¡Habla memoria!

Los grandes cracks (1920-1931): los backs izquierdos

Chantecler continúa describiendo, puesto por puesto, a los mejores jugadores de la tercera década de nuestro fútbol. Un material ineludible como referencia para cualquier historia del fútbol nacional.

Por Redacción EG ·

19 de diciembre de 2018

En esta reseña histórica que estoy realizando de los grandes cracks que tuvo el fútbol argentino desde que se implantó la práctica de ese deporte en el país, cierto entusiasmo por el tema y el deseo de ser más minucioso, hizo que fuera ampliando las referencias en forma que ya, prácticamente, no menciono sólo a los más grandes jugadores, sino a todos aquellos que han llegado a destacarse por sus estimables cualidades y que si no han dejado huellas de su acción en las luchas internacionales, la dejaron hondamente en la memoria de los hinchas de los clubs a que pertenecieron.

Imagen Humberto Recanatini, posando en la terraza de El Gráfico.
Humberto Recanatini, posando en la terraza de El Gráfico.


No era indispensable que yo lo manifestara, pues los lectores se habrán dado cuenta de ello, pero lo hago a los efectos de justificarme por si alguien tuviese el propósito de encontrar demasiado grande el titulo para muchos de los players que voy citando. Asimismo, se explica también que haya llenado ya tantas cuartillas y las que faltan llenar aún, pero estimo que, de cualquier modo, estoy realizando un trabajo útil y que cuando se escriba la historia de nuestro fútbol estos artículos que por el momento no tienen otra pretensión que la de hacer recordar a los viejos aficionados las buenas figuras de antaño, sirvan como valiosas referencias. Bastaría que cumpliese discretamente con ambas cosas para que este trabajo fuese útil y me llenase de satisfacción. 


LOS BACKS IZQUIERDOS 
En el artículo precedente recordé a los grandes backs derechos de la tercera época y cuya sola mención demuestra la riqueza de nuestro acervo en dicho puesto. No le va en zaga la que haré ahora recordando a los backs izquierdos que lucieron su habilidad y eficacia en nuestros flelds. Citaré a los que defendieron la casaca internacional y aquellos otros que, sin defenderla, se distinguieron en las luchas locales, en el Campeonato Argentino, o en los matches interprovinciales: Recanatini, Van Kamenade, Castoldi, Enrique Monti, Ucar, J. C. Iribarren, Mutis, Pratto, Paternoster, Berti, Nery, Giúdice, Chiarella, Alberto Cuello, Moyano, Basílico, Delovo, Ravizza, Settis y De Saa. De todos ellos — y grande sin duda alguna — sólo Alberto Cuello tiene su origen en el fútbol provinciano. Los demás se hicieron y actuaron en el fútbol porteño. 
 

HOMBRE DE TRES EPOCAS

Un caso excepcional en nuestro medio donde ningún jugador se ha mantenido en la actividad superior hasta los 40 años, salvo en la primera época donde, entre otros, podría mencionar a Mack y Jorge Brown, es el de Humberto Recanatini, que se estrenó en primera división en 1915, como forward de San Isidro, para actuar luego en Almagro de back Izquierdo, puesto en el que realizó el resto de su campaña, la cual abarcó el resto de la segunda época, toda la tercera y varios años de la del fútbol profesional en Gimnasia y Esgrima La Plata.

Imagen Recantini, con su inconfundible sombrerito blanco con alas blandas, en un entrevero con el gran delantero uruguayo Petrone, en un duelo rioplatense.
Recantini, con su inconfundible sombrerito blanco con alas blandas, en un entrevero con el gran delantero uruguayo Petrone, en un duelo rioplatense.


