 13 de julio la habitual conferencia de prensa del entrenador de la Selección Argentina se encontró con una mezcla de temas. En realidad, uno se disfrazó de intruso: la acusación realizada por Carlos Jáuregui acerca de la existencia de un homosexual en el equipo. Y a Daniel Passarella no le gustó nada. Primero aclaró: "Me preguntaron si convocaría a un jugador homosexual y dije que no. Porque es un gusto personal. Como por ahí no me gusta un jugador demasiado alto..." Y siguió: "Este es un país democrático y yo no estoy en contra de los gays, simplemente que en mi trabajo no lo permitiría. Y si yo fuera jugador de la Selección, tomaría medidas contra la denuncia de este señor: no se puede acusar sin tener pruebas. Pero no quiero responder más sobre esto, prefiero hablar sobre fútbol. Hablemos de fútbol, muchachos..." Y cerró el tema, pero no su bronca.

 

Imagen La respuesta que trajo polémica.
La respuesta que trajo polémica.
 

Cuando Daniel Alberto Passarella respondió con un simple y rotundo NO la pregunta número 73 de las 100 a las que lo sometiera EL GRAFICO (ver la edición N° 3952), estaba lejos de suponer que desataría una polémica. Contestó sin hipocresía cuando le hubiera resultado más fácil recurrir a ella o, por lo menos, a cierta expresión diplomática. Dijo que no convocaría a un jugador homosexual a la Selección Argentina.

Algunos días después sorprendió la reacción de la CHA y otras sociedades protectoras de gays con un comunicado de prensa condenatorio de la posición de Passarella, considerada "discriminatoria". Este término es utilizado con llamativa ligereza por organizaciones que, por defender sus libertades, suelen no respetar las libertades ajenas.

El tema levantó tal polvareda que ningún medio la dejó pasar por alto, lo que favoreció claramente a la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y sus asociados, quienes no pierden oportunidad para ganar prensa toda vez que esto les resulta posible. De tal modo creen que hacen respetar sus principios y, de paso, saltan al centro de la escena, lo que fortalece notoriamente su ego.

Imagen Gol de penal a Francia en el Mundial disputado en Argentina en 1978.
Gol de penal a Francia en el Mundial disputado en Argentina en 1978.

Passarella, en cambio, ratificó sus dichos con el frecuente malhumor que lo asalta, en medio de una conferencia de prensa rumorosa realizada en Paysandú. Concentrado como estaba en tal momento con la Copa América, puede admitirse su molestia por tener que recurrir a una respuesta que había dado dos semanas antes, cuando su limitada paciencia admitía algunos embates.

La ratificación passarelliana provocó alegría en las huestes gay organizadas, ya que les permitiría continuar con la función. De esa manera, recobró notoriedad la figura de Carlos Jáuregui, quien abundó en consideraciones grandilocuentes hacia Passarella.

Tal como otros, gays confesos o reprimidos, heterosexuales de criterio amplio, no se limitó a calificarlo de "discriminador", sino que lo comparó con ciertos monstruos de la historia universal, como los militantes del "fascismo", quienes en verdad cometieron algunas tropelías mayores que esta inofensiva declaración del técnico de la Selección Nacional.

Imagen Passarella dirigió a la Selección Argentina en el Mundial de Francia 1998.
Passarella dirigió a la Selección Argentina en el Mundial de Francia 1998.

Mientras la situación da para tener que soportar chistes de la peor estirpe revisteril e interpretaciones psicoanalíticas tediosas, es posible reflexionar para ayudar a esclarecer.

Nadie teme que un jugador gay provoque estragos bajo las duchas, ni intente violar sábanas en lujuriosas noches de concentración. Esta sería una subestimación inaceptable.

Pero Passarella advierte el sentido machista de la enorme mayoría de los jugadores de fútbol, conoce a fondo sus códigos cerrados y especiales, sabe de qué y cómo hablan, podría repetir de memoria sus bromas. Podría afirmarse que un homosexual confeso (si no procediera como tal nadie lo advertiría) chocaría drásticamente con las conductas habituales de los futbolistas y esto generaría un problema de improbable solución.

El técnico no discrimina, selecciona. Y tiene todo el derecho de hacerlo. Que nadie se alarme. Llamaría a negros y judíos si respondieran al perfil de jugador que él prefiere. No convocaría homosexuales porque sabe que genera-rían problemas habida cuenta la mentalidad de los futbolistas.

Por las dudas, sería bueno recordar las declaraciones de algunos integrantes del Seleccionado, para comprender que, hoy por hoy, dominan ampliamente los conceptos heterosexuales, en franca oposición a la hostilidad de Jáuregui y sus muchachos.

Y, en verdad, la misión de Passarella está limitada a la conducción del equipo y no a la reeducación sexual de sus componentes.

 

ALDO PROIETTO

Notas: MARTIN CASULLO

Fotos: EDUARDO FORTE

 

¿USTED TENDRIA UN JUGADOR HOMOSEXUAL?

• VICENTE CAYETANO RODRIGUEZ (Banfield): "No me molesta tener un homosexual en el equipo si juega bien y no perturba la convivencia... Ahora, si empieza a hacer mariconadas..."

• SILVIO MARZOLINI (Boca Juniors): "No me planteo esta situación porque en la realidad no he conocido casos. Pero si en mi plantel hay una relación homosexual y esto me perturba la convivencia del grupo, lo aparto".

• MIGUEL ANGEL LOPEZ (Independiente): "No contesto sobre ese tema".

