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Fútbol (americano) para todos

La disciplina que reina en los Estados Unidos se está activando en nuestro país. ¿Quiénes lo juegan? ¿Dónde lo practican? ¿Cuánto cuesta? Los esfuerzos para impulsar una asociación nacional. Las dificultades para conseguir el equipamiento. El choque internacional de todos los años. El desafío de los próximos tiempos.

Por Redacción EG ·

12 de octubre de 2013
      Nota publicada en la edición de octubre de 2013 de El Gráfico

Imagen UNA INTENSA ESCENA de un duelo entre Argentina (Halcones) y Uruguay (Charrúas) por el Tazón de Plata.
UNA INTENSA ESCENA de un duelo entre Argentina (Halcones) y Uruguay (Charrúas) por el Tazón de Plata.
CADA VEZ SON MAS. Ya no extraña verlos por aquí con sus cascos, dándose topetazos y derrochando mucha energía. Están jugando al fútbol americano, una disciplina con raíz estadounidense, que desde hace casi 10 años se practica en la Argentina. Lenta, pero firmemente, este deporte logró captar la atención fuera de los Estados Unidos, sobre todo en México, Canadá y Alemania. Y ya está evolucionando de manera muy interesante en nuestro país.

Actualmente existen dos ligas consolidadas en las ciudades de Buenos Aires y Córdoba. En tanto, en Rosario, la primera temporada oficial comenzó hace semanas. En Mendoza, un grupo ya empezó a dar los pasos hacia la consolidación. También hay proyectos en Tucumán, Bahía Blanca y Concepción del Uruguay. La actividad gana adeptos año tras año y se juega en los meses de otoño e invierno, como en América del Norte.

Los pioneros en el país fueron los creadores de Football Americano Argentina (FAA), la entidad que organiza y regula el juego en la Capital Federal. En 2004 iniciaron el recorrido. “Un grupo de chicos que jugaban flag football (versión sin contacto y sin equipamiento) quiso dar el paso siguiente y jugar como veían en la tele. Así que se organizaron, y comenzaron a entrenar por su cuenta y a convocar gente”, afirma Hugo Ferreyra, encargado de prensa de FAA. La liga porteña cuenta con seis equipos de mayores: Tiburones, Osos Polares, Cruzados, Jabalíes, Corsarios y Legionarios. Además, hay tres conjuntos integrados por juveniles de 15 a 19 años. Unos 250 deportistas practican este fútbol en Buenos Aires. El lugar de encuentro es el club Comunicaciones.

Por su parte, Córdoba Football Americano (CFA) fue fundada en 2006. Tres formaciones disputan el campeonato: Centauros, Coyotes y Dragones. Unos 60 futbolistas juegan en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba. “Se empezó en abril de 2006 y no sin varios inconvenientes por superar, como, por ejemplo, ¡conseguir pelotas! Un proyecto al que muchos miraban con escepticismo, pero que finalmente se pudo plasmar”, rememora Fernando Rodríguez, ex presidente de CFA.

Como en el fútbol asociación, se juega de 11 por lado (ver recuadro), pero también se puede competir nueve contra nueve, siete contra siete o cinco contra cinco. En Buenos Aires se juega con nueve por lado, con 35 deportistas por convocatoria como máximo, y en La Docta con siete por lado, con 20 por formación.
Las reglas son complejas. Dirigir no es fácil. “Tenemos un cuerpo arbitral y un tribunal de faltas. Los árbitros, en su mayoría, son jugadores”, asegura Ferreyra. “De a poco se plasmaron proyectos para sumar más gente a estas tareas y fundamentalmente para capacitarlas”, dice Rodríguez. Por cuestiones lógicas, el nivel de juego en la Argentina es inferior al que se observa en las transmisiones internacionales.  “Estamos varios escalones por debajo de los Estados Unidos y México –otro país con gran desarrollo–. Son naciones con más de un siglo de práctica. Nosotros estamos en los albores del deporte”, analiza Hugo.