Fue un jugador con grandes virtudes y algunos defectos. No cabría decir éstos cuando el propósito del artículo es elogiar y exaltar las figuras de relieve. Pero es que si no hubiese sido por el reverso de sus aptitudes, Recanatini debería ser colocado en un plano excepcional que no alcanzó por ello. Su físico alto, delgado, sin un adarme de grasa sobrante, era ágil y flexible como un junco. Manejaba hábilmente la pelota y por su velocidad, porque se estiraba y encogía como una goma, y hasta por su pequeño sombrerito blanco con alas blandas, su figura inconfundible, era espectacular en casi todas sus intervenciones. Tuvo matches de rendimiento estupendo y otros en lo que hubo también algo de mala suerte  en que por una falla de él se perdió o empató el partido. Muchas veces jugaba retrasándose demasiado sobre el arco; en otras, sus rechazos no eran seguros y también cuando se ofuscaba, llegaba a ser paseado por el ala rival.

Reconociendo todo eso, a pesar de ello, juzgo que Recanatini fue, indiscutiblemente, uno de los zagueros más grandes del Río de la Plata, y con sus virtudes y defectos fue siempre figura de primera línea durante casi veinte años.

Imagen Humberto Recantini y el técnico de Argentina el español José Lago Millán, en el Sudamericano de Lima en 1927. Es una foto dedicada de puño y letra a los aficionados argentinos a través de El Gráfico.
Humberto Recantini y el técnico de Argentina el español José Lago Millán, en el Sudamericano de Lima en 1927. Es una foto dedicada de puño y letra a los aficionados argentinos a través de El Gráfico.


En luchas internacionales actuó al lado de Castagnola, Omar, Bidoglio y Delovo, cerrando un ciclo no menor de 15 años de lucir la casaca argentina por los campos de América, y no fue a Europa porque él mismo declinó su designación para el team olímpico de 1928. Recuerdo como una de sus campañas más lúcidas, la realizada capitaneando al team que ganó el campeonato sudamericano de 1927, el primero que un equipo argentino conquistó en país extranjero. En el breve desarrollo de ese certamen y no obstante actuar al lado de Bidoglio, su figura fue la más brillante de todas.

 

VAN SAMENADE 
Jugador del viejo Estudiantes, su campaña fue fugaz pero lucida. En mérito a las destacadas actuaciones que iba cumpliendo por su club, fue designado para enfrentar a los escoceses de 1923, donde sus performances resultaron extraordinarias y memorables, llegando a merecer la felicitación personal del entonces Presidente de la República, doctor Alvear, que presenció uno de los matches.

Múltiple y entusiasta, fue eficaz más por ocasión que por variedad en el quite y su rechazo siempre seguro y potente conjuró muchas situaciones angustiosas de su valla.

Imagen Juan Carlos Iribarren
Juan Carlos Iribarren


JUAN CARLOS IRIBARREN 
Desde su modesta Iniciación en Argentinos Juniors hasta su ruidoso encumbramiento en River Plate, para terminar en su honroso retiro de Chacarita Juniors, Juan Carlos, como le decían sus admiradores sin mencionar el apellido, fue otra figura de relieve durante muchos años. Integró teams internacionales de la Asociación Argentina, de la Amateurs y de la Liga Profesional, con innegable éxito, pues una de sus virtudes fue la regularidad de sus actuaciones. Por su limpieza y cultura fue otro caballero del deporte. 
 

Imagen Fernando Peternoster, El Marqués.
Fernando Peternoster, El Marqués.


PATERNOSTER 
Jugador de Atlanta y Progresista, su campaña más notable por sus relieves la cumplió en Racing. Fernando Paternoster fue uno de los backs más elegantes de nuestro fútbol, a punto tal que, siendo un muchacho modesto, se le llamó "El marqués". Jugaba un deporte rudo y viril co-mo el fútbol con una serenidad más pro-pia de otro ambiente reposado y tranquilo y por su estilo, siempre pulido y elegante, derivado en quites limpios y magistrales, daba la sensación de que estaba actuando en un salón más que en una cancha. Al lado de Pechito Della Torre formó una de las mejores parejas de Racing y también se desempeñó con éxito en luchas internacionales. 
 

Imagen El tucumano Alberto Cuello.
El tucumano Alberto Cuello.