• EDUARDO LUJAN MANERA (Estudiantes de La Plata): "En 21 años como técnico nunca tuve un caso así. El día que me suceda lo voy a analizar bien a fondo".

• RODOLFO DOMINGO MOTTA (Ferro Carril Oeste): "A mí me tocó tener un jugador homosexual cuando era técnico de Platense en el '85. Confirmé mi sospecha cuando salió en la tapa de una revista -tipo 'Playboy'- y decidí desafectarlo del plantel..."

• FRANCISCO FERRARO (Gimnasia y Esgrima, Jujuy): "No tendría un homosexual en el plantel".

• JORGE RAUL SOLARI: "Estudiaría el caso a fondo: qué tipo de futbolista es y qué clase de problema podría traer como persona al grupo. De ello depende que lo convoque o no".

• JORGE CARLOS HABEGGER (Huracán): "No lo aceptaría".

• HECTOR DONSANTI (Newell's Old Boys, Rosario): "No tendría problema en permitir la incorporación de un jugador homosexual, siempre y cuando no afecte la conducta del grupo. Soy respetuoso de la vida privada de cada persona, pero con el límite indicado: si perjudica la relación del plantel, no lo acepto".

• HECTOR RAUL CUPER (Lanús): "No me interesa contestar sobre el tema".

• JORGE PEDRO MARCHETTA (Racing Club): "Si juega bien y se comporta como corresponde, no tendría ningún problema. No se puede discriminar. Además, ¿cómo voy a dejar a un tipo si hace tres goles por partido? No se lo voy a dar a Independiente, ¿no?".

• RAMON ANGEL DIAZ (River Plate): "Prefiero no contestar".

• ANGEL TULIO ZOF (Rosario Central): "Es un tema delicado para contestar en caliente. Supongo que la respuesta la tendré cuando me toque vivir esta situación. Hay que analizar muchas cosas para tomar una decisión".  

• CARLOS BIANCHI (Vélez Sarsfield): "No me interesa contestar sobre este tema".

 

Imagen Carlos Bianchi
Carlos Bianchi
 

• MIGUEL ANGEL TOJO (director de las inferiores de Ferro): "No me gustaría tener un homosexual en mis equipos. El fútbol es una actividad muy específica, donde hay concentraciones, tareas físicas en conjunto, duchas colectivas. En cualquier momento tendría un conflicto".

 

EN EL FÚTBOL TAMBIÉN HAY HOMOSEXUALES Por Carlos Jauregui (Director de GAYS POR LOS DERECHOS CIVILES.)

Resulta difícil hablar de fútbol cuando no es el juego el que nos lleva al comentario. Pero, como siempre, la noticia acapara todos los frentes de ataque y nosotros, los gays, iniciamos el contragolpe. Nos parece un horror las declaraciones de Daniel Passarella, por eso nos preguntamos: cuando el técnico selecciona quiénes van a integrar su plantel, ¿les pregunta sobre su condición sexual? ¿Les revisa el cuerpo? Si es así, entonces estaría discriminando y realmente no pretendemos que alguien que guíe a nuestra Selección Nacional sea un violador de los derechos humanos. Aunque más hipócrita nos resulta que nadie hable sobre la verdad: "En el fútbol hay homosexuales".

¿Casos? Ruud Gullit, de la selección holandesa, que se fue a vivir con un hombre, recordemos que dijo: "Quiero mucho a mi mujer y a mis hijas, pero estoy enamorado de él". Leandro y Renato, el primero excluido de la selección brasileña; el segundo que sostuvo que si Leandro no era reincorporado él se iba, y se fue. El año pasado, el Indio Solari reconocía: "Hay homosexuales en el fútbol".

Sabemos de varios jugadores que se "escapan" de sus concentraciones hasta un conocido boliche gay en busca de distracciones y también claro, de sexo.

 

Imagen CARLOS JAUREGUI
CARLOS JAUREGUI
 

Si hay en la Selección jugadores gay no tiene que importarle a nadie. Lo que sí debería importar es la discriminación por orientación sexual que practica Passarella.

El fútbol es de hombres, dicen. Los gays también somos hombres. En general, coincidimos en que Passarella es lo mejor que pudo pasarle a la Selección desde Bilardo.

Podríamos enumerar hasta el hartazgo casos de homosexuales en el fútbol, pero no nos interesa comprometer a nadie, porque sabemos que eso les arruinaría el futuro. Pero es esa la realidad que indigna más. Que se prefiera el silencio, la mentira, la hipocresía de tantos. Ocultar la VERDAD nunca es mejor. A los homosexuales no se nos ayuda escondiéndonos. El presidente de la Nación, Carlos Menem, comprendió esto en medio del debate generado. "Sería bueno un sinceramiento", dijo. Mayor visibilidad ayudaría a la sociedad a respetar y entender. No vamos a provocar (ni nuestra política, ni nuestra ética lo permiten) que se quiten las máscaras, pero sería fantástico que, como ya lo hicieron Martina Navratilova, Greg Louganis (medalla de oro en saltos ornamentales en los Juegos Olímpicos) y tantos otros deportistas siguieran ese camino.

En un matutino apareció un comentario sobre la polémica desatada que decía: "sin importar que el arquero se pinte los labios". Estamos seguros que el día en que el eufórico hincha, el apasionado seguidor de nuestra Selección, no tenga en cuenta que un arquero con los labios pintados salga a jugar un partido, ese día ya no existirá la discriminación a las minorías. Sería un día inmensamente feliz para todos.

 

 

El Gráfico 1995