Imagen EL EQUIPO CORDOBES de Dragones, animador del torneo de la CFA.
EL EQUIPO CORDOBES de Dragones, animador del torneo de la CFA.
EQUIPAMIENTOS INDISPENSABLES
Por otro lado, uno de los inconvenientes para salvar es el equipamiento. “Un casco vale 200 dólares; una hombrera, 60; una camiseta cuesta 17 dólares en los Estados Unidos. En total son unos 300 dólares. A eso hay que agregarle costos de importación”, afirma Jorge Mardenlli, responsable de la Rosario Football League (RFL). “Nosotros, como liga, compramos los equipos para que la gente, pagando una cuota de 100 pesos por mes, pueda jugar este año”, agrega. Por ser un mercado chico, hay muy pocos fabricantes argentinos de estos elementos indispensables. “La mayoría se ha importado de Estados Unidos. Nuestra idea es apostar a proveedores locales, y que ellos también aprendan y vayan mejorando la indumentaria”, afirma el ex presidente de CFA.

En Rosario se juega flag desde 1993. Se practica en el Club Fábrica de Armas Domingo Matheu. En 2013, la RFL hizo dos campamentos (etapa de preparación) previos al torneo. El primer partido oficial estaba previsto para los últimos días de septiembre (al cierre de esta edición). Hay tres conjuntos ya formados: Celtas, Orcos y Espartanos. “Serán partidos de seis contra seis con uniformes completos”, asevera Mardenlli, ex jugador de Cruzados y Halcones, el seleccionado nacional.

En Mendoza, unas 15 personas juegan en el parque General San Martín flag con contacto pleno y contacto sin equipamiento. “Hace varios años existió un grupo de chicos que armaron un par de equipos y realizaron un mini campeonato, disuelto dos años después. Este nuevo foco de interés se inició en febrero de 2012. En este año y medio nos hemos relacionado con FAA y también con la LCFA (Liga Chilena de Football Americano), que vino a hacer una clínica en noviembre. Desde ese momento, nuestra relación ha sido muy productiva con viajes y capacitaciones de entrenadores que jugaron en las universidades de Estados Unidos”, explica Gabriel Arnijas, referente de Libertadores, nombre de la asociación mendocina.

Sin los elementos de protección, el fútbol americano es impracticable. Es un deporte con un gran rigor físico. “Se puede pegar por más que no tengas la pelota. Se puede bloquear y te vienen de todos lados. En el fútbol americano hay un contacto muchas veces inesperado y más fuerte que el rugby, porque uno va siempre a máxima velocidad”, comenta Pablo Vincenti, jugador de Coyotes. Leonardo Schmid, veterano de Corsarios, remarca: “El contacto nuestro es pleno. Hay golpes de cabeza contra cabeza, por eso se usan cascos. Son golpes más fuertes porque se tiene el equipamiento para hacerlo. Se embiste con todo el cuerpo, y también con el casco”.

Las lesiones son frecuentes en esta especie de batalla con reglas. “Es un riesgo, hay posibilidad de lesionarse o quebrarse. No pasa seguido, pero puede suceder”, comenta el hombre de Coyotes. “Cuando empezó el fútbol americano en los Estados Unidos, las lesiones más graves eran de columna, justamente por el mal tackle. Nosotros hacemos hincapié en la preparación física y en la parte teórica. Los jugadores nuevos tienen que cumplir 10 semanas de campamento para que se los inserte en la competencia. Se les enseña todo el deporte en detalle para que estén preparados para jugar”, enfatiza Schmid. “Todos deben tener el estado físico suficiente como para bancarse los golpes”, remarca Mardenlli.

LA COMPETENCIA NACIONAL
Los lazos entre las distintas asociaciones regionales crecen paulatinamente. Ya se disputaron tres encuentros anuales entre los seleccionados de CFA y FAA. Siempre con victorias del combinado porteño, Patricios, sobre el cordobés, Aguilas. Rosario ya tiene nombre y camiseta para su selección: Samuráis, de casaca negra. Debutará oficialmente ante Aguilas en noviembre.

¿Es posible una liga nacional? “Estamos en camino. De hecho, asistimos a cada una de las regiones interesadas en desarrollar esto. En Rosario, Córdoba, Bahía Blanca y Entre Ríos están entusiasmados, tenemos reuniones y les damos todo el know-how nuestro para que ellos puedan replicar lo que hicimos en Buenos Aires”, contesta Schmid.

“¡Sería llegar a lo más alto del fútbol americano en la Argentina! Impensado por ahora”, contesta Vincenti. Ferreyra, por su parte, opina: “El problema de encarar un proyecto como ese son las distancias, el costo de los viajes, los problemas de calendario. Es un deporte amateur, la gente ya hace bastante equilibrio para meter las prácticas y los partidos de FAA en sus vidas, como para contemplar esos viajes. Lo que se estudia es un triangular entre los equipos campeones de las tres ligas, en un futuro cercano, dado que Rosario todavía está en formación”.

