(sin categoría)

Ariel Scher

El hombre de Clarín nos cuenta sus inicios en la profesión y expone la idea de cambiar para mejor un pedacito de mundo.

Por Redacción EG ·

07 de noviembre de 2008
Noviembre 2008
1) ¿Te creés un especialista en materia de deportes?
No sé si la expresión es un especialista. Diría que el deporte es el campo que concentra mi mayor ejercicio de observación profesional y, con frecuencia, personal.
2) ¿Cuándo sentiste que el periodismo era tu vocación?
Me cuesta establecer un momento en particular. Siempre me gustó buscar historias y contarlas. Y en eso trato de estar todavía.
3) ¿Cuál fue tu primera experiencia en el oficio? ¿Qué edad tenías y cómo era tu vida en ese tiempo, tus anhelos?
Mis primeras experiencias fueron publicaciones con mis compañeros de curso del Círculo de Periodistas Deportivos cuando tenía 18, 19, 20 años. Las recuerdo como construcciones muy felices que seguiría haciendo con todo gusto ahora mismo. Esas revistas ocupaban un tiempo y un espacio central en mi vida mientras trabajaba, estudiaba y no paraba de leer a periodistas que escribían muy bien.
4) ¿Cuál fue el trabajo que más placer te dio hacer? Además, ¿cómo es ese sueño de cambiar para mejor aunque sea un pedacito del mundo desde una nota, que siempre remarcás?
Muchas notas me dieron y me dan placer. Creo que, en tren de elegir, los más placenteros son esos trabajos en los que la oportunidad de cambiar un pedacito del mundo se hace más nítida. Contar las historias de los deportistas secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura militar, por ejemplo.
5) ¿Quiénes fueron tus referentes, los tipos que vos leías cuando eras chico?
Montones de compañeros que me hacían pensar, saber y emocionar con sus textos. Haría falta una nota entera para mencionarlos a todos. Una referencia básica e histórica, entre muchísimas, es Dante Panzeri.
6) ¿Cómo es el trabajo previo para escribir "De Rastrón", la columna del domingo en Clarín?
"De Rastrón" es una columna que sale cada domingo en Clarín y, por suerte, así como hace unos años algunas de esas historias fueron compiladas en un libro que se llama "Wing Izquierdo, el Enamorado", ahora otras de esas historias, sumadas a unos cuentos más largos que no había publicado, le dieron forma a otro libro: "Fútbol en el Bar de los Sábados". Escribir esas historias es el resultado, mejor o peor, de tratar de andar mirando el mundo y de permitirse, por intermedio del fútbol el ejercicio de la imaginación y la reflexión.
7) ¿Qué libros te marcaron de por vida?
No sé si elegiría títulos, pero estoy seguro, en cambio, de que lo que me marcó de por vida es leer libros. Leer -libros u otras cosas- es una aventura que no puede no marcarte la vida.
8) ¿Cómo combinás la literatura y el estudio del fútbol cómo fenómeno social?
Creo que la combinación entre literatura y fútbol flota, está en el aire y está en el suelo. El fútbol es un juego que habilita casi todo. La escritura, también. A veces la literatura es otro modo de jugar y a veces el fútbol es una colección de historias que andan esperando gente que las cuente. Me parece lógico que se crucen. Por lo demás, los estudios del fútbol como fenómeno político y social representan otro campo de reflexión y de investigación en el que, por suerte, cada vez más gente ingresa sin prejuicios para tratar de comprender al juego, a la realidad social y a la condición humana.
9) ¿Te sentís un referente para los periodistas más jóvenes que vos?
Lo que sé es que tengo compañeros y amigos más jóvenes y también más grandes con los que nos referenciamos de modos múltiples. Quizás todos aprendemos de todos los que tienen disposición y saberes para enseñarnos. Aprendemos lo que nos parece que hay que hacer y, claro, lo que no hay que hacer.
10) ¿Cómo ves la evolución del Apertura? ¿Qué jugador y equipo te gustó más? Y, ¿cuáles te sorprendieron?
Veo al Apertura como un torneo previsiblemente irregular, ya que los equipos se arman y se desarman muy rápido y es difícil construir identidades y desarrollos constantes. Más allá de la condición siempre potencialmente cambiante del fútbol, esa variable suele hacer que los torneos argentinos tengan equipos en frecuente vaivén. En ese escenario, el fútbol de la Argentina, que vive empujando figuras hacia el exterior, siempre nos da sorpresas porque surgen chicos que no estaban ni cerca de la notoriedad e impresionan por las cosas que hacen, como Viatri, como Salvio, como muchos más, aunque luego resta ver si se consolidan.
11) Hoy, ¿en qué lugares encontrás la esencia del juego dentro del espectáculo y del show del fútbol?
El fútbol sigue impulsando sueños personales y sueños compartidos en cada ilusión de partido y en cómo esa ilusión moviliza el corazón de los que juegan y de los que miran. Creo, además, que, aunque envuelto en negociados y en mugres múltiples, el fútbol sigue abasteciéndonos de identidades y de rituales muy fuertes y muy queribles. Ir a la cancha con los hijos, los padres, los amigos o cualquier otro afecto potente continúa siendo una oportunidad de llenar nuestras horas con vida y con ternura.

Roberto Parrottino