ALBERTO CUELLO 
De este crack tucumano todavía en plena actividad que conocimos en el Campeonato Argentino representando a su provincia hasta que lo adquirió Tigre, para pasar a River Plate con el profesionalismo, diré poco porque es conocido de todos. Es un back de extraordinaria habilidad, cuya época de apogeo fue de 1932 a 1936 y si decayó algo, debe atribuirse más bien a razones físicas que de decadencia. Notable en todos los aspectos por su riqueza de quite, sus recursos en el juego de bajo y alto, su táctica de jugar con el compañero y su half de ala, su energía y la seguridad y potencia de sus rechazos; es uno de los backs más completos de nuestro fútbol. 
 

OTRAS FIGURAS DE VALIA 
Sin rayar a tanta altura los restantes mencionados al comienzo fueron todas figuras de valor indudable.
Imagen Juan Fernando Pratto, El Negro.
Juan Fernando Pratto, El Negro.


Castoldi, excelente y elegante back de Sportivo Barracas, fue el primer compañero internacional de Bidoglio que se lució ampliamente frente a los vascos de 1922. Enrique Monti fuerte zaguero de San Lorenzo, que fue notable, quizá excepcional, por la potencia de su kick, a lo que unió una puntería y cálculo exacto que lo hacía más temible como goleador de free-klcks hasta de 40 metros. Pedro Ucar, de Independiente, que no era de juego vistoso, pero tenía mucho quite, era valiente y fuerte y rendía mucho más de la apariencia. Ramón Mutis, back de Atlanta, que se radicó y afamó en Boca como inseparable compañero de Bidoglio, era la antítesis de éste. Rudo y tenaz, superaba a su compañero en la energía de sus intervenciones, en las situaciones más críticas para su valla. Era de notable seguridad y excelente colocación y por su fortaleza se le llamó Ramón el Fuerte. Pratto, de Huracán, que formó gran pareja con Nóbile, fue respecto de éste lo que Mutis de Bidoglio. Era el hombre enérgico, valiente y seguro para "sacar las castañas del fuego".

Imagen Evaristo Delovo, con boina negra, enfrentando a Cherro de Boca, en la final del campeonato de 1929, ganada por El Lobo.
Evaristo Delovo, con boina negra, enfrentando a Cherro de Boca, en la final del campeonato de 1929, ganada por El Lobo.


Actuó en internacionales. Le metió un goal de 90 metros a Zamora y se fue a Italia a jugar a Génova. Berti, un back de Platense, de gran físico, pero del que no abusaba, pues era limpio en el quite, fue un defensor estimable en los primeros tiempos de la Amateurs, cuyos equipos representativos integró más de una vez y lo hizo hasta de centre forward, improvisadamente. Formó notable pareja con Mazzini. Nery, de Estudiantes de La Plata, "El Nene", motejado así no por su acción en el juego, sino por ser el menor de una familia de deportistas, era un jugador nervioso y algo de mal genio que lo hacía a veces innecesariamente brusco y peligroso, cuando poseía todos los recursos de los backs altamente científicos, a punto que se podrían contar por centenares sus quites admirables y magistrales que lo hubieran exaltado a ser figura cumbre. Giúdice, de River Píate, sobrio, seguro y entusiasta. Chiarella, de Independiente, que fue seguro y eficaz. Moyano, de Sportivo Barracas y Huracán, que actuó en internacionales y registra en su record excelentes actuaciones por la multiplicidad de sus recursos. Basílico, otro back de Atlanta y River, de juego habilidoso. Delovo, que está entre los más científicos que tuvo nuestro fútbol y aún se desempeña muy bien en Gimnasia y Esgrima de La Plata. Ravizza, un back que fue de Racing y Talleres y tuvo aptitudes excelentes. Settis, de Racing y Huracán, rudo y eficaz, y De Saa, de Vélez, de muchos recursos, completan la brillante nómina de los buenos zagueros izquierdos.

CHANTECLER (1938)