¡Habla memoria!

Los halves derechos (1920-1931)

Sigue la saga de los grandes cracks de nuestro fútbol por Chantecler. En esta entrega el maestro destaca y describe a los principales mediocampistas derechos de la tercera década del siglo pasado.

Por Redacción EG ·

07 de enero de 2019
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LOS GRANDES CRACKS DE NUESTRO FÚTBOL

Desde Matozzi y Médice hasta Santamaría y Viola, la tercera época no se caracterizó por la abundancia de buenos halves derechos. 

Así como entre los arqueros y los backs vimos desfilar en nuestros recuerdos de la tercera época a figuras de gran relieve, también las hubo entre los halves, por más que cada vez que alcanzábamos en el deporte el más alto grado de perfeccionamiento, la tarea de los que integran la línea media fué haciéndose más activa y difícil.

Sin embargo, muchos fueron los players que dejaron hondas huellas de su paso por los fields actuando como halves; pero más numerosos fueron los izquierdos que los derechos, y más aun los que se desempeñaron en el centro de la línea. Se debe esto, probablemente, a que hubo hombres de Larga actuación y tan indiscutidos, que acapararon para sí la atención de los aficionados de la época y la permanente designación en los equipos representativos.

Deben contarse entre las figuras de primera línea a Matozzi, Medice, Taramasso, J. Evaristo, Bartolucci y Santamaría, y luego, como muy estimables, a J. B. Pérez, Manfrín, Bruzzone, Bassadone, Gobbí, Sánchez y Viola.

Imagen Médice, Bartolucci y Evaristo
Médice, Bartolucci y Evaristo


 

HABLEMOS DE MATOZZI Y MÉDICE

Ernesto Matozzi a quien recordé como una de las grandes figuras de la segunda época en sus postrimerías, fué en la iniciación de la tercera, crack de absoluto relieve en la Amateurs, donde formó parte de un terceto que adquirió alta fama: Matozzi, García y Célico. Ya me he referido en su oportunidad a las cualidades que distinguían el juego eficiente, sobrio y segurísimo de este notable jugador que en sus tareas comerciales-deportivas, de empleado pasó a patrón, y de fumador de toscanos a suaves y aromáticos habanos.

Imagen Ernesto Matozzi
Ernesto Matozzi


Segundo Médice formó parte de esa pléyade de jugadores que se destacó en las filas de Atlanta y Boca Juniors, con una visión certera, consiguió para integrar un conjunto que se fue haciendo famoso, conquistó numerosos campeonatos y llegó a la cumbre de la época, aunque no de una manera tan absoluta como lo habían sido Racing y Alumni en las suyas, porque cada vez las fuerzas de los clubs grandes se fueron haciendo más equilibradas. Médice era algo grueso y bajo de talla; su figura no impresionaba favorablemente corno para asignarle un papel destacado en el deporte, pero en cuanto se le veía actuar con notable dinamismo, variedad de recursos en el quite, certero en el pase y oportunísimo en la colocación, entonces crecía y se agigantaba su menuda talla. Pilé el inseparable compañero de Bidoglio, con quien se entendió a las maravillas y fueron muchas las veces en que la alternativa del juego nos mostró a Bidoglio intentando el quite a un forward y a Médice efectuando el rechazo de última instancia frente a su arco en peligro. Participó en múltiples equipos representativos en matemática regularidad, frente a los uruguayos en los campeonatos sudamericanos, y en los campos europeos

Imagen Segundo Médice
Segundo Médice
Imagen Roberto Taramasso
Roberto Taramasso
TARAMASSO Y EVARISTO

Taramasso fué un atlético jugador de River Plate, de una resistencia y entusiasmo a toda prueba, que habrá dejado algo que desear en depuración técnica, pero que, por su firme voluntad, su acción segura y valiente, se constituyó en una de las columnas de su team, ya sea defendiendo los colores del club o la casaca nacional. En esta última fué el sustituto de Matozzi.