Desde Cuyo también apoyan la iniciativa. “La idea de un torneo nacional no está tan lejos si tomamos como ejemplo la metodología usada por la liga chilena, donde cada equipo juega un partido al mes. Un mes jugaría de local y al otro de visitante –comenta Arnijas–. De esa manera se estaría viajando cada dos meses y no sería tan difícil de sustentarlo económicamente”. En tanto, Rodríguez afirma: “Todos sueñan con algo así, y no sólo de estos tres lugares, quizás algún día podamos sumar a Mendoza, Tucumán, San Luis… Suena lejano, pero cada día hay más gente interesada y... ¿por qué no?”.

¿Por qué no?, dicen muchos con cascos y hombreras. “Empezó con cuatro, cinco locos golpeándose en una plaza y hoy tenemos una liga que funciona muy bien”, dice Schmid sobre FAA. ¿Por qué no jugar en la Argentina y soñar con hacer un touchdown en la final de la NFL, el Super Bowl?

Imagen UNA PATADA a los postes en un partido de la liga capitalina.
UNA PATADA a los postes en un partido de la liga capitalina.
LAS REGLAS DEL JUEGO
GENERALIDADES
El juego comienza con la patada inicial. El equipo al que le otorgan la posesión tiene cuatro oportunidades para avanzar el balón 10 yardas hacia la zona de anotación rival; o lo que faltare para la zona de anotación si la recibe a menos de esa distancia de dicha zona. La defensiva del otro equipo es la encargada de limitar el avance. Existen dos formas de avanzar el balón: corriendo, cuando un jugador avanza con el balón desde detrás de la línea de golpeo; la otra opción es por aire, cuando un jugador que se encuentra detrás de la línea de golpeo, generalmente el mariscal de campo, le pasa el balón a otro jugador que se encuentra adelante de la misma línea. La jugada comienza con el saque y concluye cuando el jugador que posee el control del balón es tackleado, o es sacado fuera del terreno de juego; o por un pase incompleto (cuando un intento de pase sale fuera del terreno sin control o toca el suelo antes de que sea atrapado); también si la pelota sale fuera del terreno sin control. La siguiente jugada comienza desde el lugar donde concluyó la jugada anterior. Puede ocurrir: a) que la ofensiva avance en cualquiera de las cuatro oportunidades hacia la siguiente zona de 10 yardas, caso en el que se le otorgan otras cuatro oportunidades para avanzar nuevamente otras 10 yardas. b) Que la ofensiva no avance las yardas necesarias, caso en el que pasa a la siguiente oportunidad. Si no lo hace en su última oportunidad, o sea la cuarta, cede la posesión del balón al equipo contrario.

ANOTACIONES
Touchdown ofensivo, 6 puntos (similar al try en rugby): un jugador de la ofensiva entra a la zona de anotación del equipo contrario con la posesión del balón, ya sea por una jugada de pase o de corrida; o un recupero de balón suelto (la pérdida de control del balón antes de que concluya la jugada). No es necesario apoyar el balón en la zona de anotación.

Safety, 2 puntos: un jugador defensivo tacklea al portador del balón del equipo ofensivo en su propia zona de anotación.

Gol de campo, 3 puntos (similar al penal de rugby): un jugador patea el balón entre los postes en cualquiera de las oportunidades con las que cuentan para avanzar el balón.

Punto extra, 1 punto (similar a la conversión de rugby): luego de anotar un touchdown.

Intento de dos puntos, 2 puntos: un segundo touchdown posterior al primero.

CAMPO DE JUEGO
Una superficie de 50 yardas de ancho por 100 yardas de largo con dos zonas de anotación de 10 yardas. Los postes tienen forma de “Y”. La barra horizontal está a 3 metros del piso y entre los dos postes verticales hay 5,64 metros. Los palos se elevan como mínimo 9 metros arriba de la barra horizontal. Los dos postes están ubicados sobre la línea de pelota muerta.

JUGADORES
La modalidad de juego es de 11 contra 11. El plantel está compuesto por 54 jugadores activos, ya que cuenta con especialistas para diversas características del juego.

TIEMPO DE JUEGO
Cuatro cuartos de 15 minutos con un entretiempo de 12 minutos. Cada equipo tiene tres tiempos muertos por mitad.

Por Hernán Alvarez