Juan Evaristo, a la inversa del anterior, no tenía nada de atlético, pero agilísimo y habilidoso, poseía toda la astucia y espectacularidad por las que tanta predilección muestran nuestros aficionados. Aunque un tanto débil, y de juego limpio, se mostró siempre valiente en las luchas fuertes que no convenían a su físico ni a su tipo de juego, y participó en campeonatos sudamericanos, olímpicos y mundiales, consagrándose como uno de los hombres más valiosos en su puesto. Era el autor de la conocida jugada "La marianela" que consistía en avanzar con la pelota para detenerse de improviso y girando el cuerpo al mismo tiempo que el pie, impulsar la ball en sentido contrario, jugada espectacular y eficiente para burlar al contrarío.

 

BARTOLUCCI Y PÉREZ

Bartolucci, cuyas primeras armas las realizó en Sportivo Buenos Aires de compañero con Orlandini, y que culminó su carrera actuando en Huracán, fué un half muy dinámico y habilidoso, que se distinguió en el perfeccionamiento del juego de cabeza que antes hablan utilizado Benincasa y Ferro. Ese juego, en el que Bartolucci se popularizó y dejó hondos recuerdos, se llama "la palomita", y consiste en arrojarse en dirección a la pelota como en vuelo planeado para rechazarla de cabeza, aunque a veces venga baja, a menos de un metro de altura. En un mismo match repetía cinco, seis y hasta diez veces "la palomita" y en todo caso el rechazo era certero, eficaz, infalible.

Imagen Juan Evaristo
Juan Evaristo


J. B. Pérez formó parte del team de Independiente y era un player esencialmente científico. De quite seguro y sobrio, colocación exacta y un sentido de apoyo notable. Este jugador habría sido una de las más grandes figuras en su puesto de todos los tiempos, porque era de los que juegan exclusivamente con el cerebro, a no mediar una especie de insuficiencia vital que no le permitía seguir el ritmo de una lucha acelerada y sostenida.

 

SANTAMARÍA Y VIOLA

Santamaría, hoy en Brasil, es un jugador popular y triunfante, y no podía esperarse menos de un player de sus brillantes aptitudes.
Imagen Pablo Bartolucci y su movimiento preferido "la palomita".
Pablo Bartolucci y su movimiento preferido "la palomita".
Comenzó en Platense destacándose con gran brillo en el puesto de centre half que habla dejado Volante. Llamó poderosamente la atención de los dirigentes de River Plate, que lo contrataron y se desempeñó como half derecho con mucho lucimiento y eficiencia. Quizá la excesiva fe en sus recursos le hizo a veces fracasar en su empeño de marcar al mismo tiempo a los dos hombres del ala confiada a su custodia y así, a veces, fué paseado, pero aun en las ocasiones en que el ala rival lo dominó, su acción se hacía sentir en excelentes quites y el fuerte apoyo que siempre prestó a los forwards.

Viola, jugador de Estudiantes de La Plata, un tanto irregular, pero sumamente movedizo e incansable, tenía múltiples recursos de quite y apoyo que lo hicieron una figura de relieve, lo cual le valió ser designado en teams representativos.

 

OTROS HALVES DERECHOS

Del Plata tuvo en Humberto Bassadone,  que también ocupó el centro de la línea, a un jugador consciente, seguro y batallador; inestimable en las luchas difíciles. En los primeros tiempos de la Asociación Argentina, luego de la división del fútbol, mereció ser designado en equipos combinados y se desempeñó siempre como un hombre útil a su equipo. Lo propio podría decirse de Manfrín, de Lanús, en el campo de la Amateurs. Era rudo y dinámico y tenía la particularidad de que actuando de hall derecho, jugaba sólo con la zurda, corno un verdadero caso excepcional para un hombre que se desempeñó siempre a la derecha. Fué designado en teams combinados y su acción fué tan eficiente que Orsi recuerda que Manfrín fué uno de los halves más bravos de todos los que debieron marcarlo en su larga actuación.

Bruzzone fué un científico half que se lució ampliamente en la defensa de los colores de Sportívo Palermo y en las filas de la Asociación, y Gobbi, del modesto Barracas Central, mereció figurar en seleccionados por sus excelentes aptitudes para el puesto. Aunque me quedarían algunos otros que recordar terminaré esta referencia de los halves derechos con Sánchez, que comenzó en Atlanta y actuó en San Lorenzo y Vélez Sársfield, desempeñándose siempre con una gran regularidad.

 

Por CHANTECLER (1938)